Ciudad de México, 23 de noviembre de 2021.
Con su venia presidenta. Compañeras senadoras y senadores. Con la discusión de este dictamen que pone a nuestra consideración la Comisión de Justicia, el Senado de la República ejerce una de las facultades más importantes que le confiere la Constitución, en su Artículo 96, me refiero al nombramiento de uno de los integrantes de otro de los poderes federales.
Esta responsabilidad, de primer orden en la República, en teoría nos da la oportunidad de consolidar una Suprema Corte de Justicia de la Nación independiente e imparcial, que brinde tranquilidad y certeza al pueblo de México, que garantice los derechos de todas y todos. Una Corte que siga defendiendo las libertades no solo de las mayorías, sino de las minorías, de los grupos prioritarios y de quienes recurran a ella buscando justicia.
El dictamen de esta tarde nos reafirma la necesidad de garantizar la independencia judicial, por medio de procesos de designación que aseguren que la ministra o ministro goce de autonomía e imparcialidad, eliminando la posibilidad de subordinación o dependencia a otros poderes o instituciones ajenos al Poder Judicial.
Requerimos un proceso de designación que garantice que el mejor perfil llegue a esa instancia, y que sea electa él o la aspirante que reúna las condiciones de conocimiento jurídico y técnico necesarias para ponerlas al servicio de México.
De esta forma, la terna que envió el Ejecutivo incluye a personas que están preparadas, que cumplen con los conocimientos, experiencia y cumplieron con la comparecencia ante la comisión dictaminadora.
Sin embargo, debemos decirlo claro, su experiencia y conocimiento jurídico, lo han puesto al servicio del partido de Morena, todas y todos los integrantes de la terna, todos están identificados con ese partido inclusive, han sido candidatos de esa fuerza política algunos de ellos.
A lo largo de diversas legislaturas, desde el PRD, y muchas y muchos de ustedes también lo hicieron, hemos criticado a gobiernos anteriores que también presentaban como propuesta a personas cercanas a su filiación partidista, lo cual puede generar la parcialización, en muchos casos, de la administración de la justicia.
Hoy reiteramos esta crítica, no solo para este cargo, ha ocurrido en otras designaciones, con candidatos que se han presentado hasta tres veces a distintos encargos, como magistrados y en encargos diplomáticos.
Muchas y muchos, desafortunadamente, no cumplen esta independencia ideológica lo cual es indispensable en una democracia. Debemos alzar la voz, debemos comentarlo, debemos decirlo, para buscar gente que cumpla con la objetividad, con la imparcial y que realmente cumpla con las funciones sin que tenga ningún sesgo partidista o injerencia de otro de los Poderes de la Unión.
Desde el Grupo Parlamentario del PRD vamos a ejercer siempre las facultades de control constitucional que se le otorgan a este Senado de la República, las cuales son parte vital del sistema de división de poderes y de contrapesos a la concentración de poder.
De esta forma, aprobaremos el criterio de elegibilidad ya que todas y todos cumplen el perfil técnico, sin embargo, estaremos vigilantes del criterio de independencia y de autonomía, para salvaguardar a este poder y que siga siendo el máximo tribunal de nuestro país.
Hoy, a 10 años de la Reforma Constitucional de Derechos humanos, debemos repensar este proceso de nombramiento, a fin de garantizar el respeto al derecho humano a la justicia con imparcialidad, independencia y pleno respeto al estado democrático. Muchas gracias.
