Ciudad de México, 07 de julio de 2021.
Gracias presidente. Compañeras legisladoras, compañeros legisladores. En México las niñas y los niños, representan el 30 por ciento de la población, es decir, equivale a 38.5 millones de personas respecto de las cuales el Estado mexicano tiene la obligación de velar por su interés superior, tal como lo expresa el Artículo 4 de la Constitución federal, en el que por cierto también se consagra como un derecho constitucional la protección a la salud.
A nivel internacional, nos comprometen con las niñas y los niños, diversos instrumentos como la Convención sobre los Derechos del Niño ratificada el 21 de septiembre de 1990, así como los relativos a la prohibición de la explotación laboral, sexual, entre otras. Sin embargo, la realidad de la que no podemos abstraernos señala que en México, cada cuatro horas fallece un niño o niña por cáncer, lo cual se constituye en la segunda causa de muerte en niñas y niños de cinco a 14 años, sólo superada por la muerte ocasionada por accidentes.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, cada año 7 mil niñas y niños menores de 18 años enferman de algún tipo de cáncer. El diagnóstico y tratamiento de las niñas y niños tiene un gran impacto físico, social, psicológico y económico, tanto para estos pequeños pacientes como para sus familiares.
Por ello, compañeras y compañeros, el desabasto de cualquier medicamento y de manera especial los medicamentos oncológicos, es un tema que debe llamar poderosamente nuestra atención, ya que, estamos hablando de vidas, del bienestar de las familias y del compromiso del Estado mexicano con la salud de las infancias.
Esta soberanía, es parte del Estado mexicano, por lo que debemos ser claros en el pronunciamiento sobre el particular, sin estridencias, sin apasionamientos, pero dejando firme nuestra preocupación sobre lo que hoy nos convoca, y de manera enfática nuestra disposición para encontrar soluciones.
Hoy no tenemos claridad sobre las cifras reales del desabasto, tampoco conocemos la exactitud o certidumbre de los indicadores que diversas organizaciones han elaborado. Sin embargo, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), más de mil 600 niñas y niños han perdido la vida por falta de tratamiento oncológico a causa del desabasto de medicamentos.
Colectivos e iniciativas como la plataforma “cerodesabasto.org”, el “Centro de Análisis e Investigación: Fundar” o a la “Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer”, señalan que, hasta el 31 de diciembre de 2020, habían recibido más de 3 mil 700 reportes de desabasto de medicamentos, mientras que en 2019 solo contabilizaron mil 175, es decir hubo un incremento de 117 por ciento.
Esta tendencia en el aumento de los reportes concuerda con el número de quejas presentadas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), las cuales se han elevado 410 por ciento.
Asimismo, señalan que las entidades federativas donde hay más reportes en este sentido son Estado de México, Chihuahua, Jalisco, Ciudad de México, Nuevo León y Veracruz. Juntas, esas entidades concentran 55 por ciento de las quejas.
Por su parte, el “Movimiento Nacional por la Salud Papás de Niños con Cáncer” asegura que actualmente unos 20 hospitales a nivel federal y 15 centros de salud estatales registran entre un 70 y un 90 por ciento de desabasto de medicamentos de quimioterapia. De igual forma, los padres de familia integrantes de este movimiento afirman que hay una escasez de al menos 39 claves de medicamentos para tratar el cáncer infantil.
Así, compañeras y compañeros, reiteramos la urgencia para que desde esta tribuna busquemos coadyuvar para encontrar una salida al grave problema que ha representado esta centralización de medicamentos. Datos de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), señalan que entre 2018 y 2019, poco más del 60 por ciento de las claves de medicamentos quedaron desiertas.
Ante este escenario, cuando se anunció que la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) se encargaría de las compras consolidadas de medicamentos para el periodo 2021-2024, se consideró que la situación podría solventarse, sin embargo, las cifras dan cuenta de que no ha sido así.
Por ello, desde el Grupo Parlamentario del PRD queremos ser claros en que la solución a este problema, también puede ser un factor de coadyuvancia el que se propongan diversas soluciones o salidas desde las Cámaras Legislativas.
Se trata de un asunto regulatorio en donde esta soberanía no debe renunciar a asegurar el tratamiento a las personas que padecen cáncer, máxime que ya hemos avanzado con la aprobación de la Ley General para la Detección Oportuna del Cáncer en la Infancia y en la Adolescencia.
Quiero insistir en señalar que, aún falta más trabajo legislativo, es urgente que México cuente con un “Plan Nacional para la Prevención y Control Integral del Cáncer”, sobre el mismo ya hay una iniciativa presentada pero aun postergada. Debemos acelerar el paso. Hoy, la experiencia internacional es muy clara y no deja lugar a dudas. Es indispensable contar con un Plan Nacional que nos permita anticipar situaciones que puedan generar escasez o falta de acceso a los medicamentos.
Para darnos una idea del tamaño del reto que debemos enfrentar, para 2030, de acuerdo con la revista Lancet Oncology, el número global de personas con cáncer pasará de 7 millones por año a 22.2 millones de personas, un aumento del 75 por ciento, lo cual será una presión aún mayor para el suministro mundial de medicamentos para países exportadores. En este sentido, debemos aprovechar que México tiene una industria farmacéutica que está entre las primeras del mundo y la segunda en América Latina.
Por ello, desde hoy hacemos nuestras las recomendaciones que ya ante esta experiencia se han planteado en otros países y que ha retomado la Sociedad Europea de Medicina Oncológica, los planteamientos son muy claros y los vamos a detallar de la siguiente forma: Uno, establecer con la obligación legal de contar con un protocolo para la notificación temprana de escasez de medicamentos; dos, establecer planes estratégicos regionales o interregionales para enfrentar situaciones de escasez; tres, introducir incentivos para la infraestructura de producción, así como mecanismos financieros para atacar las causas de la escasez e incentivos para mantener la producción de estos sectores; cuatro, establecer obligaciones y marcos regulatorios especiales para los medicamentos del cuadro básico universal basado en las recomendaciones de la ONU.
Así compañeras y compañeros, el cáncer en las niñas y niños debe ser una prioridad en la salud pública de México, es la principal causa de muerte por enfermedad, como lo he señalado, entre los cinco y 14 años de edad, son miles de vidas las que cobra al año. El cáncer, por el número de casos a nivel mundial es, y no lo podemos señalar de otra manera, es una pandemia silenciosa, por ello, es tiempo de construir y de trabajar juntos y lo más importante, es tiempo de cuidar y salvar la vida de las niñas y de los niños.
Patrick Swayze, quien falleció, precisamente, a raíz de un cáncer de páncreas, señaló y me parece que lo señaló correctamente: “Juntos podemos construir un mundo donde el cáncer no signifique más vivir con miedo o sin esperanza”. Es hora de actuar compañeras y compañeros. Muchas gracias presidente. Es cuanto.
