Yo veo mucha dignidad en las mujeres de todo México: Miguel Barbosa


Discurso pronunciado por el senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, al inaugurar el foro “La Brecha de Género en el México Rural”.

 

Miguel Barbosa Huerta (MBH). Buenos días a todas, en su mayoría, que son más, y a todos, los pocos hombres que se encuentran en esta reunión.

 

Primero a las diputadas, bienvenidas diputadas: la diputada Cecilia González; la diputada Fernanda Schroeder; la diputada Dulce Muñiz y la diputada Verónica Carreón. Bienvenidas legisladoras, en este esfuerzo que hace el Senado de la República a través del Instituto Belisario Domínguez; la Comisión de Igualdad de Género.

 

Celebro el entusiasmo de los organizadores, del senador Jorge Luis Preciado, aun cuando no está presente él es el Presidente del Instituto Belisario Domínguez, el Instituto de Investigación Legislativa más importante del país.

 

Celebro la presencia de los académicos que integran la estructura del Belisario Domínguez.

 

Celebro el entusiasmo de la senadora Mely Romero Celis, presidenta de la Conferencia Nacional de Mujeres Rurales.

 

El entusiasmo siempre por estos temas, como el de todas las mujeres, de la guerrera Diva Hadamira Gastélum Bajo.

 

La presencia de Angélica Araujo, y desde luego, en una mesa de mujeres, de tantas mujeres, personajes empoderadas, son cuatro, cinco, seis, siete mujeres y Roberto Albores. También Roberto, del Comité de senadores del Instituto Belisario Domínguez.

 

Pero sobre todo, les doy la bienvenida a todas ustedes: presidentas municipales de diversos estados de la República, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla –mi estado–. La presencia de dirigentes sociales, políticas, en organizaciones de mujeres y organizaciones de mujeres y de hombres.

 

Yo le dije a Diva, ahora que me paraba, que voy a hablar de un asunto de una realidad que yo conozco. Yo soy de un pueblo de la región de Tehuacán, Puebla, que se llama Zinacatepec. Nací en 1959 en la época de la transición; había un momento del campo esplendoroso: el Fenómeno Verde, el “Milagro verde de México”.

 

Mi pueblito fue destacado por el entonces Presidente de la República como un ejemplo de productividad agrícola, Zinacatepec; elote, la gran producción de elote que desde ahí se generaba y, desde luego, Guasave, que es una inflexión de México al mundo en lo que es la producción agrícola.

 

Hoy, el campo de mi pueblo está devastado. La falta de orientación, la falta de ayuda técnica hizo que la tierra se agotara, ya no hay campo. Y como el medio rural determina a los hombres y a las mujeres, sin duda que las mujeres rurales tienen una afectación enorme en lo que se refiere al medio donde se desenvuelven.

 

La brecha de género en el México rural, yo la entiendo como todas las mujeres que todos los días hacen camino al andar, como dice la poesía y dice la canción “Los cantares”. Ellas son las mujeres que hacen brecha; brecha es camino y es el esfuerzo que todo el tiempo realizan las mujeres para luchar por su dignidad, por su dignidad como personas.

 

Y yo veo mucha dignidad en las mujeres de todo México, pero me refiero solamente a las rurales; no solamente a las que van al campo a trabajar con sus maridos y con sus hijos, yo lo he visto, yo lo viví, lo compartí. No solamente esas mujeres, no solamente las que salen a trabajar a veces como trabajadoras domésticas en el mismo medio rural o las que tienen una agroindustria o las que forman parte de un esquema de trabajo que antes no había y hoy hay de maquiladoras, porque sigue siendo medio rural, aun cuando son industrias donde se desarrolla todo y es en el medio rural.

 

Pero también me refiero a las que se quedan en su casa. A las mujeres que, por la condición que las rodea, se quedan en su casa a atender a su hogar, a educar a sus hijos, a atender a su esposo y a atenderse a sí misma. Actúan con dignidad, con igual dignidad que cualquier otra.

 

Ellas también hacen brecha de género en el México rural; ellas también la hacen. Ellas son mujeres empoderadas, porque yo quiero referirme a dos términos: la dignidad y el empoderamiento. La dignidad que desarrolla cada mujer en el ámbito en donde se encuentra; la dignidad con que rechaza la dejación, el atropello, la violencia de género; la dignidad para querer a sus hijos, para querer y amar a su esposo, para poder generar la mejor educación y los mejores valores para toda su familia.

 

¿Son mujeres empoderadas o no lo son? Sí lo son; sí lo son.

 

En ese entorno se desarrolla la mujer en el México rural, yo las conozco, las he tratado, las quiero, forman parte de mi entorno, las trato cada vez que voy a mi pueblo natal y a mi región.

 

Son mis comadres, son mis amigas, les bautizo hijos cada fin de año, les caso hijas, hijos, formo parte de este medio y conozco ese medio y por eso creo que actúan con toda dignidad y están empoderadas.

 

Son verdaderas mujeres que hacen influencia sobre su familia, bueno, yo eso no lo veo ni mal, el acomodo de la relación entre mujer y hombre en una vida común, conyugal, si es una relación con dignidad y con respeto, cada quien juega el papel que al dignidad le permite jugar.

 

Les voy a hablar de mi esposa.

 

Mi esposa es abogada, tiene dos maestrías, atendía mi despacho cuando estábamos en Tehuacán y ella se quedó con el despacho cuando yo comencé en la política profesional.

 

Hoy está en la casa y lo hace con mucha dignidad y la tratamos con mucha dignidad y es nuestra líder, sin ella no podríamos vivir, sin mí sí se podría vivir en la casa, sin mí sí, sin las mujeres no.

 

Y es el empoderamiento. Al fin de las cosas el hombre baja las manos y las mujeres las mantienen arriba, de verdad que sí.

 

Entonces, sigamos apoyando este tipo de eventos, sigamos proveyendo una cultura de la dignidad de las mujeres en el ámbito rural y en la ciudad y en todos los ámbitos, sigamos generando brechas de género en todo nuestro país y en todos nuestros ámbitos y este foro va a servir para reflexionar sobre realidades, las realidades que se hacen en el camino al andar.

 

En esas condiciones, les pido que nos pongamos de pie para inaugurar este foro.

 

Siendo las diez horas, veintiséis minutos, de este día miércoles doce de noviembre del año dos mil catorce, en esta hermosa sede, la vieja casona de Xicoténcatl, antigua sede del Senado de la República, declaro, como Presidente del Senado, formalmente inaugurado el Foro de Discusión “La Brecha de Género en el México Rural”, estando seguros del éxito de los trabajos de lo útil que será y que será para el Poder Legislativo, porque tendremos insumos para poder generar mejores leyes, que es nuestra obligación.

 

Gracias, felicidades.