Reforma Financiera mantiene inequidades del sistema: Dolores Padierna


Intervención en tribuna de la senadora Dolores Padierna Luna, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse al dictamen de la Comisión de Hacienda y Crédito, con proyecto de punto de acuerdo por el que se aprueba la designación del ciudadano Roberto del Cueto Legaspi, como Subgobernador del Banco de México, por un nuevo período de 8 años.

 

Dolores Padierna Luna, (DPL): Gracias, señor Presidente.

 

El dictamen que aprueba la designación del ciudadano Roberto del Cueto Legaspi, como Subgobernador del Banco de México, por un período de 8 años, a partir del 1º de enero de 2015, hasta el 31 de diciembre de 2022.

 

Debe también ser la ocasión para hacer algunas reflexiones sobre política monetaria, seguida por el Banco de México.

 

Por mandato de ley, el Banco de México tiene como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda. Para ello ha propuesto o ha puesto como objetivo, desde hace ya varios años, una meta de inflación de 3 por ciento, con un rango de variaciones de más-menos 1 por ciento, es decir, que esta meta consiste en mantener la inflación entre el 2 y el 4 por ciento.

 

Después de la crisis del 2008-2009, la inflación, medida a través del índice nacional de precios al consumidor, ha sido de 3.9 por ciento, es decir, el máximo límite en la meta.

 

Sin embargo, el crecimiento de los precios de la canasta básica ha superado dicha meta, se ubica en 4.5 por ciento, promedio, en los últimos 5 años, y el precio de los alimentos aún es mayor en 5.1 por ciento.

 

Los precios de la canasta básica, y en especial los alimentos, son los que afectan a la mayoría de la población, y en este sentido, la política del Banco de México prioriza cumplir su meta macroeconómica y se despreocupa del impacto de las políticas inflacionarias que golpean a la población más pobre del país,  que es alrededor de 60 o 70 millones de personas.

 

Es la inflación, ésta, la que afecta al grupo mayoritario, y el Banco de México debe tomar cartas en el asunto.

 

Mientras el valor de la canasta básica aumentó 18.3 por ciento, de junio de 2010 a junio de 2014, según la encuesta nacional de ocupación y empleo, el ingreso medio de la población ocupada creció apenas 7.3 por ciento.

 

Es decir, en este período el ingreso de la población perdió 11 por ciento de su poder adquisitivo en términos del costo de la canasta básica.

 

Y en los 30 años de políticas neoliberales, el poder adquisitivo de salario mínimo disminuyó en 77 por ciento, según señala la CEPAL, y las cifras que en su propuesta para aumentar el salario mínimo nos mostró el Jefe de Gobierno del Distrito Federal.

 

Por ello, el Banco de México debe vigilar que la inflación no afecte al poder adquisitivo de las y los trabajadores.

 

Los principales instrumentos con que cuenta el Banco de México para mantener más o menos controlada la inflación, son la determinación de la tasa de interés-objetivo, y participar en el mercado cambiario.

 

En lo últimos años, ha perdido, ha podido disminuir hasta 3% la tasa de interés-objetivo, por las condiciones del mercado internacional que ha llegado a ser casi cero o cero.

 

En el futuro próximo se prevé que dichas tasas aumenten y ello ocasionará una mayor competencia en los mercados, y es probable que este instrumento ya no pueda ser utilizado por el Banco de México, en la forma en que lo ha venido haciendo recientemente y podría tomar la decisión de aumentarla, lo que tendría un impacto negativo en la inflación y en el crédito interno; en teoría, el tipo de cambio se define libremente por el mercado.

 

Sin embargo, el Banco de México aplica una política de ofertar dólares, cuando ese libre mercado lo presiona a la alza. Este instrumento no ha sido utilizado por el Banco de México durante algún tiempo,  sin embargo, durante las últimas semanas se ha depreciado el peso respecto del dólar, de una manera importante, de aproximadamente pasó de 13 pesos por dólares, que terminó el año pasado, al día de hoy, se ubica en 13.60 pesos por dólar.

 

Por ello existe la posibilidad de que el Banxico, vuelva a intervenir en el mercado cambiario.

 

Otro de los propósitos del Banco de México, es promover el sano desarrollo del sistema financiero. En este aspecto, las entidades financieras son principalmente un gran negocio y están bien capitalizadas; pero no cumplen con su propósito fundamental, que es, de dar el crédito necesario, productivo, que requieren los distintos sectores para el desarrollo del país.

