Si bien la corrupción es uno de los problemas más lacerantes que enfrenta el país, lo es más la impunidad: Alejandro Encinas


Intervención en tribuna del senador Alejandro Encinas Rodríguez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante el seminario para promover la integridad y evadir la corrupción: Perspectivas comparadas desde los países de la OCDE.

 

Alejandro Encinas Rodríguez, (AER): Muchas gracias, senadora Cristina Díaz.

 

Muy buenos días tengan todas y todos ustedes, tanto mis compañeras como compañeros del presídium.

 

En primer lugar, disculpar a la senadora Laura Angélica Rojas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales, se incorporará en unos momentos, porque se retrasó su vuelo de la reunión de Naciones Unidas.

 

Pero queremos aprovechar, en mi carácter de secretario de esta Comisión y como presidente de la Comisión dictaminadora de Estudios Legislativos, compartir con ustedes una reflexión sobre un proceso legislativo que como pocas ocasiones ha sido resultado de un proceso sistemático y consecutivo de desarrollo institucional dentro del Poder Legislativo.

 

No me refiero solamente al Senado actual, yo insisto en que este proceso se inició hace casi diez años, que tuvo su primer fruto en la reforma constitucional en materia de derechos humanos, en el año 2011 y a partir de esta reforma, se han venido sucediendo un conjunto de reformas constitucionales de nuestra legislación secundaria, que tiene como eje fundamental el fortalecimiento de los derechos humanos de todas y de todos los mexicanos.

 

Por supuesto, las reformas al artículo 6º constitucional, teniendo como eje central el derecho a la información, el respeto a la libertad de prensa y la parte de la expresión; pero donde incorporamos en un primer momento el derecho al acceso al a información pública, a la transparencia y a la rendición de cuentas; que hoy nos ha permitido contar con un marco legislativo consensuado entre todos los grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión, que da lugar no solamente a la existencia de órganos garantes con autonomía constitucional; sino a un marco legislativo general que nos permitirá, permitir el acceso de las personas a toda la información que generen los entes públicos, así como todo el manejo de los recursos públicos, ya sean por entes públicos o privados.

 

Un segundo momento de estas reformas tiene que ver, por supuesto, con lo que estamos trabajando en materia de la Ley Federal de Protección a los Datos de las Personas que, efectivamente, si bien se han dado pasos sustantivos e importantes, estamos en un momento de replanteamiento para garantizar el derecho a la privacidad e incluso a la intimidad de las personas.

 

Y junto con ello la reforma a la Ley General de Archivos, porque si queremos contar con un sistema de transparencia y acceso a la información, necesitamos contar con información bien sistematizada, accesible, formatos accesibles a toda la población; pero lo cierto es que en ese sentido estamos buscando fortalecer también el derecho de las personas a la memoria y a la verdad.

 

He insistido en que esta reforma en materia de los derechos humanos de todas las mexicanas y los mexicanos, implica una reforma de tercera generación. Y si bien habíamos avanzado de manera significativa en materia política y electoral cuando se permitió el registro a finales de los años 70 de la oposición de izquierda, más adelante cuando se eliminó la participación gubernamental en la organización de los procesos electorales y se forma el Instituto Nacional Electoral, esa es quizá la reforma en materia de derechos más importante que hayamos realizado en el país, en las últimas décadas.

 

Estamos hablando del derecho de información, la libertad de expresión, la libertad de prensa, asociada a la transparencia en el acceso a la información pública, la rendición de cuentas, la protección de los datos personales, el derecho a la privacidad de las personas y por supuesto, el derecho a la memoria y la verdad, que formarán parte de todo sistema hoy articulado en el Sistema Nacional de Transparencia y más adelante en el Sistema Nacional de Archivos, que tendrá que ser concurrente con el Sistema Nacional Anticorrupción, que busca enfrentar uno del os principales flagelos que dañan nuestra vida institucional.

 

Por eso nos congratulamos de esta iniciativa, de este Primer Seminario con la OCDE, en donde compartirán experiencias y conoceremos los modelos que han desarrollado en materia de integridad para evitar la corrupción y tener estas prácticas comparadas.

 

Y esperemos conocer, además, las reflexiones de otras experiencias que se han tenido en el tema, porque no basta –yo digo– que avancemos en la integración transversal de toda esta legislación; sino también una vez agotado el tema del Sistema Nacional Anticorrupción, tendremos que dar, yo creo que para mí es el paso sustantivo más importante: la reforma al Poder Judicial de nuestro país.

 

Porque, mi juicio, si bien la corrupción es uno de los problemas más lacerantes que enfrenta el país, lo es más la impunidad, porque la impunidad es la fuente de la que abreva esta corrupción y mientras no se sancione y se castíguenlas conductas, no solamente individuales, sino que emergen, como mencionaba el contador auditor, de un entorno que facilita este tipo de prácticas y el entorno lo facilita en mayor medida la impunidad, no resolveremos los asuntos en corto.

 

Y finalmente qué bueno que realizamos este seminario el día de hoy, que es, de acuerdo a las organizaciones de la sociedad civil, es el Día Internacional del Derecho a Saber, el derecho de los ciudadanos a conocer, a saber, a que le rindan cuentas y a que puedan ellos asumir el ejercicio de sus derechos, definiciones fundamentales en los asuntos de interés público del país.

 

Espero que sea muy exitoso y sean todas y todos ustedes bienvenidos.

 

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