Ciudad de México, 15 de septiembre de 2020.
Con el permiso presidenta y demás integrantes de la Mesa. Compañeras y compañeros dice un dicho muy popular que “la verdad no peca, pero incomoda”, si con discursos y palabras se resolvieran las cosas y los problemas que aquejan a ciudadanas y ciudadanos de esta nación ya se hubieran resuelto, pero la realidad no es así, los hechos son los que cuentan queridas amigas y amigos.
Hay muchos temas qué hablar respecto a la Política Interior que ejerce la actual administración federal, pero en esta ocasión quiero referirme al combate a la corrupción y el fortalecimiento al federalismo, sin dejar de mencionar que en estos tiempos y en estos momentos se vive una seria tragedia de violencia en contra de las mujeres. No hay la suficiente protección ni seguridad para las mujeres en este país.
Sin lugar a dudas, uno de los principales ejes de la Política Interior del gobierno actual ha sido el combate a la corrupción y en ello estamos de acuerdo y lo compartimos en su totalidad, en el Partido de la Revolución Democrática coincidimos que en el país debe extinguirse cualquier acto de corrupción, pero la lucha contra la corrupción debe ser por medio de acciones apegadas a derecho, objetivas e imparciales y no por simples motivaciones políticas o revanchista; la corrupción no distingue entre ayer y hoy, ricos o pobres, chairos o fifís, tampoco entre presidentes, directores, subalternos o familiares.
Por ello, la aplicación de la ley y el combate a la corrupción debe ser un acto real y no simulado en el que se privilegie la verdad, el debido proceso y el respeto a las competencias entre las autoridades. Eso sí es combatir la corrupción. No queremos justicia por aclamación o voluntad popular, no compañeras y compañeros, queremos que se aplique la ley y se haga valer el Estado de Derecho. Si alguien es culpable que pague ante un tribunal y no ante la opinión pública. Esto me parece un verdadero teatro y solamente una simulación.
La aplicación de la ley no es opcional queridas amigas y amigos, ni para el presidente de la República, ni para un legislador, ni para un presidente municipal, ni para un gobernador, es una responsabilidad, es una obligación ineludible por cualquiera por quien jura el mandato que va a asumir, dicen que harán respetar la Constitución y las leyes que de ella de emanen.
En el informe del presidente de la República se señala que se han logrado importantes resultados en la materia, como lo refiere la misma Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental elaborada por el Inegi, duplicando la confianza de la población en el Gobierno Federal, al aumentar de 25 a más de 55, pero es percepción queridas amigas de mi vida, es solamente una percepción porque la realidad es otra. La corrupción, por esta misma institución está comprobada que aumentado en un 19.2 por ciento, entonces ¿en dónde está el combate a la corrupción?, solamente es una manera de seguir engañando al pueblo de México.
Por otra parte, es necesario que el Ejecutivo federal actúe con una visión republicana, democrática y de alta visión de Estado, como un verdadero patriota, un verdadero jefe de Estado. ¡No más divisiones para México, no más polarizaciones para nuestro país señor presidente de la República, ya basta!
Pasando a otro tema, el Artículo 40 de nuestra Carta Magna establece claramente, que es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática laica y federal, compuesta por estados libres y soberanos en todo lo que concierne a su régimen interior y por la Ciudad de México, unidos en una federación, y lo señalo porque esta administración menosprecia la importancia y apoyo de las entidades federativas, en la cohesión de nuestra federación.
En la política interior es una realidad que el presidente está centralizando prácticamente todas las decisiones, posicionando al Ejecutivo federal como un concentrador de poder, como la autoridad suprema que rige sobre todo el territorio y que dicta directrices para el reparto de los recursos públicos, como si se tratara de un recurso de patrimonio propio o de un partido político. No se equivoquen queridas amigas y amigos, este gobierno se ha comportado como un centralista no como un gobierno federalista, dista mucho de lo que dicen, no hay nada de cuarta transformación, ¿cuál cuarta transformación?, yo no la veo ni tampoco las y los ciudadanos con quien tengo la oportunidad de platicar.
Queridas amigas y amigos, da pena que hay legisladores que confunden el Poder Ejecutivo con el Poder Legislativo; da pena que los diputados federales que son los responsables de discutir y aprobar la Ley de Egresos de la Federación no le muevan ni una coma, por eso los sectores productivos están reclamando presupuesto en el campo, no se diga en el sector turístico, ¿dónde está la verdadera representación de las entidades federativas y de los ciudadanos de México? Confunden, alaban tanto al presidente de la República, porque piensa que se va a volver a repetir el fenómeno de hace dos años, sienten que mencionando a Andrés Manuel López Obrador es lo que los va a salvar y los va a convertir en un nuevo espacio público, no se equivoquen la gente está atenta de lo que están haciendo.
¡Que Viva México!, ¡Viva México!, ¡Viva México!
