Versión de la participación del coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, Miguel Ángel Mancera Espinosa, para referirse al año del “Bicentenario del inicio de la Independencia de México»


Ciudad de México, 29 de agosto de 2021.

 

Muy buenos días a todas y a todos. Saludo al presidente de la Mesa Directiva y a todas mis compañeras y compañeros. Para el Grupo Parlamentario del PRD es un gusto poder participar en esta ceremonia histórica en la que recordamos el proceso de Independencia de México y de manera especial, su consumación hace casi 200 años.

Hoy al develar la inscripción 2021 “Año del Bicentenario de la Independencia de México”, recordamos y reafirmamos que las luchas e ideales de las heroínas y héroes de esa gesta, forman parte de nuestra tarea legislativa.

No es casual que en este recinto tengamos la figura tutelar del Siervo de la Nación, José María Morelos y Pavón y en la parte central de la Mesa Directiva, como faro de nuestro trabajo parlamentario, la frase de Don Vicente Guerrero: “La patria es primero”.

Al reflexionar sobre los antecedentes en nuestro país de la defensa de los derechos humanos, debemos mencionar a Don Miguel Hidalgo y Costilla, con la abolición de la esclavitud, del 6 de octubre de 1810; la primera que se realizó en el continente americano. Tres años después, Morelos, como generalísimo de América, siguió ese ejemplo, y decretó otra abolición de la esclavitud y la supresión de castas.

La historia constitucional de nuestro país, de la cual somos protagonistas, no se podría entender sin la promulgación de la Constitución de Apatzingán en 1814, la cual, a pesar de no haber entrado en vigor, materializó los Sentimientos de la Nación y significó un paso fundamental en la lucha de independencia que sin duda contribuyó a nuestra libertad sentando las bases para la consolidación del Estado Mexicano.

De igual forma, uno de los mayores ejemplos de construcción de consensos, lo representan el Plan de Iguala, el cual estableció las bases sobre las cuales la nación afianzó su independencia de la corona española, así como los Tratados de Córdoba que ratificaban las proclamas del primero.

De estos documentos, en días recientes, celebramos 200 años de su redacción y firma, por lo que deben ser inspiración para todas y todos nosotros de cara al inicio de una nueva Legislatura y de un nuevo Periodo Ordinario de Sesiones.

Al hablar del Bicentenario de la Independencia, es inevitable pensar que muy cerca de aquí, hace casi 200 años, el 27 de septiembre de 1821 entró el Ejercito Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, el cual se componía de 16 mil 300 hombres; era el más grande que se hubiera visto, hasta entonces en la capital.

Cuentan las crónicas que el contingente y por supuesto, todas las personas que veían pasar a el Ejército, al entrar por la Garita de Belén, hoy Chapultepec y Bucareli, después tomaron el Paseo Nuevo o Paseo de Bucareli y dieron vuelta para la Alameda Central, la columna se dividió por las calles Calvario y Corpus Christi y entraron al Zócalo por la calle de San Francisco, hoy Madero, entre gritos y por supuesto, señales de júbilo de la multitud que los esperaba.

Por lo anterior, es justo mencionar una herencia más de los héroes de la Independencia, de quienes pasaron muy cerca de donde hoy estamos compañeras y compañeros, me refiero a la bandera nacional, la cual es el eje arquitectónico de esta sede legislativa y es el ornato más significativo de ambos Salones de Sesiones de las Cámaras.

Finalmente, al describir los diversos símbolos que se encuentran en el Salón de Sesiones, debo mencionar a Don Belisario Domínguez y al Estado de Chiapas, ya que hoy por iniciativa del senador presidente vamos a inscribir en el Patio del federalismo la frase: “Chiapas, Estado precursor de la independencia nacional y del federalismo mexicano”.

Dentro de unos días, el 14 de septiembre, se conmemorarán 197 años de la anexión de Chiapas a México, por decisión de sus habitantes y el 26 de septiembre, conmemoraremos los 200 años de la decisión de la Asamblea Provincial de Chiapas de independizarse de España y Guatemala y unirse a México.

Así, Don Belisario Domínguez y José María Morelos, son la síntesis de esta ceremonia y de las causas más altas de la patria. Representan los hechos señeros que dan cuenta que la historia de nuestro país, en un proceso continuo de construcción en que todas y todos participamos, un proceso que debe inspirarnos a lograr un mejor país y revalorar las causas de justicia social y por supuesto, a revalorar también nuestra independencia.

¡Honor y gloria a los héroes que nos dieron patria, independencia y libertad! ¡Viva México! Muchas gracias.