Recordar a las víctimas del Holocausto y los horrores del nazismo resulta insuficiente a la luz de los lamentables actos terroristas realizados por grupos extremistas en París, Francia, y en diversas partes del mundo, es necesario redoblar los esfuerzos para detener y prevenir las amenazas del extremismo, afirmó la senadora Angélica de la Peña.
Durante el Acto de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto y en Homenaje a don Gilberto Bosques Saldívar, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República apuntó que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha señalado que la educación es primordial para prevenir el genocidio, porque desde los pupitres de las escuelas se contribuye a la prevención del discurso del odio y socavar los prejuicios al debilitar los pilares de la ignorancia, “es importante también la educación que se brinda en los hogares para que prevalezcan el diálogo, la tolerancia, la reconciliación y la comprensión”, añadió.
El Homenaje que hacemos a don Gilberto Bosques Saldivar, comentó la senadora del PRD, es un recordatorio de todo su legado, el cual debe ser un ejemplo para niñas y niños en todas las escuelas del país, para ello la legisladora insistirá en que la Secretaría de Educación Pública incluya un capítulo en el programa de estudios dedicado a la vida y obra del diplomático mexicano.
De la Peña Gómez resaltó que el fanatismo y la intolerancia continúan siendo grandes amenazas para la humanidad, lo cual obliga a fortalecer los esfuerzos para salvaguardar la libertad, la igualdad, la pluralidad, el respeto a la diversidad, a las creencias religiosas y a no tenerlas, a la libertad de expresión, “pero no a la libertad de expresión surgida en el anonimato de las redes sociales para hacer apología del delito, para incentivar actitudes y acciones racistas”, precisó.
“Trabajemos con mayor ahínco en promover que todos los derechos son derechos humanos, entendiendo que todos debemos coadyuvar desde nuestro espacio, aportando un granito de arena para materializar uno de los principios fundacionales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que es la libertad de vivir sin temor”, concluyó la senadora Angélica de la Peña.
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