Bienvenida la ciudadanía plena para las y los habitantes de la Ciudad de México: Angélica de la Peña


Intervención de la senadora Angélica de la Peña durante a favor del dictamen a la minuta por el que se reforman y derogan disposiciones de la Constitución en materia de reforma política de la Ciudad de México.

Angélica de la Peña Gómez (ADLPG): 

Senadoras y Senadores.

 

A lo largo del siglo 18 hasta nuestros días las discusiones en torno a la Ciudad de México han girado en torno a cinco temas básicos:

 

1) Su extensión territorial.; 2) Los derechos políticos de sus habitantes; 3) la definición de sus relaciones políticas con los órganos de gobierno de la Federación, hay que recordar que aquí están asentados los Poderes de la Unión y, por sipuesto, su relación con el Congreso de la Unión y con el Ejecutivo, y 4) el carácter representativo y grado de autonomía, tanto del Gobierno de la Ciudad como del de sus unidades territoriales,basados en esta característica de que, insisto, el Distrito Federal es la capital del país; y 5) la gobernanza de la ciudad metropolitana, su entorno, a partir de ser la ciudad, la metrópoli, donde además tiene una relación contidiana, histórica con los estados circunvecinos; no se puede hablar como si fuera simple capital sino una gran metrópoli con toda la complejidad que esto significa.

 

Por tanto, esta Minuta significa uno de los avances más importantes de la historia política de la Ciudad. Un avance gradual, sí, es un avance gradual, pero al final un avance.

 

Esta reforma que modifica 54 artículos de la Constitución, es un instrumento que reconoce y otorga derechos a los más de 9 millones de personas que vivimos en la Ciudad y ese  logro para que las y los habitantes del de esta ciudad de México goecmos de la ciudadanpia plena.

 

Esta reforma saldará pues una deuda histórica a quienes desde 1928 se les negaron sus derechos políticos básico, y a quienes a partir del 78 se les ha negado paulatinamente el acceso a una democracia plena.

 

La reforma política de la Ciudad de México, como lo avizoró Porfirio Muñoz Ledo, que hoy nos acompaña junto a Efigenia Martínez, será la primera –decía en alguno de sus textos Porfirio- y verdadera reforma de Estado que se realiza en los últimos años.

 

Y todo esto es resultado de un esfuerzo de sus habitantes de manera preponderante a partir de los sucesos lamentables que tuvieron lugar el 19 de septiembre de 1985; las y los ciudadanos lograron organizarse para sustituir la incapacidad gubernamental dando lugar a la solidaridad manifiesta de todos y de todas quienes salieron a las calles a buscar entre los restos derrumbados a sus vecinos y a sus vecinas.

 

No se podía a partir de entonces detener este ánimo, este ímpetu de quienes habitan esta ciudad para seguir a partir de esos lamentables sucesos e insistir en la importancia de transitar a reconocer los derechos civiles y políticos de quienes viven aquí.

 

Es importante señalar que paradójicamente resulta contradictorio que la ciudad considerada como una de las más progresistas del país, se les seguían negando sus derechos políticos; los derechos políticos que hoy estamos, a partir de un gran caminar, de una gran insistencia, de grandes negociaciones, año con año, legislatura tras legislatura, otra, otra y otra, y al final, hoy, en este día, esta tarde, estamos concretando finalmente después de una revisión a la Minuta que se envió a la Cámara de Diputados marca ya el inicio hacia que sea votada esta reforma en los congresos locales.

 

No se podría entender, perdónenme que lo diga de manera clara y precisa, sin los derechos y las libertades que se reconocen a quienes habitan aquí, ¡qué paradójico!, el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo; el matrimonio igualitario, aquí fue la primera entidad; la adopción por personas del mismo sexo; los derechos civiles, por ejemplo, el divorcio express, aquí fue en primerísimo lugar la entidad que reformó su código civil para lograrlo; también la práctica del presupuesto participativo y también las consultas vinculantes o no, las consultas ya llegaron también para quedarse.

 

Y en ese sentido, a pesar de que nosotros criticamos mucho esta conclusión, que hay una gran cantidad de concesiones, nadie se puede decir que se lleva todo; aquí se negoció todo, fue un proceso gradual, un proceso paulatino, para finalmente llegar a una decisión, nunca más el Presidente de la República o el Congreso de la Unión volverán a decidir sobre el nombramiento de Procurador o Procuradora, o del Secretario de Seguridad Pública; ya, aunque no es un estado configurado plenamente como una entidad federativa, ya no mas Distrito Federal,  ahora es la Ciudad de México, sui generis, y por supuesto contará con el pleno reconocimiento de sus poderes, de sus órganos, y de sus instituciones.

 

No hablo ni abundó más porque aquí quienes me han antecedido en la palabra, han hablado de las cualidades que significa la transformación también de sus delegaciones hacia entes territoriales con controles democráticos, con consejales, etcétera, cuya conformación deberá reflejar necesariamente, y de eso sí estamos seguros, la pluralidad política y sobre todo la autonomía de gestión y sobre todo trabajar hacia la autonomia presupuestaria.Hacen falta cosas, sí.

 

Yo termino recordando qu seguimos con un pendiente,  desde la ocasión anterior decíamos falta que en esta reforma transformadora, fundamental, no podemos dejar de insistir que debiesen ser integrados los órganos que van a transformar el Distrito Federal en la Ciudad de México, sean integrados de manera paritaria.

 

Quienes estarán en el Contituyente, quienes estarán en los Consejos, y sobre todo, quienes estarán en los órganos de gobierno; la paridad sustantiva, la igualdad sustantiva, tienen que integrarse, ese es el gran pendiente que se intentó corregir, por cierto, por la Cámara de Diputados ahora en el proceso de revisión de esta Minuta en dias pasados con una adición a uno de los incisos de uno de sus artículos, sin embargo, no tuvo consenso; igual que tampco tuvo consenso lo que acá impulsamos cuando o estábamos discutiendo.

 

Quiero finalizar diciendo que esperemos que en las normas reglamentarias ciertamente se garantice la presencia paritaria de mujeres y de hombres, para que lo que se decida efectivamente vaya en la síntonia de lo que hoy estamos decidiendo.

 

Porque no se pueden entender el reconcimiento de los derechos civiles y de los derechos políticos plenos plenos si no van las mujeres y los hombres de manera paritaria en sus órganos de discusión.

 

¡Viva la Ciudad México! Dejamos en la historia al Distrito Federal, ¡viva la Ciudad de México!

 

Muchas gracias por su atención, y me uno a la felicitación por este proceso por quienes me antecedieron en la palabra y lo han mencionado; es un proceso gradual y qué bueno que hoy lo estamos concretando en el Congreso de la Unión y vaya a los congresos estatales.

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