Ciudad de México, 02 de septiembre de 2020.
Con su permiso presidente. Compañeras senadoras y compañeros senadores. En muchos países, el cultivo del algodón es de suma importancia para a la economía y la generación de empleo y en México esto es una situación similar. Estamos hablando de un sector que en todo el mundo da empleo a 250 millones de personas y en México, son alrededor de 114 mil personas que se dedican a esta producción.
En el año 2010 se ocuparon más de 15 millones de jornales para producir esta malvácea, en el último lustro, de acuerdo con la información del INEGI, se han generado más de 700 mil jornales directos y en el mismo periodo se han creado un millón 800 mil nuevos jornales de forma indirecta. Dichos servicios socioeconómicos fueron producidos exclusivamente en el eslabón primario de la cadena productiva de algodón.
La trascendencia del cultivo del algodón se constata al realizar una comparación con otros cultivos que se desarrollan en México y que generan divisas, donde se observa que los empleos generados por cultivar algodón superan 20 veces a los que crea, por ejemplo, la producción del café. A pesar de este escenario, México está importando más del 50 por ciento del algodón, es decir 212 mil toneladas de este producto que se requiere en el país.
Lo anterior, porque no hay suficiente cosecha de algodón para la demanda, sin embargo, la capacidad sí se tiene, se tienen capacidad en tierras, se tiene capacidad en personas calificadas para esta producción y el resultado de esta falta de apoyos al campo, en específico al algodón, es que se tiene que importar 212 mil toneladas anuales. Asimismo, hace dos meses se prohibió la importación de semillas de algodón porque son transgénicas, afectando a los medianos y pequeños productores, no hay otra semilla en México que se pueda utilizar o comprar para la siembra del algodón.
Por ello, se han dado diversas iniciativas de pequeños productores para que México se convierta, no solo que sea capaz de producir para satisfacer su demanda, que son 421 mil toneladas de algodón, si no que además podemos crecer hasta las 690 mil toneladas y exportar algodón a otras partes del mundo. Esto generaría un superávit en la producción algodonera nacional y además incentivará el mercado interno de fibra, semilla y sus múltiples productos, evitando así la importación y el contrabando de la fibra e incluso trasladarlo desde largas distancias.
En México, la principal política de fomento a la cadena productiva del algodón es el Plan Rector del Algodón, cuya visión para 2020 fue colocar a México como un país autosuficiente en fibra de algodón y estamos muy lejos porque estamos produciendo apenas el 50 por ciento. Los productores están pidiendo apoyos para maximizar los rendimientos en la superficie actual y poder satisfacer la demanda interna, expandir zonas de cultivo y desarrollar nuevas áreas de cultivo.
Para ello, se necesita de un programa de investigación robusto para generar nuevas variedades de semillas que hoy no se tienen, y eliminar las llamadas transgénicas. Además del Plan Rector del Algodón, en la actualidad existen 14 programas de apoyo al sector algodonero, que contribuyen al fortalecimiento de la cadena de valor del algodón pero que no han resuelto los problemas principales como son: la logística para comercializar la fibra y el fomento a la producción, sobre todo de pequeños productores.
Por ello, nuestro país debe adoptar una política agrícola e industrial específica para el algodón, poniendo énfasis en el desarrollo de una estrategia logística que incluya incentivos atractivos para aumentar el consumo de fibra mexicana, que cumpla requisitos de calidad. Los beneficios de esta estrategia serían muy importantes por el efecto multiplicador que tiene esta cadena, en cuanto a generación de empleos y valor económico y social.
De esta forma, nuestro Punto de Acuerdo exhorta a la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que amplíen y mejoren los apoyos económicos, tecnológicos, humanos, al campo en la siembra de algodón, así como a la generación de condiciones para depender menos de las importaciones de algodón en beneficio de los productores mexicanos.
Es cuanto, compañeras y compañeros. Gracias.
