Intervención del Senador Armando Ríos Piter en reunión de Comisiones Unidas de Anticorrupción


Intervención del Senador Armando Ríos Piter en reunión de Comisiones Unidas de Anticorrupción y Participación Ciudadana; Justicia; y Estudios Legislativos, Segunda, para revisar Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción y Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

·         Hay una iniciativa; hablo de la que representa el Grupo Parlamentario del PRD que busca poner al Comité de Participación Ciudadana en el corazón del sistema. Que los cinco representantes ciudadanos sean el catalizador del funcionamiento del sistema.

 

·         ¿Qué queremos en el PRD? Que sean los ciudadanos los que presidan el sistema. Una por el simbolismo que esto significa; nos parece que es algo importante, a final de cuentas a quién le duele, a quién le pega, a quién le afecta la corrupción, pues es a quien es dueño del dinero público.

 

·         Poner al centro a los ciudadanos nos parece que es plantear quién puede ser quien le dé seguimiento, supervisión, precisamente a las distorsiones que el manejo del dinero público llega a tener.

 

·         En términos de funcionalidad también es significativo, porque permite que esté el ciudadano, como actividad específica, representado en ese Comité de Participación Ciudadana, y revisando que las instituciones no hagan lo que hasta la fecha han venido haciendo.

 

·         Necesitamos a alguien que esté es como cuchillito de palo enchinchando a ese secretario de la Función Pública: oye hay un expediente de esta naturaleza y te llevas haciendo guaje dos, tres, cuatro, cinco meses.

 

 

Armando Ríos Piter: …que tiene con esta ley del Sistema Nacional Anticorrupción. Sería –repito-preocupante y quiero señalar algo que he podido comentar con varios compañeros.

 

Es como cambiar todo un régimen de responsabilidades, tener nuevas sanciones, tener todo un Ferrari de castigos y de apremios, y de pronto tener el esquema institucional igual o peor que las autoridades -que son las que tenemos- en las que confiamos la aplicación de la ley, y que ya se ha comentado que la impunidad es una gran parte del problema, o es la hermana gemela, así se ha dicho en estas mesas, de la corrupción, pues que no encuentre una modernización del mismo calibre con el mismo talento, y del mismo tamaño en la parte institucional. Y por eso la ley del sistema es fundamental.

 

Quiero solamente hacer una apreciación, para tal vez arrancar puntos sobre los cuales seguramente habremos de trabajar de la misma forma; tener un documento común, que en este caso tal vez sea el segundo documento de la comisión. No sé si eso lo compartan mis compañeros, pero ya que es un ejercicio, podría ser.

 

Sin embargo, hay temas a discusión; como ustedes saber el sistema tiene un Comité de Coordinación donde están siete actores, dentro de los cuales seis son instituciones públicas: el INAI, la Auditoría Superior de la Federación, la Secretaría de la Función Pública, la Fiscalía Anticorrupción, el Consejo de la Judicatura, y el Tribunal de Justicia Administrativa.

 

Y hay una séptima silla –que así coloquialmente cuando hemos dialogado con las organizaciones, así se le ha hecho llamar- que es el Comité de Participación Ciudadana, y me parece que la dimensión, las capacidades, las facultades que le demos a este Comité de Participación Ciudadana, pueden darnos un resultado de política pública, u otro de 180 grados diferente.

 

Hay tres iniciativas –y aquí sí puedo comentar sobre las tres- hay una iniciativa; hablo de la que representa el Grupo Parlamentario del PRD que busca poner al Comité de Participación Ciudadana en el corazón del sistema. Que los cinco representantes –ciudadanos y ciudadanas- sean el catalizador del funcionamiento del sistema.

 

Y me quiero dar a explicar para no caer en presunciones de lo que estamos tratando de entender en el Grupo Parlamentario del PRD.

 

Cada institución de las que componen el Sistema Nacional Anticorrupción tiene un objetivo muy claro de por qué está ahí; hace rato decía el senador Encinas –lo uso como ejemplo- ¿qué va a pasar con el Poder Judicial? si ahí también es parte del problema que tenemos de corrupción. Bueno, pues precisamente por eso tenemos en el sistema el Consejo de la Judicatura; es uno de los elementos que siendo parte de la supervisión, de los distintos actores involucrados en la función pública, pues pueda directamente involucrarse, incidir y arreglar los problemas, saber de los problemas de corrupción que pueda estar habiendo en el poder de la Judicatura.

 

Pero no exclusivamente él, seguramente complementará, se coordinará, hará sinergia con lo que pueda saber el Instituto Nacional de Acceso a la Información, seguramente si hay algún tema que ocupe sanciones penales, será la Fiscalía Anticorrupción, si son temas que tiene que ver con el funcionamiento de funcionarios públicos, la Secretaría de la Función pública. Y así cada uno de ellos.

 

Pero decidimos en el cambio constitucional que hicimos, construir una representación de los ciudadanos, que lo único que tiene que hacer es estar ahí presentes; pues hay de dos formas de entenderlo, la iniciativa del PRI –la comento- plantea que quien presidirá el sistema serán todos los órganos administrativos, salvo el Comité de Participación Ciudadana.

 

La iniciativa del PAN plantea que será una rotación de la presidencia, en la cual a veces será la Secretaría de la Función Pública, después la Auditoría Superior de la Federación, y eventualmente le tocará a los ciudadanos.

 

¿Qué queremos en el PRD? Que sean los ciudadanos los que presidan el sistema. Una por el simbolismo que esto significa; el tema simbólico –perdón si brinca mucho el sonido- el tema simbólico nos parece que es algo importante, a final de cuentas a quién le duele, a quién le pega, a quién le afecta la corrupción, pues es a quien es dueño del dinero público. ¿Quién es el dueño del dinero público? El ciudadano o la ciudadana.

 

Poner al centro a los ciudadanos nos parece que es plantear quién puede ser quien le dé seguimiento, supervisión, precisamente a las distorsiones que el manejo del dinero público llega a tener, y en ese sentido, presidir el Sistema Nacional Anticorrupción nos parece importante.

 

Nos parece que en términos de funcionalidad también es significativo. Nos parece que es funcional, porque permite que esté el ciudadano, como actividad específica, representado en ese Comité de Participación Ciudadana, y revisando que las instituciones no hagan lo que hasta la fecha han venido haciendo.

 

Sabemos que en mucho de lo que no funciona en nuestras instituciones a la fecha es: oiga actúese en contra de tal funcionario, y de repente pues la Secretaría de la Función Pública, pues agarra el expediente y lo congela porque es tal o cual funcionario público, y entonces, dependiendo de qué tan cerca es del poder o no, pues se va en contra de él o no. Es decir, ocurre un congelamiento.

 

Necesitamos a alguien, pues que lo que esté es como cuchillito de palo –perdón por utilizar la coloquialidad- pues enchinchando ese secretario de la Función Pública: oye hay un expediente de esta naturaleza y te llevas haciendo guaje dos, tres, cuatro, cinco meses.

 

Esa es la función del ciudadano como catalizador y como actor digamos, que permita darle funcionalidad.

 

Y nos parece –y con eso cerraría el comentario, o por lo menos lo ofrezco como un tema de salida- que en entender cómo pensamos que el sistema vaya a funcionar y cuál es la presencia que le queremos dar a los ciudadanos, pues podemos tener un tipo de política pública como la que –estoy tratando de plantear- donde los ciudadanos sean los catalizadores del sistema, u otro donde solamente sean testigos de palo –dicen en mi tierra- que estén ahí pues solamente viendo cómo van pasando las cosas.

 

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