Las y los mexicanos requieren conocer sus derechos humanos para poder ejercerlos: Angélica de la Peña


Discurso de la senadora Angélica de la Peña Gómez durante la presentación del libro “La sociedad mexicana y los derechos humanos”, cuya autoría es del Doctor Luis de la Barreda, parte de la serie de Encuesta Nacional de Derechos Humanos, Discriminación y Grupos Vulnerables.

 

Angélica de la Peña Gómez (ADLPG): Nos complace mucho organizar la presentación de esta serie, particularmente es necesario señalar que el libro que hoy nos ocupa es un texto indispensable de estudio, de análisis, sobre todo por lo que el trabajo docto que realiza, el doctor de la  Barreda, que siempre sabemos que don Luis toda la vida, toda su vida se ha dedicado al estudio de los derechos humanos, no solamente por su calidad de que fue el primer Ombudsman en la ciudad de México en un momento muy complicado del país, de la ciudad, y no estoy exagerando al decir que desde entonces y frente a la dinámica de constitución de las organizaciones todavía no autónomas, pero sí oficiales de derechos humanos en algunas entidades federativas, la de la Ciudad de México dirigida por él, no solamente presidida por él, dirigida por él, nos lleva a tener una presencia importante en la constitución de los Ombudsman.

 

Entonces, tiene el doctor de la Barreda toda la autoridad ética, toda la autoridad profesional para hablar de esta materia y para hacer análisis de esta encuesta que deriva en finalmente demostrarnos cómo estamos en México en el conocimiento de los derechos humanos y cómo estamos en el ejercicio de los derechos humanos, y también cómo estamos en la garantía de los derechos humanos, son tres cosas distintas.

 

¿Es importante conocer los derechos humanos? Claro que sí, por eso la importancia de la expertise del doctor de la Barreda porque justamente eso fue lo que hizo, propagandizar que todos los derechos son derechos humanos, eso es una parte importante, indispensable en la construcción de los derechos humanos en nuestro país.

 

Y desde, yo recuerdo, voy a hablar de una anécdota a propósito de una foro internacional que acabamos de hacer, perdonen por ser tan informal, pero me parece que eso da pie también para que tengamos aquí una relación y una conversación como siempre la tenemos contigo, Luis.

 

Pero, miren, hace poco acabamos de organizar un foro internacional sobre población callejera, ¿y te acuerdas de la casa del árbol? Bueno, es algo que yo digo ¿esto por qué no lo vemos en todos los organizaciones de derechos humanos, en todas las comisiones estatales de los derechos humanos? ¿Por qué no los vemos en el ámbito municipal donde existe regiduría de derechos humanos en algunos cabildos? Etcétera, etcétera.

 

La visibilización en esa época, cuando tu presidias la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, donde en medio del espacio de ese patio grande que tenían cuando estaban acá, por avenida Chapultepec, que creo que allí se llama de otra manera, un árbol en donde abrieron las puertas en ese entonces a las niñas y niños que en esta ciudad están situación de calle, que son un un broncón que lleguen de todas partes de la República, los criminalizan, los persiguen, nadie los quiere, los estigmatizan, en fin, y la Comisión abrió las puertas a estos niños y entonces a ver aquí está un árbol y en este árbol pongan lo que piensan, y no tenía desperdicio lo que ponían, y nunca más hemos vuelto a ver a una Comisión de Derechos Humanos dedicada a esta parte de la población que está marginada.

 

Y esto tiene mucho que ver con el conocimiento de los derechos; cuando estos niños llegaron ahí y empezaban contigo, con tu equipo  a hablar, ustedes tienen derechos humanos, decían ¿de qué nos hablan?; yo me acuerdo que llegué en una ocasión invitada por ti y empecé a hablar de los derechos y del amor, hasta que comenzaron a reírse entre ellos, decían esta señora qué dice, está loca, hasta que dijeron de qué nos está hablando, no se da cuenta que nosotros huimos de nuestras casas por violencia, no somos queridos, somos ninguneados, etcétera.

 

Entonces, pero esa población lo expresaba de esa manera, pero tenemos mucha población en el país que dice ¿derechos humanos?, ¿de qué nos hablan?, ¿qué quiere decir eso?, ¿con qué se come? Entonces, el conocimiento de los derechos humanos efectivamente es, primero, conocer qué son los derechos humanos, el conocimiento de los derechos humanos; luego, segundo, ejercer los derechos humanos, cuando conoces y tienes la información y cuando te das cuenta del poco conocimiento que tenemos de todos nuestros derechos son derechos humanos, simplemente porque somos personas, desde que nacemos hasta que fenecemos; todos nuestros derechos en cada una de las etapas de nuestra vida son derechos humanos, conocerlos, ejercerlos, ah, pero la tercera cuestión, garantizarlos, esa es la parte más importante.

