Versión del senador del Grupo Parlamentario del PRD, Antonio García Conejo, para referirse al análisis del Segundo Informe de Gobierno del presidente de la República, en materia de Política Económica.


Ciudad de México, 09 de septiembre de 2020.

Con su permiso presidente, compañeras y compañeros legisladores. Me da mucho gusto saludarlos, saludarlas y dirigirme a las y los ciudadanos de este país. Miren ustedes, cualquier decisión de gobierno debe estar basada en conocimientos y en cifras, en especial cuando se trata de dar soluciones económicas complejas, a situaciones igualmente complicadas, lo señalo porque la política económica debe ejercerse con un alto nivel de conocimiento, coherencia, coordinación e integración de las medidas fiscales y monetarias necesarias y objetivas, que tengan como fin el bienestar general de su población y que abarque todos los niveles socioeconómicos de una nación. Si tenemos una buena política económica lograremos congeniar la realidad con el discurso, es decir, lo que se dice con lo que se hace, y actuar con responsabilidad para lidiar con la pobreza, la inflación y además, contribuir en el crecimiento y desarrollo del país, pero tristemente en estos momentos la realidad dista mucho de la intención.

Este segundo año de ejercicio del Gobierno de la República, hemos observado decisiones aisladas, mediáticas, incoherentes y populistas, sin objetivos concretos que contribuyan a una economía bien definida, que nos lleve a mejorar estos tres supuestos: bajar la inflación -que por cierto ha incrementado un cuatro por ciento-, reducir la pobreza -que por cierto ha incrementado, no lo digo yo, lo dice el Fondo Monetario Internacional- y fortalecer el crecimiento, ya que en el segundo trimestre del 2019 se veía un estancamiento de la actividad económica de acuerdo con los informes del mismo Banco de México.

Al cierre del 2019 la economía disminuyó a una tasa de menos cero punto uno por ciento, que no se había dado desde hacía una década, desde 2009; estas cifras nos demuestran una realidad más triste. Este año derivado del estancamiento de 2019 y sumando la parálisis comercial por la pandemia, se han perdido casi un millón de empleos formales, según cifras del mismo Instituto Mexicano del Seguro Social, además de que la inflación ha subido un cuatro por ciento en términos reales conforme al mismo Banco de México. Ante este panorama el Gobierno Federal no rectifica, queridas amigas y amigos.

En los ramos administrativos del Paquete Económico 2021 -que por cierto fue entregado el día de ayer en la Cámara de Diputados-, establece un incremento de 33 mil millones de pesos al Tren Maya y 15 mil millones al Aeropuerto Felipe Ángeles, mientras que a la Secretaría de Salud, en plena pandemia, solo se incrementó 12 mil 168 millones de pesos. Las reglas de la economía de un país son similares a las de un hogar, no se requiere tanta ciencia, no se compra un auto nuevo cuando se tiene a un enfermo en la casa, ni tampoco cuando no se tiene el empleo en ese hogar. Así de simple, pero sin duda profundo para una nación.

Queridas amigas y amigos observamos en este Gobierno Federal, por mucho que digan y expresen en discursos, que los sectores productivos no tienen respaldo ni apoyo, y si hablamos del sector turismo está clarísimo, no lo digo yo lo dicen las cifras y los mismos involucrados en el tema, disminuyó más de 50 por ciento el presupuesto, acabaron prácticamente con todas las herramientas de promoción y no tienen, los pequeños negocios, la micro, pequeña y mediana empresa, no tiene respaldo, tal pareciera que se tratara de esos seres humanos ajenos a este país, ajenos a nosotros; se requiere fortaleza, se requiere apoyo para las MiPyMEs porque son las que generan prácticamente el 90 por ciento de los empleos en este país y no se tiene el respaldo.

Es criminal que el Gobierno Federal considere seguir entregando recursos a las obras que proyectó al inicio el sexenio, cuando en estos momentos padecemos una crisis de una magnitud histórica, pero tal parece que nada pasará, que seguramente seguirá comprometiendo el patrimonio de las familias mexicanas, pero lo más triste y lamentable, pérdida de vidas humanas. Este gobierno tiene la obligación de rectificar, de asumir un nuevo rumbo, dar un golpe de timón en la economía nacional, apostar por la creación de empleos formales y consolidación de un nuevo pacto federal, ¡urge un nuevo pacto federal! Si esta administración pretende pasar a la historia como un gobierno responsable, coherente y sin demagogias deberá abrirse a la posibilidad de replantear las reglas en la Ley de Coordinación Fiscal.

Mis comentarios no son con el afán de estarle dando lata el Gobierno Federal, pero es mi responsabilidad, y mucho menos al presidente de la República, pero es una obligación advertir lo que está pasando, eso es lo que pasa, no quieren escuchar las verdades. Si esta administración pretende pasar a la historia como un gobierno responsable, coherente y sin demagogias deberá abrirse a la posibilidad de replantear las reglas en la Ley de Coordinación Fiscal y apostar a un trabajo conjunto y sistematizado con los estados de la República y municipios, por el bien de todas y todos queridos compañeros y compañeras, los presidentes municipales no tienen recursos, el recurso se ha concentrado prácticamente en dos o tres obras y sobre todo, en programas populistas. Queridas amigas y amigos, si no le apostamos a la vaca que da leche, la vaca no solamente va a dejar de dar leche, se puede morir. Por su atención, gracias.