Adquisición de medicamentos innovadores derivaría en un ahorro al gasto público en salud: Fernando Mayans


Intervención en tribuna del senador Fernando Mayans Canabal, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar una iniciativa para modificar la Ley General de Salud y la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público.

 

Fernando Mayans Canabal, (FMC): Pueblo de México; compañeras y compañeros senadores.

 

Con las reformas efectuadas el 28 de mayo de 2009 a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, se incluyeron novedosas formas de participar en los procesos licitatorios, tales como las ofertas subsecuentes de descuento, compras consolidadas y contratos marco, con la finalidad de que los proveedores y/o prestadores de servicios tuvieran mayor oportunidad de venderle al Gobierno sus productos y servicios.

 

Durante el ejercicio fiscal 2013 y derivado de la compra consolidada de medicamente, que aquí el Senado de la República aprobó esas leyes, el IMSS, que es el que coordina estas compras, obtuvo ahorros superiores a los 3 mil 700 millones de pesos.

 

A finales del mes de diciembre de 2014, dicho instituto anunció que concluyó la compra consolidada de medicamentos para el 2015, por lo que sostuvo que esta compra de 51 mil millones de pesos es considerada la más grande de la historia del sector público de nuestro país en virtud de que es superior en 8 mil millones de pesos a la del año anterior que fue de 43 mil millones de pesos.

 

De esta manera, compañeros y compañeros; senadores, senadoras, se informó en su oportunidad que se llevaron a cabo 14 licitaciones para la adquisición de más de mil 900 claves de medicamentos y material de curación.

 

Los ahorros generados en esta compra por la disminución de los precios con respecto a los de la adquisición del año anterior, ascendieron a cerca de 4 mil 600 millones de pesos que, combinados a los ahorros de 2014 por 3 mil 700 millones de pesos, representa una reducción de precios que se traduce en casi 8 mil 300 millones de pesos en esta administración.

 

Por otra parte, es oportuno reiterar que la innovación farmacéutica tiene como finalidad brindar nuevos y cada vez más eficaces medicamentos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren enfermedades, particularmente las crónico-degenerativas, para que su atención constituya un impacto severo al gasto público de salud.

 

Cabe destacar que la finalidad última del desarrollo de nuevos productos es lograr una mejora en la respuesta del organismo a los medicamentos para lograr una recuperación pronta y eficaz.

 

Dicho objetivo no se alcanza si los institutos de salud pública brindan atención médica a sus derechohabientes con medicamentos que en muchas ocasiones no son los más adecuados y eficientes por no ser resultado de los avances científicos en farmacología.

 

Por ello resulta más conveniente que se le otorgue mayor preferencia a la adquisición de medicamentos innovadores ya que, aun cuando su costo es aparentemente mayor con relación a los que no poseen esta calidad, son más efectivos para tener mayores efectos curativos y producir menos daños secundarios.

 

De esta manera podemos afirmar que el uso y consumo de estos medicamentos en el sector público de salud representa menores costos con relación a los días-cama de pacientes en caso de hospitalización.

 

Además de que se logra una reincorporación más inmediata a la vida laboral de las personas en un periodo mucho más corto.

 

Si bien es cierto que el precio es un factor determinante para la utilización de nuevos medicamentos, también lo es que hay posibilidades de acceder a los recursos necesarios utilizando los ahorros generados de la adquisición de otros medicamentos como lo son los referidos innovadores.

 

Lo anterior se hace necesario si se considera el impacto que tienen enfermedades crónico-degenerativas en el gasto público, más aún cuando el tema de la discapacidad es prioritario en su atención para el sector salud por las cifras que representa un aumento de la enfermedad asociada a ella y con una mayor prevalencia en la creciente población adulta.

 

Con datos de la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares 2014, el 6.6 por ciento del país reporta tener discapacidad. En su mayoría las personas con discapacidad son adultos, un 34 por ciento y adultos mayores 51 por ciento. La enfermedad se reporta como la principal causa de discapacidad en un 39 por ciento; el 16 por ciento de los hogares de México que tiene al menos un integrante con discapacidad gasta el doble en cuidados a la salud, 4.6 por ciento contra el 2.4 por ciento, y erogan más en atención ambulantoria, 77 por ciento en medicamentos sin receta.

 

Los servicios de rehabilitación y aparatos requeridos no son proporcionados por todos los institutos públicos de salud ocasionando incremento en el gasto del bolsillo.

 

Aquí ustedes hacen gestiones, ahí andan deambulando la gente, los derechohabientes porque no les dar las prótesis, no les dan los marcapasos, ahí andan pidiendo limosna en todos los cubículos de diputados y senadores y en la beneficencia pública porque el sector salud no tiene la capacidad de apoyarlos.

