Versión de la participación del senador del Grupo Parlamentario del PRD, Juan Manuel Fócil Pérez, para hablar en contra del proyecto de decreto por el que se reforma el Artículo Décimo Tercero Transitorio de las Ley de Hidrocarburos Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de agosto de 2014


Ciudad de México, 29 de abril de 2021.

 

Gracias, presidente. Buenas tardes, compañeras y compañeros legisladores. El tema que hoy nos ocupa, al igual que la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica y las modificaciones y adiciones a la Ley de Hidrocarburos, guarda la misma esencia: Una inconstitucionalidad latente. O sea, no se está respetando la Constitución.

Nuestro texto constitucional es claro: Las prácticas monopólicas están prohibidas. Y el mercado de los hidrocarburos no es ajeno a esta regla, su funcionamiento debe sujetarse a un régimen de competencia económica y libre concurrencia.

Para alcanzar dicho objetivo y mantener un mercado eficiente, la Ley de Hidrocarburos, hasta el día de hoy, tiene previsto algo que se llama una regulación asimétrica, la cual consiste en buscar darle participación a los productores privados chicos, para que vayan creciendo, vayan fortaleciendo el mercado y se vaya hablando de esa libre competencia. Esta es la regulación asimétrica, se les da cierta ventaja a productores pequeños. De esta manera, evitan que algún participante tenga ventaja sobre los demás y sea susceptible de controlar el mercado, como pasa todavía hoy con Pemex.

La eliminación de esta medida generaría efectos negativos e implicaría desequilibrar dicha balanza todavía más en favor de Pemex al otorgarle el control del mercado y sacando del juego a los demás competidores, constituyendo así un monopolio y permitiendo que se puedan imponer precios a conveniencia o conforme a las necesidades de esta empresa paraestatal, así como de establecer medidas anticompetitivas a quienes quieran adquirir gasolina al mayoreo.

¿Perjudicando a quién? Pues finalmente al pueblo, a consumidor, que tendría que pagar los costos de ineficiencia y de burocracia, como nos ha ocurrido muchísimas veces aquí en México cuando no había competencia en muchos mercados, cuando había muchos monopolios del gobierno, del Estado.

El fin de la regulación actual asimétrica es limitar el poder dominante de Pemex en tanto se logra establecer una diversificación en el mercado y con ello una competencia económica efectiva. De ahí la razón por la cual se encuentra previsto en el régimen transitorio, es decir, es una medida temporal esta regulación asimétrica, y que una vez alcanzado el objetivo de más competencia deja de surtir efecto este Artículo Transitorio.

En ese sentido, la Comisión Reguladora de Energía estableció como condición para dejar de aplicar la regulación asimétrica sobre Pemex, que al menos el 30 por ciento de las ventas conjuntas de gasolina y diésel de cada zona del país, se lleven a cabo por agentes económicos distintos a Pemex.

La problemática radica en que sigue existiendo una clara preferencia hacia Pemex, que continúa siendo el principal mayorista en el mercado de hidrocarburos. En el 2020 suministró el 87 por ciento de las gasolinas y el 72 por ciento de diésel, mientras que en lo que va del 2021 mantiene el 81 por ciento de gasolinas y 71 por ciento de diésel.

Es evidentemente que Pemex continúa manteniendo una dominancia en el mercado de los hidrocarburos y es más evidente que ello no ha significado algún beneficio para los mexicanos. Por ejemplo, hoy el precio de la gasolina sigue en aumento y quiero recordarles que en campaña decían que la gasolina la iban a bajar al 50 por ciento de los precios que tenía el gobierno de Peña Nieto, en ese entonces, lo cual no ha ocurrido, inclusive, el gas en los últimos cinco meses subió un 40 por ciento su precio.

¿Qué beneficio tendría otorgarle el poder absoluto a una empresa que ya es la mejor posicionada del mercado nacional y que pese a ello ha demostrado ser obsoleta, que se niega a reinventarse y que no es competitiva? Vale la pena comentarlo, no es que uno tenga intereses ajenos, la verdad que no conozco a ningún empresario de ninguna empresa extranjera que esté trabajando en México; no es que uno sea antimexicano, eso me parece bastante obtuso que lo comenten aquí en tribuna queriéndose hacerlos nacionalistas.

Qué bueno que en México haya diversas formas de pensamiento, qué bueno que tengamos diferente criterio, el día que todos pensemos igual no sé qué puede pasar con este país, pero no sería bueno. Gracias a la gente que piensa diferente es que los países avanzan, la ciencia avanza y todo avanza. Entonces, ¿qué necesidad hay que desde la mayoría parlamentaria se impulsen proyectos sin debate y análisis, sin argumentos y que se pierdan en los tribunales porque son anticonstitucionales?

En el Grupo Parlamentario del PRD reiteramos que el mercado de los hidrocarburos debe estar bien regulado, ser competitivo y permitir la participación de más competidores en condiciones de libre competencia y concurrencia, y así evitar que se afecte en el futuro aún más a los usuarios finales.

Quiero nada más concluir comentando lo siguiente. China y Rusia eran comunista y socialista, ambos se abrieron al mercado, ambos permitieron que llegaran a participar a sus países otras empresas, hoy, bueno, desde hace muchos años, 20 años, China crece al 10 por ciento anual toda su economía y México, estamos estancados prácticamente, y Rusia, crecimientos del cuatro al cinco por ciento.
Esto eso, no es tan malo, si a esos países les ha funcionado el libre mercado y a los países desarrollados también, ¿por qué nosotros vamos hacia atrás queriendo fortalecer monopolios del Estado? Muchas gracias. Buenas tardes a todos.