Estoy convencido que ese espacio que deja hoy la ministra Olga Sánchez Cordero, tiene que ser ocupado por una nueva ministra, mujer


Intervención del Senador Armando Ríos Piter en contra de la terna que sustituye a la ministra Olga Sánchez Cordero.

·         Tenemos que preguntarnos si la decisión de nombrar ministros y ministras que hoy está a punto de tomarse, tendrá la altura y la dimensión que requiere hoy un país, que por lo menos en los últimos 12 meses, ha estado plagado de temas que le duelen a la nación. 

·         Esta mujer, que estamos a punto de votar que merece todo mis respeto -todo mi respeto por ser mujer, por ser profesional- pero no merece mi voto porque representa el último lugar en desempeño de todas las magistradas de circuito, por lo menos en esta tabla que es la que saca el Poder Judicial. 

·        «ya tenemos acuerdo de que vamos a votar por una ministras ¡ah! Y si alguien se pone en contra, y vamos a decir que no a la calidad en la terna de las mujeres ¡hay que acusarlos de misoginia!»

·         Estoy convencido que ese espacio que deja hoy la ministra Olga Sánchez Cordero, tiene que ser ocupado por una nueva ministra, mujer. 

·         Me he manifestado públicamente en los últimos meses, a favor de que haya equidad de género en la Corte, pero yo no puedo avalar, que si lo que es nuestro compromiso constitucional, es decir, que por la eficiencia, por la calidad y por la capacidad, yo no puedo avalar ese voto. 

·         Muchos de ustedes no solamente no asistieron a las sesiones y no preguntaron; a muchos de ustedes les dijeron hoy, por quién tenían que votar. Ese no es el compromiso por el cual fueron votados y por el cual responden a sus estados de la República.

 

Armando Ríos Piter: Con su permiso señor presidente.  Sin duda alguna en este debate hay que analizar y hay que reflexionar de dónde venimos, especialmente para saber cuáles son las razones por la cuales debemos de votar o no, por los que son candidatos y candidatas de estas ternas.

Venimos de una amarga experiencia en la votación de Eduardo Medina Mora; Eduardo Medina Mora dejó el sabor en una importante proporción de los ciudadanos y ciudadanas de este país, de que era un candidato a modo, un candidato no solamente del presidente, sino un candidato de intereses y de poderes fácticos.

Hoy está en la Corte, hoy es ministro de la Suprema Corte de Justicia, y con ese ambiente se supo hace algunos meses, que había un acuerdo entre el PRI y el PAN para poner o para imponer a ministro o a ministra que sustituyera a Olga Sánchez Cordero, o al ministro Juan Silva Meza.

Y en ese contexto compañeros, más allá de 128 hombres y mujeres que estamos aquí como senadores, una importante movilización de la ciudadanía, inclusive un grupo de distintos actores; ciudadanos, organizaciones, miembros de la academia, se manifestaron porque no hubiera en la Corte, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ni cuotas ni cuates.

Así, en ese contexto, se plantó la necesidad también de que hubiera una amplia auscultación; eso motivó que la Comisión de Justicia tuviera mucho más tiempo en la revisión, que el que se le había destinado en aquel momento a Eduardo Medina Mora.

También se planteó la necesidad de equidad de Género. Al salir Olga Sánchez Cordero, quedarían –si el presidente mandaba puros hombres- quedaría solamente una mujer de 11 ministros de la Corte.

Pero es de ahí donde venimos compañeros a votar y a discutir este dictamen. Por eso es importante resaltar –y yo no comparto a quienes han festejado el trabajo de la Comisión de Justicia- sí que bueno que hubo más tiempo, sí que bueno que pudo haber más condiciones para preguntar y yo –lástima que se fue el Senador Jesús Casillas- sí estuve en todas las comparecencias.

Sí estuve en todas las comparecencias y sin duda alguna, si bien hubo un avance importante en la Comisión, hay que destacar compañeros, que frente a cómo funciona este proceso en otros países, seis horas del día es poquito, un día es poco.

Allá compañeros, en otras latitudes tardan semanas e incluso meses, porque lo que se define cuando se vota un ministro o ministra, es a quién va a estar en el máximo tribunal del país; aquél que va a ser por todos los mexicanos, el que termine dirimiendo las controversias que signifiquen lo que somos como país a la luz de la Constitución.

