Intervención del senador Mario Delgado Carrillo, durante el encuentro “Implicaciones del Paquete Económico 2017” con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.
Mario Delgado Carrillo, (MDC): Vamos a tener una sesión muy especial, muy útil en esta temporada de presupuestos de Ley de Ingresos donde ha habido mucha discusión sobre el económico que presentó el Gobierno para el 2017, pero yo estoy seguro que quien mejor conoce y analiza el presupuesto sin duda alguna es el CIEP, y hoy tenemos la fortuna de contar aquí con el director general del CIEP, el doctor Juan Villarreal Páez; la directora de gastos públicos del CIEP, la maestra Sunny Arely Villa Juárez; y el maestro Adrián García Gómez, investigador de ingresos e impuestos también del mismo centro.
Bueno, voy a presentar con más detalles a nuestros invitados, solamente quisiera decir que hay grandes interrogantes en este paquete económico 2017, parece que finalmente la realidad nos alcanzó y pues ya es la cuenta por pagar 2017 de cuatro años de, pues, de mentiras, de simulaciones de la realidad de nuestra economía y el déficit mayor que se presenta para el 2017 y que no se subsana en lo más mínimo es el déficit de credibilidad.
Esa estrategia por parte del Gobierno de pronosticar un crecimiento muy por encima del que real mente se podría dar permitió endeudarse y gastar a un ritmo como si la economía creciera por encima del 3 o 3.5 por ciento, cuando el promedio de crecimiento está por debajo del 2 por ciento.
Tenemos un crecimiento irresponsable de la deuda pública y al mismo tiempo tenemos cifras históricamente bajas en la inversión pública.
Uno de los grandes misterios que seguramente hoy aquí Héctor Villarreal y su equipo nos ayudará a encontrar, qué pasa con el gasto público en México, por qué ha tenido este crecimiento tan importante y no tiene pues ningún impacto favorable en el crecimiento económico, por qué al Gobierno es al único que le va bien este país, presenta cifras históricas de recaudación tributaria pero no se ve reflejada en una mayor inversión pública, hay muy poca efectividad de gastos públicos en la actividad económica y eso es algo que tenemos que revisar el día de hoy aquí.
También pues nos preocupa el monto del endeudamiento pero no de hoy, nosotros no somos de esos que dicen cómo se ha endeudado el Gobierno, mientras que los años anteriores han aprobado la Ley de Ingresos a esos endeudamientos; hemos sido consistentes desde hace tres años en advertir que se estaba abusando del endeudamiento público como ahora se hace evidente.
Y resulta curiosa la estrategia que se plantea para 2017, el Gobierno piensa que las dudas de las calificadoras y todos los agentes económicos pues tienen que ver con un momento del tiempo y no con las sustentabilidad del ritmo de la deuda y del gasto público, el patrón de endeudamiento el patrón del gasto en el tiempo; entonces se les ocurrió la genial idea de recortar por aquí, por allá, la educación , la salud, recortar proyectos de inversión para presentar milagrosamente un balance primario positivo.
Pero no se corrige nada el patrón de endeudamiento y de gastos, entonces tal aparece que nos quieren decir “no, ya maquillamos todo, está perfecto todo para este año”. Lo que preocupa no es sólo el 2017, sino el patrón que está siguiendo nuestra economía y ahí hay grandes dudas sobre su sustentabilidad.
La caída de la inversión pública, ahora gastamos más en interés de deuda que en inversión; las malas expectativas que detectan las encuestas del INEGI y del Banco de México respecto del sector privado y la pérdida de dinamismo del consumo, hacen prever que el año que entra, me atrevo a decirlo, vamos a tener un año muy difícil.
Parece que éste es paquete económico recesivo para el 2017, porque también los Estados Unidos no tienen grandes expectativas.
Entonces, no hay de donde crecer y el crecimiento pues el niño abandonado de la economía mexicana porque nadie se hace responsable de él, y otra vez pues no vamos a crecer a lo que se está proponiendo, que incluso podría llegar hasta el 3 por ciento, ahora sí este año nadie se lo cree.
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