 

Un dato relevante, a  considerar, es que las personas con discapacidad requieren de tratamiento de largo plazo. Compañeras y compañeros senadores, la adquisición de medicamentos innovadores resulta prioritaria toda vez que constituye una mejor alternativa respecto de los productos ya existentes, más efectivos y con menos efectos adversos y complicaciones, pero muy pocos, o casi ninguno se encuentra incluido en los cuadros básicos de medicamentos en los institutos públicos de salud debido a su aparente, aparente, costo alto.

 

Considerando que la propia Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios, COFEPRIS, ha reconocido que mientras más medicamentos innovadores se pongan al alcance de los pacientes, se mejorará su calidad de vida al promoverse menor tiempo de hospitalización y con ello se les brindará una mejor atención.

 

Es inevitable el envejecimiento de la población mexicana y por tanto la proliferación de enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes millitus, las enfermedades isquémicas del corazón y cerebro-vasculares, así como las crónicas del hígado, por lo que el sector salud debe orientar su actuación hacia una política de abasto de medicamentos innovadores o de última generación y su respectiva inclusión en los cuadros básicos de medicamentos.

 

En consecuencia, puede reafirmarse que la compra de medicamentos innovadores no debe ser vista como un mero gasto, sino como una inversión. Se los pongo clarito, para que entiendan de qué se trata esto, ojalá pongan atención.

 

Los medicamentos innovadores son el último grito de la moda en farmacología, un paciente va a un hospital y le ponemos medicina de dos pesos como la dipirona, la famosa neumelobrina, para el dolor.

 

Pero hay que agregar a ese gasto, hay que agregar que uno de cada 100 mil enfermos puede tener anemia plástica que nos va a costar 2 y 3 millones de pesos rescatarlo o se va al panteón.

 

Cuando a un paciente le damos un tratamiento de los que habitualmente hay en el sector salud, la mayoría se tarda una semana, 15 días en recuperarse, y el gasto de la cama, día-cama, el gasto de la ropa hospitalaria, de la comida, el gasto de enfermeras, de médicos, eso hay irlo sumando y no nada más ver si esta ampolleta vale dos pesos y esta innovación vale 300 pesos.

 

Porque ese es el concepto que tenemos en la mente, entre ceja y ceja para poder tomar decisiones de adquirir las medicinas, la de dos pesos o la de 300 pesos, y nos vamos por la de dos pesos. Pero nos sale más caro, nos sale el tiro por la culata, como dice la gente.

 

Entonces tenemos que impulsar que los obreros, los campesinos, los pescadores, puedan tener acceso a las medicinas modernas y no les estemos dando medicamentos que traen muchas complicaciones y efectos secundarios.

 

De esto se trata, que no nada más en el Hospital Ángeles del Pedregal, en el Hospital ABC o en las clínicas de lujo privadas puedan tener acceso a los medicamentos innovadores, sino todo el pueblo de México pueda llegar a los institutos, a los hospitales, a los centros de salud y exista medicina de calidad, que además va a redituar en las horas de trabajo para el país.

 

En lugar de tener a un enfermo 15 días en una cama, lo vamos a tener dos días o tres y va a reincorporarse rápidamente a su empleo. Ésa es la visión, no hay que estar miope, y se los digo a todo el sector salud.

 

De esta forma, con la presente iniciativa propongo, en la Ley General de Salud, establecer como facultad de la Secretaría, la implementación de medidas y acciones necesarias  a efecto de impulsar y fomentar la disponibilidad de estos medicamentos biotecnológicos, innovadores, con el objeto de hacerlos accesibles a la población que menos tiene.

 

Precisar como parte de las atribuciones de dicha Secretaría la de diseñar y promover como parte sustancial del sistema de protección social en salud unas políticas de consolidación tendientes a reducir los costos de adquisición de estos medicamentos.

 

Por cuestiones de tiempo, les explico, rápido. Tenemos un ahorro este año en la compra consolidada en que participa el IMSS, el ISSSTE, Pemex, Salubridad, con el Seguro Popular, de más de 4 mil millones de pesos, ¿adónde se va el ahorro, quién sabe adónde se fue el ahorro? Se compran automóviles, escritorios, se gasta, menos en salud.

 

Tenemos, y la propuesta es que el 50 por ciento de los ahorros en la compra de medicamentos se vayan a medicamentos innovadores para la gente que menos tiene, que no haya mexicanos de primera y mexicanos de tercera, que todos podamos, el ejemplo más claro es la hepatitis C, tenemos que tener esa vacuna en México, porque la hepatitis C en el 99.9 por ciento de los casos se cura y, si no, tenemos cirrosis, cáncer de hígado, etcétera.

 

Ojalá la puedan leer y puedan apoyar esta proposición, esta iniciativa con proyecto de decreto.

 

Por su atención, muchas gracias. Y saludo con afecto y cariño a mi pueblo querido, México.

 

Muchas gracias.

 

 

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