La suspensión de la evaluación docente es la prueba del fracaso en el modelo educativo


  • Fue un error en la reforma educativa condicionar los derechos laborales de los maestros con la evaluación.
  • La evaluación docente debe estar enfocada a la mejora de las capacidades y en el desarrollo profesional

 

La suspensión de la evaluación educativa anunciada por la Secretaria de Educación Pública,  SEP, no es más que la confirmación del fracaso de una Reforma Educativa que priorizó el acotamiento de los derechos laborales de los maestros, en detrimento de la instrumentación de un verdadero servicio profesional docente, señaló el Senador Mario Delgado Carrillo.

 

El también ex Secretario de Educación del Gobierno del Distrito Federal, señaló  que la suspensión de evaluación  para el ingreso, promoción y permanencia en Educación Básica y Media Superior, debe aprovecharse para cambiar el enfoque de la evaluación y de sus objetivos, para orientarla hacia un carácter formativo que permita a los docentes transformar y mejorar sus practicas, y con ello la calidad del aprendizaje de los alumnos.

 

“La Ley del Servicio Profesional Docente se convirtió en una ley para vulnerar los derechos laborales y sancionar a los maestros”, señaló el Senador Delgado.

 

Agregó que esta legislación carece de incentivos para mejorar de manera permanente la formación de los docentes. Esta ley ofrece una visión de pura medición y no corrige las carencias estructurales del sistema educativo.

 

Por lo anterior, dijo, » es urgente emprender una verdadera reforma educativa, en donde se desarrolle un sistema de formación permanente de los maestros orientado por la evaluación formativa del desempeño de los educadores, la cual sea capaz de detectar áreas de oportunidad para mejorar en las practicas docentes y como consecuencia, el aprendizaje de los alumnos».

 

El presidente de la Comisión del Distrito Federal, afirmó que este sistema debe integrar también los incentivos, reconocimientos y mejoras salariales necesarias para alcanzar un servicio profesional de carrera que nos asegure la formación de los mejores maestros.

 

«Debe ser un sistema que le permita a los maestros desplazarse vertical y horizontalmente a través de sus propios logros, de manera objetiva, imparcial y neutral, que les garantice un desarrollo permanente a los docentes», apuntó.

 

Delgado Carrillo aseguró que una reforma educativa que priorice el derecho a la educación de calidad también «deberá revisar contenidos, programas, materiales, infraestructura y acceso de las escuelas y el uso de la tecnología».

 

No se pueden disfrazar objetivos políticos en contra del magisterio con una careta de una reforma educativa, enfatizó el senador.

 

Añadió que resulta urgente una verdadera reforma educativa y revertir el régimen de excepción laboral que se ha construido en contra de los maestros.

 

Necesitamos una reforma educativa que pase de tener trabajadores de la educación a tener profesionales de la educación.

 

Finamente, agregó que la evaluación del docente no puede tener como fin el control político del magisterio, sino mejorar la calidad de la educación que reciben los niños, niñas y jóvenes del país.