La política de precios de los energéticos quedará a discreción del Ejecutivo: Dolores Padierna


Intervención de la senadora Dolores Padierna Luna, del Grupo Parlamentario del PRD, para votar a favor de los artículos reservados de la Ley de Ingresos 2015 sobre Deuda y Tarifas.

 

Dolores Padierna Luna, (DPL): En la exposición de motivos de la Ley de Ingresos se establecen criterios para el establecimiento de los precios de los energéticos.

 

Para las tarifas eléctricas, en relación a las tarifas domésticas se dice claramente que habrá un desliz mensual equivalente al ajuste anual proyectado para cada tarifa.

 

Es decir, que habrá, eso de desliz mensual, pues son aumentos mensuales.

 

Para las tarifas de alto consumo, que son las industriales, las comerciales, el ajuste será automático considerando los precios de los combustibles utilizados para la generación de energía eléctrica, así como la inflación mensual y el índice nacional de precios.

 

Para la tarifa del estímulo agrícola, sufrirá también un ajuste anual.

 

En el caso del gas licuado, el Ejecutivo Federal fijará los precios máximos al usuario final y a la venta de primera mano sin que se requiera ningún trámite, es decir, será absolutamente discrecional.

 

En el caso de las gasolinas y el diésel, en 2015, el Ejecutivo Federal establecerá los precios máximos al público promoviendo ajustes de acuerdo a la inflación. Aquí se promete una inflación de 3 por ciento.

 

Pero en los 2 años que lleva el Gobierno Federal no ha cumplido la meta inflacionaria.

 

En el caso de las gasolinas y el diésel, se liberalizan los precios a partir de un precio máximo, que seguramente será como el de hoy, 3.37, o tal vez un poco más.

 

La política de precios de los energéticos va a quedar a discreción del Ejecutivo con excepción de las tarifas eléctricas de alto consumo que se les aplica un ajuste inmediato predeterminado.

 

Los precios, tal vez, y es la lógica neoliberal, dicen aquí, tal vez pudieran ser más bajos que los máximos, siempre y cuando haya mucha competencia, es decir, que exista un número suficiente de gasolineras dispuestas a ganar mercado ofreciendo precios más bajos. Sin embargo, esto no necesariamente va a ocurrir, al menos en el corto plazo, y por el corto plazo entendemos, pues, el sexenio, debido a varios factores.

 

En primer lugar, que la mayoría de las gasolineras seguirán siendo franquiciatarias de PEMEX, y estas aplicarán los precios que establezca el Ejecutivo.

 

Pero además, los franquiciatarios de PEMEX tienen contratos firmados por 10, por 20, por 30 años, y no van a ceder su contrato nada más así como así.

 

O bien, que se den las nuevas gasolineras, pero tendrán que surtirse de una producción de nuevas refinerías.

 

Y como lo acaba de anunciar el gobierno, cancelaron la Refinería “Bicentenario”.

 

El 18 de marzo de 2008, con  bombo y platillo, Felipe Calderón anunció que habría una nueva refinería llamada “Bicentenario”, y señaló algo con lo cual yo estoy de acuerdo, señaló que México registra una creciente y peligrosa dependencia del exterior en materia de petrolíferos, ya que siendo México un país petrolero, estamos importando el 40 por ciento de gasolinas, y que se aumentaría la capacidad de refinación con la nueva Refinería “Bicentenario”. Y buscaron un terreno, se encontró en Hidalgo, costó mil 500 millones. Anunciaron muchas cosas.

 

Los últimos datos, 2014, dicen que se gastaron en una barda 6 mil 230 millones de pesos, más el costo del terreno, mil 500 millones más, en total 7 mil 800 millones, y todavía en el Presupuesto de Egresos 2015, el Gobierno Federal está pidiendo mil 500 millones de pesos más para la Refinería “Bicentenario”, y acaba de anunciar el Secretario de Energía que no se va a hacer.

 

Bueno, ahora el gobierno tiene que explicarnos, estos casi 8 mil millones de pesos, cómo los van a tirar a la basura, así como así, y esto resulta un fraude al erario y deben de rendir cuentas.

 

Vuelvo al tema, que dice el propio gobierno estarían bajando los precio, si hay nuevas refinerías, pero si las están cancelando, entonces, cómo va a haber bajos precios.

 

En realidad será mediante importaciones libres, para que ese precio pueda, dicen ellos, ser más barato, van a inundar de gasolinas y de gas natural, proveniente de Estados Unidos, el mercado mexicano.

 

Pero no necesariamente en México van a bajar los precios, aquí se manejan de otro modo. Inundan el mercado de productos de Estados Unidos, pero mantienen un precio siempre al alta.

 

Nada puede asegurar que se bajen las gasolinas, el diésel, la electricidad, etcétera.

 

Nosotros estamos diciendo que este aumento, junto con la estimación que está metida en el impuesto especial de productos y servicios a gasolinas y diésel, será positivo en 2015, lo cual es un reconocimiento implícito de que el precio de los combustibles podría ser mayor en México que lo que es en Estados Unidos.

 

Y recordemos que la justificación de los gasolinazos expuesta por el Ejecutivo Federal, se centró en que debía de disminuir el diferencial de precios entre México y Estados Unidos, por lo tanto ya no tiene fundamento para continuar con los aumentos en gasolinas.

 

De continuar con esta atribución, lo más probable es que el Ejecutivo implemente la misma política de encarecimiento de los energéticos que ha traído como consecuencia un incremento al gas licuado en 18 por ciento, de diciembre de 2012 a julio de 2014.

 

En principio, se supondría que el precio de gas LP tuviera relación con el precio del petróleo, sin embargo no es así.

 

En el período señalado, el precio de la mezcla mexicana aumentó en 0.3, mucho menos que el aumento del precio gas LP.

 

Los resultados en la política de precios, impulsada discrecionalmente por el Ejecutivo, es contraria a lo que ellos mismos dicen: evitar aumentos desproporcionados en el precio al usuario final.

 

Por el contrario, la política de precios, lejos de evitar aumentos desproporcionados, los provoca. De ahí la necesidad de que el Congreso de la Unión tome parte en la discusión en la política de precios máximos, cuyos aumentos desproporcionados nos afectan a toda la población.

 

En el caso de tarifas eléctricas, la historia de aumentos discrecionales y la opacidad en su determinación se repite.

 

En la minuta de Ley de Ingresos 2015, se menciona que los actores que incluyen en la determinación del precio de las distintas tarifas, son las variaciones en el precio del petróleo y la inflación, pero no dice más.

 

Nosotros proponemos que el Congreso de la Unión aprueba una política tarifaria que someta a consideración el Ejecutivo Federal al Congreso.

 

Es cuanto. Gracias.