Versión de la intervención del senador del Grupo Parlamentario del PRD, Antonio García Conejo, para referirse al análisis del Tercer Informe de Gobierno del presidente de la República, en materia de Política Interior


Ciudad de México, 29 de septiembre de 2021.

 

Muy buenos días, queridas senadoras, queridos senadores. Los saludo con mucho gusto este día. Con su permiso, presidenta de la Mesa Directiva y demás integrantes. Queridos amigos de los medios de comunicación, ciudadanas y ciudadanos que nos ven a través de los mismos.

Compañeras y compañeros Senadores. Licenciado Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, sea usted bienvenido a este encuentro republicano de rendición de cuentas entre dos poderes de la Unión: El Legislativo y el Ejecutivo.

El formular y conducir la política interior de nuestro país es una grandísima responsabilidad que le corresponde directamente a usted enfrentarla. El fomentar el desarrollo político y contribuir al fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas es una tarea esencial de todas y todos, pero recae, señor secretario, principalmente en su responsabilidad.

Sin embargo, la responsabilidad de facilitar los acuerdos políticos y consensos necesarios para mantener la unidad nacional debe ser el principio básico de un gobierno o de cualquier gobierno que se dice democrático.

Como sabemos y lo hemos constatado durante estos años, nuestra democracia aún está imperfecta. Yo diría débil. Si bien es cierto nos ha permitido contar con mayores balances en el poder, aún no contamos con un auténtico respeto al federalismo ni a la pluralidad política que enriquezca el debate público en sus tres niveles de gobierno.

Señor secretario, la democracia mexicana es una obra en construcción que presenta logros de importancia, pero también grandes desafíos de mucha mayor trascendencia, como lo es el respeto y cumplimiento al federalismo y al Estado de derecho.

Desafortunadamente los únicos logros obtenidos en estos tres años, y lo digo con mucho respeto, que se han destacado, es el incremento de la pobreza, más de dos millones de personas viviendo en extrema pobreza, no es un tema menor, extrema pobreza, es decir que no tienen ni tan siquiera para comer.

Dos, la polarización política que se ha provocado desde Palacio Nacional, qué lamentable que sea por parte del Ejecutivo, el principal guía de esta nación, por cierto, desprecio a las autoridades locales, desprecio a los gobernadores; el no atender y el no querer escuchar también es una irresponsabilidad.

Si bien entre los objetivos de la política y gobierno del informe presidencial en cuestión están erradicar la corrupción y la impunidad, recuperar el Estado de derecho y emprender la construcción de la paz, lamentablemente ninguno de estos objetivos se ha cumplido. No lo digo yo, lo dicen las y los ciudadanos.

Y no lo culpo a usted, señor secretario, usted apenas tiene 30 días de asumir esta responsabilidad, pero, así como se ha culpado a las administraciones anteriores de las inacciones de este gobierno, le pido respetuosamente que no tome ese ejemplo con los anteriores secretarios de Gobernación, quizá hicieron lo que pudieron, hicieron poco, hicieron mucho o casi nada, usted asuma esa responsabilidad y póngase a la altura de las circunstancias.

Querido secretario, le pido que retome con firmeza fomentar el desarrollo político, contribuya al fortalecimiento de las instituciones democráticas, que por cierto, debilitadas, que las han debilitado; facilite los acuerdos políticos señor secretario y consensos sociales, para que en los términos de la Constitución y las leyes se mantengan las condiciones de unidad nacional, cohesión social, fortalecimiento de las instituciones de gobierno y gobernabilidad democrática, como se lo instituye la propia Carta Magna. Sea usted un gran mediador, un gran conciliador.

Como lo expresé el día de ayer en la comparecencia del secretario de Relaciones Exteriores, no somos los buenos, ni los malos; los de antes, lo de ahora, todas y todos somos mexicanos y deseamos que exista un verdadero Estado de legalidad en donde se respeten las instituciones y la importancia que implican todas y cada una de las entidades federativas para salvaguardar el Pacto Federal.

Ahora bien, la polarización y la violencia política ha subido de tono en estos últimos años, principalmente por quien debe promover la unidad, y lo expresó, por cierto, en muchas ocasiones, “pacificar la nación, armonizar la nación”: El Ejecutivo Federal.

