Versión del senador Antonio García Conejo del Grupo Parlamentario del PRD, para fijar postura sobre la aprobación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).


Ciudad de México, 19 de junio de 2019

? Versión del senador Antonio García Conejo del Grupo Parlamentario del PRD, para fijar postura sobre la aprobación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Con su autorización, señor presidente y demás integrantes de la Mesa Directiva, queridas y queridos ciudadanas, ciudadanos que hoy se encuentran aquí, visitantes, medios de comunicación, senadoras, senadores, pueblo de México. Estamos el día de hoy tratando un tema de gran relevancia para nuestra nación, hoy estaremos a punto de cumplir un protocolo que está establecido en nuestra Constitución, el de ratificar los tratados por parte del Ejecutivo.

Dictamen de las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores, Puntos Constitucionales, Economía, Relaciones Exteriores de América del Norte, con opinión de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, el que contiene Proyecto de Decreto por el que se aprueba el protocolo por el que se sustituye el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por el Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, los Estados Unidos de América y Canadá, así como los seis acuerdos paralelos negociados en el marco de la suscripción del mismo, firmado en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 30 de noviembre de 2018.

“Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda”, Martin Luther King. Buenas tardes compañeras senadoras, compañeros senadores. El tratado comercial que hoy se pone a consideración ha sido el resultado de una ardua, sin duda, negociación política, diplomática y comercial que inició el pasado mes de mayo de 2017 y concluyó después de siete rondas de negociaciones en marzo de 2018, para finalmente ser suscrito el 30 de noviembre de ese mismo año, es decir, el año pasado en Buenos Aires, Argentina, en el marco de la Cumbre de Líderes del G20.

Este instrumento internacional sustituirá el Tratado de Libre Comercio de América del Norte conocido por sus siglas TLCAN, el cual entró en vigor hace 24 años y es el más importante para nuestro país a pesar de que contamos con una red de 12 Tratados de Libre Comercio sin embargo, estamos frente a los dos principales socios comerciales.

Tan sólo en el año 2016, de cada 100 dólares de intercambio comercial de México 66 dólares eran con Canadá y Estados Unidos de América, lo que equivalía al 48% del Producto Interno Bruto nacional. A partir del TLCAN, el comercio entre los tres países incrementó significativamente, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos y Canadá se multiplicaron por ocho; en 1993 éstas ascendían a 40 mil 416 millones de dólares, en noviembre de 2018 el total de las exportaciones fue de 340 mil 939 millones de dólares. Las importaciones provenientes de dichos países se multiplicaron por cinco al pasar de 42 mil 438 millones de dólares a 209 mil 232 millones de dólares, en ese mismo periodo, de acuerdo con cifras de la propia Secretaría de Economía.

En suma la región de América del Norte es destino del 84% de las exportaciones totales de México y origen de 49% de las importaciones lo que representa el 66% de su comercio con el mundo. De ahí la importancia que refleja para nuestro país, el nuevo Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, los Estados Unidos de América y Canadá, hoy conocido por sus siglas T-MEC, pero también de ahí la dependencia económica que mantenemos con nuestro vecino país, al ser Estados Unidos nuestro mayor mercado de exportación y el principal proveedor.

Por ello, ante este proceso de transformación y de grandes cambios en el país debemos generar una política de Estado que apueste por la diversificación comercial con otros países para disminuir paulatinamente ese control político y comercial que ejerce Estados Unidos de América sobre nuestro país México. Y una muestra clara queridas compañeras y compañeros senadores, de ese control, son las declaraciones recientes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante la posible implementación de aranceles a las importaciones mexicanas.

No debemos continuar así y más que celebrar las negociaciones para la no imposición de aranceles, debemos establecer estrategias que no permitan como lo dije en la frase al inicio “no doblemos la espalda” queridas compañeras y compañeros, no nos agachemos, no nos humillemos, no bajemos la cabeza ante las amenazas, ante los chantajes para que ninguna nación, ningún país violente nuestra soberanía y condicione las decisiones políticas. La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio social tal y como lo señaló en su momento el mismo John F. Kennedy.

Por ello, a través de la aprobación del Tratado Comercial de México, Estados Unidos de América y Canadá, el Estado Mexicano asume un compromiso para consolidar a nuestro país como una potencia comercial en el cual debe exigir el justo valor y respeto frente a sus pares, fortalecer la amistad entre las naciones y sus pueblos, así como consolidar la cooperación económica a través del comercio y la inversión. Y como lo establece claramente el preámbulo de este tratado, establecer un marco legal y comercial claro, transparente y predecible para la planificación de negocios que apoyen una mayor expansión del comercio y la inversión.

Los senadores del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática estamos ciertos que los objetivos buscados a través de la firma de este acuerdo se cumplirán y ayudarán a México a que crezca económicamente ante el frío panorama que se está viviendo actualmente. No es el mejor tratado pero es lo que hoy se tiene, es el inicio, sin duda de una gran tarea, que debe de irse buscando mejores condiciones.

Como legisladores responsables debemos contribuir en ser un contrapeso con el Ejecutivo Federal, pero también aliados en beneficio de México, por ello hoy votaremos a favor de la aprobación de este instrumento, con la firme convicción de seguir buscando alternativas de diversificación comercial que lleve a México a una interacción comercial global y no solamente regional.

Queridas senadoras y senadores, querido pueblo de México, hoy nos quedamos con un sabor bueno a medias sin embargo, nos espera un gran reto y seguiremos trabajando, pensando en el bien de nuestra nación.

Por su atención, muchas gracias.