Regular uso médico de la marihuana, solución pequeña para uno de los problemas más grandes que tiene el país: Mario Delgado


Intervención en tribuna del senador Mario Delgado Carrillo, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar voto particular sobre dictamen con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Salud y del Código Penal Federal, en materia de regulación y uso de la marihuana.

 

Mario Delgado Carrillo, (MDC): Gracias compañeros, compañeras.

 

Ganó el miedo y ganaron los prejuicios, es una reforma chiquitita para un problema enorme que tiene el país.

 

Y no hay argumentos para detener un cambio integral en la política de drogas en nuestro país, éste no es un debate informado donde conparemos hechos y donde analicemos, que es lo mejor que podemos hacer para México, no obstante que tenemos un desastre humanitario en México en los últimos diez años donde se ha incrementado los recursos y las disposiciones, incluso de instituciones del Estado como el Ejército para la guerra contra las drogas.

 

No quiero repetir aquí las cifras, los datos para demostrar que vamos fracasando, los jóvenes consumen más drogas a una edad más temprana, tenemos más de 100 mil muertos, más de 20 mil desaparecidos, zonas del territorio nacional controladas por el narcotráfico, el dinero del narco corrompiendo la política; en fin, podría hacer un enorme listado aquí para demostrar que lo que hemos venido haciendo no da resultados, tenemos suficientes hechos que deberían motivarnos  a cambiar.

 

Y hoy salimos con esta reformita. ¿Y por qué no avanzamos más?, por los prejuicios y miedos que tenemos en la cabeza. Pero hay que decir una cosa y que quede bien claro, quien no está dispuesto a hacer un cambio mayor está apoyando el estado actual de las cosas y lo que está apoyando es que tengamos una violación masiva y sistemática de los derechos humanos en nuestro país.

 

Entonces si nos da miedo, si pensamos que “todo mundo va a fumar marihuana, si se va a volver esto un desastre”, que son nuestros prejuicios y nuestros miedos qué estamos apoyando la realidad actual, quien se opone al cambio está a favor de lo que está pasando. Por eso no hay mucho que celebrar el día de hoy con esta reforma.

 

Quiero decirles que justamente al mismo tiempo en que nosotros estamos haciendo esta discusión, esta votación, el primer ministro de Canadá, James Trudeau, ha mandado ya su propuesta para regular todo el mercado.

 

Somos ahora los únicos socios comerciales de América del Norte que no se ha atrevido a regular y no se atreve como vemos el día de hoy.

 

No nos importa, parece que no tiene nada que ver con nosotros el hecho de que California en la última elección presidencial haya votado en favor del uso lúdico, que va cambiar completamente la dinámica en la frontera, ya no son estados que están en el país vecino con el cual no tenemos una vecindad directa.

 

Va a ser absurdo que de este lado de la frontera continuemos con la violencia, con los muertos y del otro lado de la frontera esta misma droga sea considerada legal para el uso lúdico.

 

Me parece, además, hay que poner en perspectiva esto que celebran el dictamen de hoy, perdón, pero estamos llegando 55 años tarde a regular el uso médico de la cannabis porque está permitida desde 1961 en los tratados internacionales, nada más 55 años nos tardamos, porque eso sí, nosotros tomamos  la guerra contar las drogar como una gran bandera nuestra a costa de un desastre humanitario y ni siquiera nos habíamos percatado que el uso medicinal está autorizado y permitido por los tratados internacionales.

 

Entonces, pues, que estemos dando un paso histórico no es tanto, es un avance sin duda, pero creo que vamos muy lento, vamos muy lento parta lo que el país necesita.

 

El prohibicionismo está terminando, no nos damos cuenta el cambio de paradigma que está ocurriendo a nivel internacional, en donde la prioridad son los derechos humanos, donde el tema de política de drogas aumenta el consenso que debe ser tratado como un tema  de salud pública y no un tema de política criminal, seguimos pensando que el Estado debe imponerle el modelo de vida a las personas cuando lo que dice la Corte es que tenemos que dar la libertad a los individuos para decidir el sentido de su vida.

 

No nos ayuda tampoco aquellas personas que están actualmente en la cárcel.

 

De acuerdo al CIDE, en una encuesta que presentó en  2012, el 62 por ciento de las personas internas sentenciadas lo estaban por delitos contra la salud. De éstas el 58 por ciento habían sido sentenciadas por un delito relacionado con la marihuana y 38.5 por el delito de posesión.

 

Seguimos también, esto a seguir también sin que cambiemos las tendencias del gasto público, en donde los rubros que más han crecido en los últimos años han sido para seguridad, que por cierto gasto que ni siquiera valuamos y que no tenemos resultado, en cambio el presupuesto para prevención sigue siendo muy bajo.

 

Se ignora por completo la resolución de la Corte. Aquí deberíamos estar discutiendo no una reformita de este tamaño, la mini reforma que estamos aprobando el día de hoy, deberíamos tener una discusión donde el piso de la regulación fuera lo que ya estableció la Corte, que tarde o temprano se va a volver una regla general cuando se genere jurisprudencia. Entonces ¿para que retrasamos esto? Entonces no tiene ningún sentido

 

Tampoco se toma esta reforma a los derechos humano en serio, va a proteger y a va a beneficiar, sí a quienes necesiten atención medica, a quienes necesiten el uso terapéutico de la cannabis, pero no va a tener un impacto real en la dinámica de los cárteles de la droga ni la violencia.

 

No va a permitir la salida de los consumidores de la cárcel, no descriminaliza la posesión para uso personal de la mariguana, no se podrá portar lo que incluso propuso el presidente y lo fue a decir a la ONU, los 28 gramos o una onza.

 

Si revisamos esta propuesta a la luz de las obligaciones de las autoridades en materia de derechos humanos previstas en el artículo 1º  Constitucional, nos quedamos muy, muy cortos.

 

No respetamos el derecho de las personas a decidir libremente sobre las sustancias que quieren consumir, siempre que no dañe a terceros.

 

No promovemos una política de prevención, intervención temprana y atención  enfocada a dotar información y educación a las niñas, niños y adolescentes.

 

No protegemos a los consumidores del mercado ilícito de drogas, que está controlado por las mafias, está controlado por la violencia, y los dejamos expuestos a la extorción, los mandamos a la delincuencia, al crimen a que consigan este producto.

 

No garantizamos una legislación adecuada la realidad actual, al contexto internacional y al cambio de paradigma global sobre las drogas.

 

Y por último, este dictamen no hace más que reflejar la resistencia al cambio, demostrar que vamos a una velocidad mucho más lenta a pesar de que tenemos costos gravísimos.

 

Ganó el miedo, ganaron los prejuicios y quienes hoy se ufanan de que éste es un gran avance, hay que matizarlo muy bien, porque seguir permitiendo que este país viva la tragedia en materia de derechos humanos que estamos viviendo no corresponde a un Senado responsable no corresponde a la respuesta que deberíamos dar ya urgentemente a México.

 

Es una reforma muy pequeña para uno de los problemas más grandes que tiene nuestro país, es una reforma muy pequeña para el tamaño del problema que tenemos.

 

Vamos a votar a favor porque es un avance gradual aunque sea pequeño. Pero hay que llamar la atención, aquí no se vale ser omisos, aquí quienes estén a favor de no ir de manera más agresiva a una regulación está a favor de la tragedia nacional que estamos viviendo.

 

 

Muchas gracias.

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