Ciudad de México, 23 de marzo de 2021.
Con su permiso, presidente. Señoras Senadoras y señores Senadores. Para el Grupo Parlamentario del PRD es motivo de beneplácito la presentación de este Premio al Mérito Literario “Rosario Castellanos”.
Estamos convencidos de que un premio que incentive la creación literaria es sumamente beneficioso en estos momentos, momentos difíciles en los que el arte ha demostrado ser más que un entretenimiento; se ha convertido en una forma de vida y una posibilidad de imaginar, y porque no, de vivir otra vida en otro tiempo.
El gran escritor francés Marcel Proust, definió el hábito de la lectura y nuestra relación con ella en una formula muy simple: “El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma”.
Por ello, estamos acompañando este dictamen, ya que el apoyo a la creación literaria puede generar que más personas lean y escriban, y que se atrevan a conocer historias, a inventarlas y de esa manera enriquecer el panorama cultural de nuestro país. Aquello que Carlos Fuentes definió como “El alma de México”.
Este Premio, propuesto por el presidente de la Mesa Directiva, el senador Óscar Eduardo Ramírez Aguilar, es un múltiple homenaje. Primeramente, es un homenaje a la literatura mexicana, a su riqueza y aportación al arte en América y en el mundo, a una lengua en la que viven y sueñan más de 400 millones de personas.
La literatura de nuestro país ha dado a conocer al mundo, la belleza del canto de los antiguos poetas del mundo precolombino, el asombro y el dolor de la conquista, así como la exuberancia e inteligencia de la prosa novohispana.
Este Premio, también es el homenaje a una mujer mexicana excepcional: Rosario Castellanos. Una mujer heredera de la gran tradición literaria de México y quien incursionó con éxito en la novela, el cuento, la poesía y la dramaturgia.
Su obra original, incluye obras como “Balún Canán”, “Oficio de tinieblas”, “Sobre la cultura femenina”, “Álbum de familia”, “Poesía no eres tú”, “El eterno femenino” (publicada póstumamente en 1975) y ensayos como “Mujer que sabe latín” (1973), son indispensables en la literatura mexicana, pues dan cuenta de dos aspectos que hasta entonces no habían sido tratados literariamente o se habían trabajado con una perspectiva sesgada: La mujer y lo indígena.
A pesar de la novedad de su obra, la cual combina el indigenismo y el feminismo, hasta convertirse en una escritura poliédrica, pues su literatura abordaba ambas temáticas sin apegarse a un programa de ideas específico y sin idealizar a los personajes.
Su fulgurante carrera intelectual, así como su designación como embajadora de México en Israel, cargo que ocupó hasta el momento de su muerte, hicieron de ella un referente para muchas mujeres de nuestro país.
Por ello, la decisión del Senado de conceder un Premio con su nombre, es sin duda un homenaje a las grandes escritoras mexicanas que lograron y logran hacernos reflexionar sobre lo que es ser mujer en México.
Con su nombre, estamos honrando a una estirpe de grandes escritoras que inicia, ni más ni menos que, con Sor Juana Inés de la Cruz, Carmen Mondragón, Elena Garro, Pita Amor, Amparo Dávila, Julieta Campos y ahora con las voces de Ana Clavel, Rosa Beltrán, Brenda Lozano, Valeria Luiselli y Fernanda Melchor, se renueva y sigue.
No tenemos duda, que este Premio puede contribuir a que el Senado de la República reconozca la labor de las mujeres escritoras, la cual no ha sido reflejada en la concesión de la máxima distinción que entrega esta Cámara como es la Medalla de Honor Belisario Domínguez, en donde desafortunadamente, de 16 personas escritoras condecoradas, ninguna es mujer.
Confiamos en que este Premio con el nombre de una mujer eminente, salde esta deuda que tiene el Senado con las mujeres escritoras. Acompañaremos este dictamen y estaremos atentos al procedimiento de designación de la persona galardonada, así como a la ceremonia de entrega de esta distinción. Por su atención muchísimas gracias.
