Si el juzgador no es imparcial, objetivo ni profesional, no puede estar en el tribunal máximo del país: Fidel Demédicis


Intervención en tribuna del senador Fidel Demédicis Hidalgo, del Grupo Parlamentario del PRD, para razonar voto sobre el dictamen que determina la idoneidad de los candidatos a ocupar el cargo de Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Fidel Demédicis Hidalgo, (FDH): Muchas gracias, Presidente. Con su venia.

 

Sin duda, el tema que estamos tratando es un tema de altísima relevancia  para la vida del país.

 

Este Senado de la República se está erigiendo en jurado de quienes van a estar en el tribunal máximo de nuestro país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y México no se ha destacado precisamente por haber erradicado los vicios que tiene el Poder Judicial en México en todos sus niveles, es una obligación  ética y moral del Senado de la República, buscar a quienes son los mejores juzgadores  al margen de su sexo, al margen de su raza, al margen de su condición económica, al margen de cualquier situación que pudiera parecer discriminatoria.

 

Y esa obligación ética y moral, compañeros Senadores, no puede, no debe circunscribirse  a un cabildeo entre Senadores para poner  a quien va a ser conveniente para el ciudadano Presidente de la República.

 

Hay un dicho que corre a lo largo y ancho de la nación, de parte de nuestros representados, de parte de los justiciables, y con la decisión que se va a tomar el día de hoy, veremos si este dicho  se ratifica  o este dicho  va en la ruta de desecharse.

 

En México, dicen los justiciables, la justicia se compra y se vende. Para que esto  suceda, es necesario que los jueces, los juzgadores, los ministros, magistrados y jueces cumplan con las características fundamentales que debe de tener un juzgador.

 

México  está siendo  estigmatizado  y está siendo objeto de una práctica política que el maestro Jorge Carpizo McGregor escribió en su libro “El Presidencialismo en México”.

 

Jorge Carpizo, ex Rector de nuestra Universidad Nacional, planteaba con mucha claridad, después de hacer un estudio de lo que sucede en México: “de que en este país no se mueve nada, si no es con la voluntad de Presidente”

 

Un Senado de avanzada, un Senado progresista, un Senado que, realmente defiende los intereses del pueblo, debe estar comprometido que si es jurado debe aplicar los principios de honradez, de probidad, de imparcialidad y de independencia.

 

Si el jurado no cumple con esos principios, compañeros Senadores, compañeras Senadoras, estamos condenados a seguir teniendo una Suprema Corte de Justicia de la Nación que sea afín a los intereses del Presidente de la República.

 

En otros países se ha intentado que no sean los legisladores los que nombres a los representantes del Poder Judicial. Por una razón. Porque la partidocracia tiene intereses particulares, y aquí en el Senado de la República hemos visto cómo se ponen de acuerdo PRI y PAN y entonces, las cuotas hacen su aparición y no hace su aparición lo que debe ser fundamental.

 

Los méritos para los cargos en que van a ser designados cada de los funcionarios que aquí les damos nombramiento.

 

Los principios del juzgador y estas deben ser las normas que deben de influir para que se nombre a un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La independencia, capacidad de no ser manipulado.

 

Compañeros Senadores, compañeras Senadoras: Sinceramente, hablemos con claridad en los temas que le interesan al presidente. Ustedes creen que de los actuales alguno se va a oponer a lo que el Presidente le pida, más si fue designado como una cuota y no a partir de sus méritos, pues evidentemente que no; evidentemente que no.

 

Entonces, revisemos, si de los dos que se van a nombrar el día de hoy, cumplen con esta característica esencial.

 

El tema que tiene que ver con la imparcialidad que significa juzgar con ausencia absoluta de designio de prevención a favor o en contra de los justiciables.

 

Realmente, no habrá conflictos de intereses cuando se juzgue, si la terna viene propuesta por el Presidente de la República.

 

Compañeros: Si ya lo propuso el Presidente, evidentemente genera los compromisos y se genera el conflicto de intereses.

 

La objetividad, cualidad de juzgar en la que sus actos deben de estar apegados a los criterios que la norma dicta, ajena a los afectos o desafectos del juzgador.

 

Tendrá o no tendrá influencia el tema del afecto o de la influencia política del ciudadano Presidente.

 

El tema del profesionalismo, disposición para ejercer de manera responsable y sería, la función jurisdiccional con relevante capacidad y aplicación, el humanismo.

 

Un juzgador debe entender que las leyes se hicieron para servir a los hombres y buscar la armonía social y la felicidad del ser humano, la prudencia, actuar con criterios rectos y objetivos, la responsabilidad a asumir plenamente las consecuencias de sus actos.

 

Aquí se está generando. Voy a concluir presidente.

 

Aquí se está generando un falso debate; y el falso debate consiste en creer, en hacer creer a la sociedad mexicana que es un tema de misoginia, que es un tema de género. Por eso la justicia es ciega compañeros.

 

Por eso cuando hablamos de la justicia, hablamos de la independencia, hablamos de la imparcialidad,  hablamos de la objetividad, hablamos del profesionalismo, hablamos del humanismo,  hablamos de la prudencia y de otras características que debe de tener el juzgador y sea hombre o mujer, si no cuenta con ellas, no puede estar en el tribunal máximo del país.

 

Entiendo que mi compañero Luis Humberto, está planteando desde esta visión, el  hecho de que el juzgador debe cumplir con estas características y esa es la lucha histórica del PRD, y no vamos a bajar la guardia hasta que los juzgadores estén en la Suprema Corte de Justicia de la Nación o en el Poder Judicial, en general, a partir de sus méritos, y no a partir de consignas o de cuotas que aquí puedan elaborarse por la independencia del Poder Judicial en México en contra de lo que se va a votar el día de hoy.

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