Versión estenográfica de la intervención del senador Antonio García Conejo, del Grupo Parlamentario del PRD, para fijar postura luego de las comparecencias para elegir al Fiscal General de la República, en el Senado.


Ciudad de México, 18 de enero de 2019

Versión estenográfica de la intervención del senador Antonio García Conejo, del Grupo Parlamentario del PRD, para fijar postura luego de las comparecencias para elegir al Fiscal General de la República, en el Senado.

Con su permiso presidenta de la Mesa Directiva y demás integrantes de la misma, queridas senadoras y senadores, medios de comunicación, público presente y pueblo de México.

Primeramente quiero agradecer la oportunidad que se me da, porque no soy miembro de la Comisión de Justicia, sin embargo agradezco mucho a mi coordinador, doctor Miguel Ángel Mancera, por esta oportunidad de expresar algunas palabras.

Quiero felicitar a la Comisión de Justicia, quiero también agradecer a las fuerzas políticas aquí representadas, por al final acordar darnos la oportunidad de expresar lo que seguramente miles y millones de hombres y mujeres de este país, quisieran decirlo.

Quiero también felicitar a cada uno de los exponentes, participantes a ocupar uno de los cargos más trascendentes de la vida de nuestro país, a la ciudadana Eva Verónica de Gyves Zárate y al doctor Bernardo Bátiz Vázquez, al doctor Alejandro Gertz Manero, sin lugar a duda, con una amplia trayectoria; los felicito porque me parecen excelentes personas, se los digo con sinceridad.

Hoy damos cumplimiento a lo dispuesto en el Artículo 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para designar a uno de los tres candidatos a ocupar el cargo de Fiscal General de la República.

Apenas el pasado mes de diciembre aprobamos la Ley de la Fiscalía General de la República, al igual, que hoy manifiesto que frente al escenario de corrupción y debilidad institucional como el que enfrentamos en México, es difícil concebir que una Fiscalía sin autonomía, en la práctica pueda dar resultados objetivos y efectivos.

¿Cómo discutir la percepción de impunidad que prevalece en la ciudadanía y en las víctimas de un delito si la institución encargada de procurar justicia no genera confianza ni seguridad en su actuar?

No existe una defensa del estado basada en una lógica jurídica ni en una planeación estratégica de la procuración, máxime si la Fiscalía, en la realidad, mantiene una subordinación frente al Ejecutivo Federal.

En el contexto internacional, la experiencia de las fiscalías autónomas ha demostrado ser un componente muy importante de fortalecimiento a la democracia y a los instrumentos de transparencia.

Se requiere una institución cercana a las y a los ciudadanos, que permita su defensa y acompañamiento frente a la comisión de un delito, partiendo de un principio elemental de transparencia y ejercicio de rendición de cuentas, solo así ganaremos poco a poco la confianza.

Todos sabemos que los tres aspirantes tienen una amplia trayectoria profesional y académica que es incuestionable, y no dudamos de su capacidad para desempeñar el cargo, sin embargo, lo que me preocupa es el vínculo político o de amistad que puede unir a los aspirantes con el actual Presidente de la República.

Porque ello, presumirá una subordinación del titular de la Fiscalía, más cuando legalmente nos enfrentamos a que primero, el Fiscal General podrá ser removido por el Ejecutivo Federal, conforme a lo dispuesto en el Artículo 102, fracción cuarta, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Dos, y no existen reglas claras, en el Artículo 20 de la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República, sobre el perfil y la designación del coordinador general que realizará funciones de suplencia y de segundo fiscal.

Lo anterior, no garantiza la independencia y autonomía de la Fiscalía, que debe prevalecer, por lo que puede dar lugar a la participación del poder político en turno, en la designación de dicho coordinador y de los futuros fiscales especializados.

La procuración de justicia es un elemento indispensable del estado de derecho, que desafortunadamente en nuestro país ha ido cada vez más en decadencia, por ello se requiere de una persona capaz, profesional, objetiva en sus decisiones, imparcial e independiente en su actuar frente a los Poderes de la Unión, que coadyuve en disminuir tanta impunidad existente.

La Fiscalía General debe mantener una cooperación y comunicación efectiva con las entidades federativas, que contribuya a la prevención, atención y resolución de los delitos, que de manera conjunta, dé resultados positivos en la disminución de la delincuencia.

Es urgente hacer una reingeniería en el sistema de procuración de justicia, en el que se aprovechen eficazmente los recursos asignados y el personal capacitado, por supuesto mejorar los salarios del personal y sobre todo los operativos investigadores que hoy se encuentra olvidado y devaluado.

Es necesario que cada trabajador haga suya la institución y se dignifique el trabajo desempeñado.

Por esto, no se logrará si seguimos manteniendo una dependencia del Ejecutivo, ¿cómo vislumbrar un verdadero cambio en el régimen político si no consolidamos una Fiscalía que tenga plena autonomía?

Queridas senadoras y senadores, se los digo con toda sinceridad, yo había pensado de mi voto prácticamente abstenerme o no votar, o bien anularlo, sin embargo, creo yo que tenemos una gran responsabilidad todas y todos; y hoy quiero sentirme parte de esta decisión, porque he escuchado detenidamente a cada uno de los participantes o de aspirantes a ocupar esta gran responsabilidad.

Y quiero que, seguramente nos están viendo a través de la cámara -porque sé que está en la parte de atrás-, decirles que hoy voy a ser parte de esa designación, con mucha responsabilidad, porque hoy la sociedad mexicana, una de las grandes necesidades, urgentes; y peticiones, es una administración de justicia apegada a derecho, al debido proceso.

Si algo nos lastima en la sociedad mexicana, es la inseguridad y todos los procesos amañados que se han venido dando y han traído como consecuencia la descalificación y detrimento de esta gran institución.

Hoy, cualquiera de los tres o uno de los tres va a quedar, seguramente, hoy van a asumir una de las responsabilidades más grandes de la nación y yo no dudo que ustedes son personas de una gran calidad moral, pero va a ser necesario que todas las fuerzas políticas de este país, contribuyamos para fortalecer esta institución.

Nadie es dueño de la verdad, absolutamente nadie es dueño de la verdad, esta nación requiere la participación de las fuerzas políticas y sobre todo la participación de la sociedad civil organizada.

Por eso y analizando, queridas amigas y amigos, senadoras y senadores, participaré, por supuesto, votando a favor de uno de los aspirantes, porque quiero sentirme parte de esta decisión el día de hoy y porque estoy seguro y confío de que lo vamos a lograr.

Muchísimas gracias por su atención.