Senado debe manifestar su preocupación ante la desigualdad de oportunidades que enfrentan las mujeres: Sen. Padierna


La vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna presentó un punto de acuerdo para que el  secretario  del Trabajo y Previsión Social,  Alfonso Navarrete Prida, envíe un informe pormenorizado sobre los resultados que ha tenido la política laboral en materia de desigualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

En el documento también se plantea que el Senado manifieste su preocupación por la desigualdad de oportunidades que padecen las mujeres en el campo laboral y su falta de atención efectiva por parte del Gobierno Federal.

La legisladora advirtió que en México, la situación de las mujeres sigue presentado profundos rezagos en el terreno de la equidad laboral y salarial. Datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística revelan que el 65 por ciento del trabajo total que realizan las mujeres no es remunerado, a pesar de que el 54.7 por ciento de la Población Económicamente Activa son mujeres.

«Las cifras del INEGI también destacan que las mujeres laboraron 20.6 por ciento más horas de trabajo total que los hombres. Esto significó que por cada 10 horas que trabajaron las mujeres (2014), los hombres lo hicieron 8.3 horas. La carga total de trabajo incluyó las ‘labores domésticas’ y el cuidado del hogar, además de aquellas actividades por las que se percibe un ingreso», se detalla en el documento.

A consideración  de la legisladora perredista, desafortunadamente se trata de un tema doblemente injusto, no solamente las mujeres trabajaron más sino que ganaron menos y en muchos casos no se les remuneró.

«De acuerdo al INEGI, el valor del trabajo no remunerado en las labores domésticas y de cuidados del hogar fue el equivalente al 18.0% del Producto Interno Bruto en el año 2014, es decir, a 3.1 billones de pesos. Cabe señala que el valor económico total de estas actividades aportó 1 de cada 4 pesos al PIB (24.2%) equivalentes a 4.2 billones de pesos. Estas cifras  son superiores a las que se presentan en otras áreas productivas como: la industria manufacturera (representa el 16.7 por ciento del PIB); el comercio (15.5 por ciento) y los servicios educativos (4.1 por ciento). En otras palabras, las mujeres mexicanas están subsidiando con su trabajo no remunerado buena parte de nuestra economía nacional», sentenció.

Adicionalmente, dijo la senadora,diversos rezagos importantes se pueden observar a partir de la participación de las mujeres en las actividades económicas de acuerdo a los Censos Económicos 2014. En primer lugar destaca que las mujeres solamente aportan el 43.8% del total del personal ocupado en las unidades económicas del país. En contra parte, los hombres aportan, el 56.2%. Esto significa que los hombres aportan 12.4% más del total del personal ocupado y casi más 30% de lo que aportan las mujeres.

«En segundo lugar, se pueden observar diversos sectores económicos que siguen siendo espacios predominantes para los hombres y donde pocas oportunidades se han abierto para las mujeres. Entre otros destacan: la pesca y la agricultura donde las mujeres solamente participan con el 10% del personal ocupado; la construcción con sólo el 10.9%; la minería con el 12.1%; transportes, correos y almacenamiento con el 15.8%; electricidad, agua y gas con el 21.1%; Manufacturas con el 35.1%, entre otras», se afirma en el punto de acuerdo.

En tercer lugar, mencionó la legisladora, la participación de las mujeres por el tamaño de la empresa es mucho mayor en las unidades micro (donde 49.5% del personal ocupado eran mujeres), que en las empresas medianas y grandes (donde alrededor del 35% del personal ocupado eran mujeres).  Esta información es muy indicativa pues en las microempresas se presentan las condiciones de trabajo más desventajosas en términos de la calidad de los empleos: menores salarios, menores prestaciones, mayor inestabilidad, mayor inseguridad, mayores abusos, entre muchas otras.

«Datos de otras fuentes nos indican la desventajosa situación de las mujeres en el mercado laboral y las todavía limitadas oportunidades de empoderamiento para impulsar cambios que permitan revertir las desigualdades, por ejemplo: las mujeres ganan 30.5 por ciento menos que los hombres como industriales; 16.7 por ciento menos como comerciantes; y 15.3 por ciento menos como profesionales, según la Fundación Angélica Fuentes, datos al 2015», lamentó.