 

Y quienes estamos hoy aquí, desde el espacio en el que se encuentra el doctor, esta gran esfuerzo de la Universidad Nacional Autónoma de México al crear un programa que se habían tardado, ahorita tomarás la palabra y nos hablarás de eso, pero se tardó la Universidad, la UNAM, en crear un programa específico para la promoción de los derechos humanos, como es el programa que hoy tiene la UNAM dirigido por el doctor Luis de la Barreda.

 

Y es muy importante, entonces, también que quienes estamos en los espacios de poder estudiemos y aprendamos de lo que hacen en las universidades; de lo que hacen las y los defensores de derechos humanos; de lo que hacen las y los expertos; desde lo que se escribe de las series que hoy estamos presentando a ustedes, esta parte de esta serie para que efectivamente conozcamos, sepamos de qué trata, esta exigencia de, el análisis que se hace de cada uno de los temas en el libro de cómo se están viendo estos derechos y, sobre todo, qué hay que hacer, qué hay que hacer para que efectivamente garanticemos.

 

No basta conocerlos, no basta saber que están ahí; no basta con prenderlos; no basta identificarlos; no basta entender las dificultades que hay para poder incluso nosotros mismos asimilar, ah yo tengo derechos pero también tengo que reconocer los derechos de los demás; de esto tratan los derechos, no de otra cosa, porque hubo una etapa en donde parecía que los derechos humanos estaban circunscritos a reconocérseles a las personas que estaban enfrentando una comisión de delito, estaban en situación en proceso en un centro de privación de libertad y todo mundo pensaba que a eso se dedicaban las comisiones estatales o Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a defender a quien estaba en esa circunstancia.

 

Pues sí, hay que defenderlos porque ahí es muy cruenta la situación de su violación a los derechos humanos por parte de la autoridad, pero no solamente, esa es una pequeña parte, conocer todo el espectro de los derechos humanos en todos los ámbitos, pero además de estudiarlos, identificarlos perfectamente bien; esta transición que está debidamente reflejada en este estudio, en este texto que es, insisto, conocerlo y estudiarlo para poder entender el proceso de configuración de los derechos humanos en la humanidad y cómo fueron consolidándose al grado que ahora que quienes estamos en los espacios de poder tenemos que lograr lo que yo planteaba en mi breve intervención, conocerlos, ejercerlos y también garantizarlos y la única manera de garantizarlos es que quienes están en los espacios de poder, lo hagamos irrestrictamente.

 

Pero esto es de toma y daca, y él toma, yo lo toma porque tú me lo das pero tú me lo exiges y yo lo tengo que hacer; y entonces, la relación de la sociedad civil, de la ciudadanía, de las organizaciones, es decir, a ver tú estás en un espacio de poder y tú tienes que garantizar los derechos humanos; y en ese aspecto, de manera muy modesta, yo les digo sí, estamos en un espacio de poder, peor ¿por qué? Entre otras cosas, no solamente para hacer constancia del estudio importante, autoridad del doctor de la Barreda, sino para que también nosotros tengamos los elementos doctos, precisos, expertos, para que hagamos lo que tenemos que hacer para garantizar los derechos humanos.

 

De tal manera que eso estamos, en este momento, en el Senado de la República, trabajando para garantizar los derechos humanos en distintas materias, no es el tema de este foro hablar de ellas, ustedes lo están conociendo a través de los medios de comunicación, el propio Canal del Congreso, en las páginas de los links de las comisiones, y este, entonces, se ve lo que estamos haciendo para garantizar desde este espacio de poder los derechos humanos que necesitamos trabajar en ellos.

 

Esa sería mi introducción, porque francamente la presentación del libro, me parece, que tenemos que leerla, tienen que llevarse el libro, tienen que conocerlo, tienen  que estudiarlo, no hay ninguna persona, sea estudiante, sea profesional, esté en cualquier ámbito de trabajo o cualquier esfera de actividad, necesitamos conocer, necesitamos conocer para poder ejercer los derechos humanos y necesitamos exigir que se garantice.

 

Y la garantía de los derechos humanos es todavía, a pesar del gran esfuerzo por parte del Congreso permanente de ponerse de acuerdo en la reforma de once artículos en la Constitución, que próximamente vamos a estar en un aniversario más de  la reforma del 11 de junio de 2011 en materia de derechos humanos y, particularmente, la forma como quedó finalmente consensada y escrita el artículo primero de nuestra Constitución, pues es muy importante, pero es insuficiente si no la conocemos, la leemos lo que está intrínsecamente en cada uno de sus párrafos y, sobre todo, que la garanticemos quienes estamos en los espacios de poder.

 

Bienvenidos al Senado de la República, muchas gracias por estar aquí y, por favor, si eres tan amable, te escuchamos.

 

Muchas gracias por su atención.

 

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