 

A septiembre del 2014, la cartera de crédito de la Banca Comercial, ascendió a 3 billones de pesos. Y la Banca de Desarrollo, apenas a 0.56 billones, que en su conjunto representan el 20.7% del PIB.

 

La reforma financiera no ha servido para nada, porque han reducido las metas que se propuso.

 

Por otra parte, subsiste la enorme inequidad en el sistema financiero. Mientras las grandes empresas tienen un acceso casi ilimitado al crédito y por ello está concentrado en ellas, las pequeñas y medianas empresas no lo tienen o si tienen es en condiciones muy desfavorables.

 

En relación a la balanza de pagos, destaca que al menos de junio de 2014, la inversión extranjera en cartera, es decir, la inversión especulativa ascendía a 507 mil millones de dólares, y estaba respaldada por 190 mil millones de dólares, de reservas internacionales.

 

Es decir, solo están respaldadas el 53% de las inversiones en cartera, ante la volatilidad de los mercados internacionales y el retiro previsto del gobierno de Estados Unidos, de los apoyos al sistema financiero, existe un serio riesgo de salida de capitales especulativos, que impactarán negativamente a la balanza de pagos y en consecuencia a las reservas internacionales.

 

Otra de las funciones del Banco de México, es de ser fiduciario del gobierno federal. Y en este sentido, administra diversos fideicomisos, como el Fondo Bancario de Financiamiento a la Vivienda o el Fondo para el Desarrollo de Recursos Humanos o los fideicomisos constituidos en relación con la agricultura, como el FIRA; pero en la reforma energética privatizadora, agregó un nuevo fideicomiso, que será administrado por el Banco de México, me refiero al Fondo Mexicano del Petróleo, que seguramente será el más importante de los que administra el Banco de México.

 

Por mandato de ley, este fideicomiso tendrá un conjunto de atribuciones muy importantes, como el de administrar los aspectos financieros y calcular las contraprestaciones que establezcan los contratos que se otorguen a los particulares.

 

Así, también, recibirá de Pemex los recursos que correspondan al gobierno federal, derivados de las asignaciones. La administración de los aspectos financieros incluye la recepción de los recursos que correspondan; el pago de las contraprestaciones y a los contratistas; la parte más peligrosa y delicada de  toda la reforma.

 

Y además, enterar al gobierno federal, los recursos sobrantes de los contratos, que será una mínima parte, de acuerdo a como está la reforma energética.

 

En el caso de lo que los recursos que reciba el Fondo Mexicano del Petróleo, derivados de las asignaciones y contratos, descontados todos los pagos que se hagan a los contratistas por costos, gastos e inversiones superen el 4.7% del PIB, entonces y solo entonces, se podrá constituir una reserva que se irá acumulando hasta llegar al 3% del producto interno bruto.

 

Si alguna vez llegara a rebasar esa cantidad, pondría enterar de manera extraordinaria al gobierno federal, ese excedente.

 

Esta nueva actividad del Banco de México, requerirá necesariamente  de una estructura de organización que pudiera ser importante y tener un costo muy oneroso, que mermaría aún más los recursos petroleros de la Nación.

 

Recomendamos al ratificado subgobernador, que esta estructura sea a costos compensados, para no cargar en el pueblo de México el costo de estos aparatos burocráticos.

 

Es muy importante que todas las operaciones del Fondo Mexicano del Petróleo, se trasparenten y hacemos la exigencia, también,  de transparentar las pensiones vitalicias y las remuneraciones de los altos mandos del Banco de México, así como transparentar el costo de las operaciones financieras.

 

Para 2015, aún no se tienen las cifras que van a entrar por contratos al Fondo Mexicano del Petróleo. Solo se hizo una estimación de los ingresos petroleros del gobierno federal, derivado de las asignaciones de Pemex, para efectos de la Ley de Ingresos.

 

A pesar de que se prevé que en 2015, porque ya se entregó la Ronda Uno, entonces a partir del 2015, van a entrar algunos ingresos por parte de los privados.

 

Debemos estar atentos a los informes trimestrales, que ahora debe de entregar el Banco de México, sobre los recursos del Fondo Mexicano del Petróleo.

 

Termino diciendo que, en síntesis, la política monetaria que ha sido restrictiva para el crecimiento económico y las nuevas facultades del Banco de México, deben adecuarse para que puedan apuntalar el desarrollo del país y no cargar en el pueblo de México, los nuevos cargos y las nuevas facultades otorgadas al Banco de México.

 

Ojalá este subgobernador Roberto del Cueto Legaspi, apuntale estos objetivos en bien del país.

 

Es cuanto. Gracias.