De eso trata la discusión de hoy, de ahí venimos y especialmente es ahí donde tenemos que preguntarnos si la decisión de nombrar ministros y ministras que hoy está a punto de tomarse, tendrá la altura y la dimensión que requiere hoy un país, que por lo menos en los últimos 12 meses, ha estado plagado de temas; temas que le duelen a la nación y que si no logramos tener un tribunal que esté a la altura de la dimensión: de una escapatoria del Chapo, de un tema como Ayotzinapa, de un tema como el de Tlatlaya, de un tema como los asesinatos de Tanhuato, pues no tendremos -compañeros y compañeras- la dimensión, no solamente en ese tribunal, sino la dimensión de lo que significa ser senadores y senadores de la República, en un momento en que la República pide de nosotros, altura de miras.

¿Por qué hago esta reflexión compañeros? Porque el artículo 95 de la Constitución, establece a la letra: los nombramientos de los ministros deberán recaer preferentemente entre aquellas personas que hayan servido con eficiencia, capacidad y probidad, en la impartición de justicia, o que se hayan distinguido por su honorabilidad, competencia y antecedentes profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica.

Esta pregunta senador Jesús Casillas –y usted estuvo en algunas de ellas- usted vio que se la hice a todos los candidatos, usted vio que reiteradamente ésta fue la pregunta que yo le hice a las tres mujeres y a los tres hombres que hoy estamos a punto de votar.

Y le doy un ejemplo; una de las candidatas –que es por lo que entiendo es por la que hay un acuerdo el día de hoy para que sea votada como ministra en el máximo tribunal de justicia del país- esta misma gráfica es la que yo le puse al frente. Esta gráfica es la que identifica cuáles son los resultados de esta potencial ministra el día de hoy, como magistrada del Tribunal de Circuito, y la pregunta que le hice yo fue: Dígame por qué, a la luz del texto constitucional, usted destaca por la eficiencia.

Porque esta mujer, que estamos a punto de votar que merece todo mis respeto; todo mi respeto por ser mujer, por ser profesional, pero no merece mi voto porque representa el último lugar en desempeño de todas las magistradas de circuito, por lo menos en esta tabla que es la que saca el Poder Judicial.

Esto es compañeros y compañeras la realidad; no se trata solamente de venir y que le cuenten a uno en el desayuno de la mañana: «ya tenemos acuerdo de que vamos a votar por una ministras ¡ah! Y si alguien se pone en contra, y vamos a decir que no a la calidad en la terna de las mujeres ¡hay que acusarlos de misoginia!»

Compañeros, se los digo con toda seriedad y con toda responsabilidad. Estoy convencido que ese espacio que deja hoy la ministra Olga Sánchez Cordero, tiene que ser ocupado por una nueva ministra, mujer.

Y estoy convencido también, que en el tribunal o en todos los tribunales o en los juzgados, hay mujeres capaces, contundentes, con energía y con visión progresista, que pueden llegar a la Corte.

Y me he manifestado públicamente, en los últimos meses, a favor de que haya equidad de género en la Corte, pero compañeros, yo no puedo avalar que si lo que es nuestro compromiso constitucional, es decir, que por la eficiencia, por la calidad y por la capacidad, estamos por votar por una persona, por un nombre, pues compañeros, yo no puedo avalar ese voto.

Este es el resultado del trabajo que ha tenido la magistrada Piña, en el desempeño como magistrada. Y les puedo citar cada uno de los ejemplos, porque así le pregunté al procurador del Estado de México, así le pregunté a cada uno de los que estuvieron aquí presentes, y consta, no solamente en los videos del Canal del Congreso, que hoy compañeros y compañeras, no tiene la calidad suficiente, las ternas que se presentan.

Yo les pido que reflexionen su voto; muchos de ustedes no solamente no asistieron a las sesiones y no preguntaron; a muchos de ustedes les dijeron hoy, por quién tenían que votar. Ese no es el compromiso por el cual fueron votados y por el cual responden a sus estados de la República.

Es cuanto señor presidente. 

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