Reforma Política, un paso para la libertad y autonomía de la Ciudad de México: Luis Humberto Fernández


Intervención en tribuna del senador Luis Humberto Fernández Fuentes, del Grupo Parlamentario del PRD, para hablar a favor del proyecto de decreto por el que se reforman y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de reforma política de la Ciudad de México.

Luis Humberto Fernández Fuentes, (LHFF): Con su venia, presidente.

 

Celebro que hoy estemos por votar la Reforma Política de la Ciudad de México, y si sus señorías lo deciden, se le hará un gran servicio a la Ciudad y al país, en diferentes grados y en diferentes opiniones creo que todos estamos de acuerdo en que la Ciudad tenga su Constitución es un avance significativo.

 

Y esto es porque la reforma política del Distrito Federal es uno de los pendientes que tenemos desde hace muchos años dentro del proceso de transformación constitucional del país.

 

La Ciudad de México posee, al igual que otras grandes urbes del mundo, características distintivas. Uno, por un lado es uno de los núcleos social, político y económico de los más importantes del país y por el otro lado tiene un régimen especial para sus ciudadanos que tienen un carácter plural, cosmopolita y libertario de su población.

 

Esto es una gran paradoja, porque en este régimen especial, en este régimen acotado, se dio uno de los regímenes de libertades y derechos más amplios e incluyentes del país y del mundo.

 

El Distrito Federal es una creación de la Constitución del 24 y por lo tanto es una definición original de la República. Y a lo largo de un siglo tuvimos más de veinte distintos marcos jurídicos hasta que en 1928 fueron abolidos los municipios y quedó bajo jurisdicción directa de la Ciudad.

 

La lucha democrática y social hicieron que este régimen político cambiara. Hoy damos un paso hacia delante en esta lucha. Lo ha comentado con mucha puntualidad quien me antecedió en la palabra, la capitalidad siempre ha sido compleja y en el siglo pasado y en el antepasado peor, debido a la inestabilidad política e institucional que el país vivió desde principios del siglo XIX hasta principios del XX, las facultades del gobierno de la Ciudad y los derechos de sus  ciudadanos se fueron acotando.

 

Pero estas condiciones hoy están acotadas, están superadas, hoy contamos con instituciones y elecciones y o existe justificación para mantener ese diseño.

 

Sí, la capitalidad requiere de un marco jurídico específico, pero no de un régimen de excepción que excluya de derechos y programas a sus ciudadanos y por eso la urgencia de esta reforma política, y por eso es la urgencia a votarlo hoy.

 

El talento y creatividad de gobernantes, legisladores, académicos, pero sobre todo de los ciudadanos -hay que decirlo de todos los partidos- se han reflejado en la renovación jurídica y en la ampliación de los derechos sociales.

 

Este proceso de construcción de libertades políticas, que hoy reconocemos como plural y colectivo, debe tener uno de los avances más importantes: alcanzar la plenitud de derechos de sus habitantes y un nuevo equilibrio constitucional entre la federación y su capital.

 

La Ciudad aspira a crecer y desarrollarse con su propia constitución y derechos políticos plenos. Tiene la esperanza de ser plenamente libre y soberana.

 

El dictamen que vemos, seguramente tiene muchos espacios de perfección, pero  sintetiza las energías y las propuestas de las distintas fuerzas políticas locales y nacionales para reconocer la necesidad y conveniencia de quela Ciudad de México cuente con una Constitución propia, un amplio catálogo de derechos fundamentales para sus habitantes y una mejor delimitación de funciones.

 

La reforma será la semilla de una Constitución que nos dé un modelo de gobierno más efectivo, más activo y con mayor capacidad de coordinación y respuesta.

 

Por lo que toca a las modificaciones de Cámara de Diputados, que es el tema de la discusión, creo que son buenas y pertinentes.

 

La ciudad con esta iniciativa, ya lo han señalado, modificará también su nombre: La Ciudad de México, ahora el reto no sólo es la creación de la Constitución y su nuevo marco jurídico, el tema es que esto se traduzca en mejores servicios, más amplios derechos y resolver los temas (inaudible) como el agua, la movilidad, el medio ambiente, el desarrollo económico y social, y la seguridad entre algunos otros.

 

La Ciudad de México tiene un entorno seguro, equitativo, atractivo, competitivo y sustentable, pero sobre todo tienen una sociedad madura, informada, responsable y participativa que ha mostrado patriotismo, carácter y solidaridad, ha superado una devastación, inundaciones y terremotos.

 

Por eso, esta reforma no sólo es la respuesta del Estado mexicano a la compleja relación con la capitalidad, es también un acto de justicia histórico,

 

Por todo lo anterior les pido su voto, y estoy seguro que la ciudad se los apreciará y se los agradecerá.

 

No quiero concluir sin recordar a tres importantes luchadores de la ciudad, a la maestra Ifigenia Martínez, al Don Porfirio Muñoz Ledo y a mi maestro, Don Manuel Camacho Solís.

 

Porque –y con esto quiero terminar- como escribió Chimalpahin en el memorial de Culhuacan: “En tanto permanezca el mundo no acabará la fama y la gloria de México Tenochtitlan”.

 

Es cuanto señor presidente.

 

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