El Ejecutivo Federal al fomentar en la población mexicana la división con frases como “liberales” o “conservadores”, “pueblo bueno” o “mafias del poder”, “fifís” o “chairos”, “fanáticos o sensatos”, y recientemente la persecución política en contra de aquellos o aquellas que no comparten sus pensamientos y sus acciones.

Pregunto a ustedes, señoras senadoras y senadores, ¿ustedes creen que eso es lo correcto?, ¿ustedes creen que así como nación vamos a poder salir adelante?, ¿ustedes creen que existen entre nosotros quienes queremos mal para México? No creo que los gobernadores quieran un mal para México, no quiero pensar que existan presidentes municipales que quieran un mal para México. Es más, no creo que el mismo presidente de la República quiera un mal para México, pero hoy lo digo con mucha responsabilidad desde mi punto de vista, está actuando mal.

Esto es, sin lugar a duda, una falta de respeto hacia quienes pensamos diferente y no coincidimos con sus decisiones en el ejercicio del poder y la toma de decisiones. La forma inquisitoria de actuar por parte de las autoridades de procuración de justicia en contra de las personas que levantamos la voz.

Las amenazas previas a dejar un cargo sólo dan muestra de un gobierno poco tolerante y preocupado más por atacar que por resolver, más preocupado por criticar que por unir nuestra nación. Con ello se fomenta cada día más una sociedad fracturada, que no permite la construcción de acuerdos y consensos para el fortalecimiento de un mejor país.

Adicionalmente, un tema de suma importancia y del cual también es corresponsable al tener como obligación formular y coordinar la política de prevención social del delito y cultura de la paz es la seguridad del país al permitir que en Michoacán se dé la intromisión de poderes fácticos en el ejercicio del poder público a través de una elección violentada.

No sólo lo digo yo, el día de ayer lo dijo un magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Dijo: “Ya se demostró que en dos municipios se introdujo grupos delincuenciales y los poderes fácticos determinaron”, pero no sólo fueron de dos municipios, fue en la mayor parte el estado.

Pero no solamente en el estado de Michoacán, señoras y señores, en Sinaloa, el día de la elección más de mil ciudadanas y ciudadanos fueron levantados, fueron secuestrados, aquí no lo dicen, algunos tienen temor, pero tenemos que hablar con la verdad y tenemos que decir las cosas como son, tenemos que decir nuestra enfermedad para que el médico pueda hacer un buen diagnóstico, pueda hacer un buen diagnóstico de esa enfermedad para que pueda haber un buen medicamento.

¿Por qué no se dice?, ¿por qué nos quedamos callados? Tarde o temprano nos va a llegar el agua al cuello, compañeras y compañeros. Señoras y señores, no es un tema menor. Señor secretario, no es un tema menor. Tenemos que actuar ahora, de lo contrario será demasiado tarde.

Todo lo dicho es una muestra de impunidad que aún no se extingue, sino todo lo contrario, se ha fortalecido. La seguridad pública es una responsabilidad de todos y de todas, nada más que hay ámbitos de competencia, compañeras y compañeros, eso nos debe quedar muy claro.

¿Los tres niveles de gobierno son responsables? Claro. ¿Nosotros somos responsables? Claro, también. ¿La misma sociedad civil? Claro que sí, pero hay ámbito de competencia y una responsabilidad que le toca a la Federación por tener todo el armamento, todo el dinero, tiene el monopolio del poder, debe de actuar ante este tipo de ilícitos que se da por grupos armados, por grupos delincuenciales. Y si no lo hace, entonces está omitiendo, está siendo permisivo, y no está cumpliendo su responsabilidad, y eso también se llama corrupción.

Hago un llamado, señor secretario, con mucho respeto, tiene usted una gran oportunidad para ser un gran conciliador, concilie a México lo que no están haciendo a quienes más les corresponde, usted tiene la responsabilidad de la política interior, hágalo, México requiere reconciliación, requiere diálogo, requiere paz, hágalo, actúe, ya que quienes estuvieron anteriormente que usted no lo hicieron.

Muchas gracias por su atención.