Ciudad de México, 25 de noviembre de 2021.
Primera intervención (testimonio).
Soy Pamela Gallardo Volante, tengo 23 años y fui vista por última vez el 5 de noviembre de 2017 en el festival Soul Tech. Desde hace cuatro años las autoridades han remitido a mi familia a distintas instituciones, pero no han avanzado en la investigación sobre mi búsqueda. Sé que mi familia y las defensoras de derechos humanos no pararán hasta encontrarme y seguirán exigiendo justicia para mí.
Segunda intervención.
Gracias presidenta. Compañeras senadoras, compañeros senadores. Esta mañana, a nombre del Grupo Parlamentario del PRD quiero iniciar esta intervención haciendo un reconocimiento a las mujeres que con su trabajo valeroso y decidido, han permitido que más mujeres vivan una vida libre de violencia.
Quiero reconocer de igual forma, el trabajo de mis compañeras senadoras, que desde esta responsabilidad, han levantado la voz y han trabajado, han aportado, han construido diversas iniciativas como la reforma constitucional para la paridad, como lo es la Ley Olimpia o la emisión de Alerta de Género.
Por ello en el marco de esta conmemoración, es justo reconocer los avances en la materia, pero también los retos que enfrentamos. Hoy se alza la voz de nueva cuenta para hacer un llamado a la justicia, al respeto al estado de derecho que desde diversos sectores se manifiesta, ante la violencia, ante los feminicidios y ante las brechas de desigualdad que enfrentan las mujeres todos los días.
Hoy, según la CEPAL, 64 mil mujeres y niñas son asesinadas en el mundo cada año; 14 de los 25 países con mayor número de feminicidios en el mundo están en América Latina y el Caribe. En México, se tiene una cifra también muy triste de 11 mujeres al día; 43.9 por ciento de las mujeres han enfrentado agresiones del esposo o de su pareja actual, en nuestro país.
En tiempos de crisis las cifras aumentan, así se ha visto y así se ha vivido en la pandemia de COVID-19 y por supuesto, en las recientes crisis humanitarias, conflictos y desastres climáticos.
Un nuevo informe de ONU Mujeres, basado en datos de 13 países desde la pandemia, recoge que dos de cada tres mujeres padecieron alguna forma de violencia o conocían a alguna mujer que la sufría. Por desgracia, solo una de cada 10 dijo que recurriría a la policía o a las autoridades para buscar ayuda.
Si bien la violencia de género es generalizada, esta puede y debe prevenirse. Detener esta violencia comienza por creer en las sobrevivientes, adoptando enfoques integrales e inclusivos, abordando las causas fundamentales, transformando las normas sociales, dañinas y empoderando a las mujeres, a las adolescentes y a las niñas.
Por ello, desde esta Cámara debemos trabajar para que los sectores policial, judicial, sanitario y social, todos los que convergen en estos temas, tengan suficiente presupuesto para la lucha por los derechos de las mujeres, para poner fin a la violencia de género.
Este día de reflexión debe ser sin duda un llamado, un llamado de lo que aun nos falta por hacer, un llamado que es una necesidad de combatir a la violencia; refrendar nuestro compromiso con todas las acciones que tengan como objeto cerrar las brechas entre los géneros y por supuesto, hacer justicia pronta y expedita a las víctimas. Muchas gracias presidenta. Es cuanto.
