Discurso del Senador Alejandro Encinas Rodríguez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la entrega de propuestas de diversas organizaciones de las sociedad civil para la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Alejandro Encinas Rodríguez, (AER). Creo que el documento que nos han presentado y la franqueza con la que nos han hablado, pues debe ser el punto de partida para retomar un mecanismo de discusión, intercambio de opiniones y la elaboración del dictamen.
Y con la misma sinceridad con la que nos han hablado yo también quiero referirme, no como miembro del frente por la comunicación democrática, sino desde mi responsabilidad como senador de la República.
Y tenemos que partir de reconocer que lamentablemente el proceso de elaboración, negociación y dictamen de la leyes secundarias en materia de telecomunicaciones nos tiene un vicio de origen, porque no solamente la iniciativa del Ejecutivo Federal, sino el proyecto de dictamen que preparó el Senador Lozano como presidente de la Comisión de Telecomunicaciones, presentan un gravísimo retroceso respecto a la reforma constitucional que habíamos alcanzado
Que no fue sencillo lograr la reforma constitucional, porque si bien el dictamen que nos llegó de la Cámara de Diputados tenía algunos avances significativos había omisiones muy graves.
Por ejemplo, esa minuta no traía la responsabilidad del Estado para garantizar el derecho a la información en el Artículo Sexto, el cual incorporamos aquí en el Senado de la República.
Tampoco, venía incorporado el derecho de las audiencias que incorporamos en las discusiones en el Senado, ni venía contemplado los derechos de los medios sociales, comunitarios e indígenas; y otros temas, incluso los propios contrapesos al Instituto Federal de Telecomunicaciones que se convertía en un ente inmaculado que no tenía contrapesos ni mecanismos de rendición de cuentas que aquí también se estableció en el Senado.
Y ahora con estas iniciativas, pues evidentemente vemos que hay una relación muy importante que se debe de impedir y lo que mal empieza mal acaba, por eso creo que se empezó mal con el proyecto que presentó el Senador Lozano hasta ahora no hemos podido rectificar el proceso de discusión en las comisiones, en el Senado de la República para la elaboración del dictamen.
Y se ha abierto un frente de negociaciones en donde todo mundo participa: direcciones de los partidos políticos, grupos parlamentarios, legisladores en lo individual, aunque los grandes legisladores en este tema son los grupos de interés que son los que realmente están detrás de la negociación y más (inaudible) necesariamente son el duopolio televisivo, los grandes concesionarios de la radios y quienes tienen el control de las telecomunicaciones.
Y por eso tenemos que ubicarnos en esa justa dimensión.
Y retomando el documento que ustedes nos han presentado, yo creo que en primer lugar debe de ser un documento que se considere para el dictamen en las comisiones unidas, que deberían presentar en las comisiones unidas de Comunicaciones; de Radio, Televisión y Cinematografía y la de Estudios Legislativos.
Y que deberían ser la base, base también del proyecto de dictamen, como hemos demandado también que los sea la iniciativa que varios senadores y senadoras suscribimos (inaudible) a la Asociación Mexicana de Derecho a la Información.
Y reencauzar el debate. Yo creo que todos ha sido en reencauzar el debate e insistir en algo que nosotros y particularmente yo, a lo largo de toda esta legislatura he insistido, que la discusión se tiene que dar en el Senado de la República, en las comisiones dictaminadoras, de cara a la sociedad.
Se está grabando por supuesto por el Canal del Congreso y se va a transmitir en varias ocasiones esta reunión, lamentablemente estaba programada la comparecencia del Subsecretario de Hacienda, pero en mi carácter de presidente de la Comisión Bicameral del Canal del Congreso les garantizo que se estará retransmitiendo esta comparecencia.
Pero también tenemos que hacer la construcción del acuerdo de manera abierta en el trabajo legislativo.
Y desde mi punto de vista son tres los ejes centrales que debemos atender en esta discusión para evitar una contrarreforma.
La primera de ellas es dar la plena garantía de los ejercicios, del ejercicio de los derechos que ya consagramos en la Constitución: es el derecho a la información, a la libertad de expresión, a la no censura, el derecho de los usuarios y de las audiencias, el derecho de réplica, la neutralidad de la red, el de la posibilidad de elegir entre distintas ofertas de comunicación, el de los derechos de las personas con discapacidad, el derecho de los ciudadanos a acceder a información con contenidos en donde se incluyan valores cívicos de convivencia, tolerancia, democracia, no discriminación; por supuesto el derecho de las personas con discapacidad; así como la objeción de conciencia de los comunicadores; y también hay que decirlo, los derechos laborales de los trabajadores que se vean afectados por esta reforma.
Yo creo que uno de los grandes temas es el ejercicio de los derechos.
El segundo tiene que ver con un tema que hay que verlo de manera conjunta e integral, el de la democratización de los medios y el de la competencia real y efectiva en materia de telecomunicaciones y radiodifusión.
Porque este no es un asunto de mercado, yo creo que esto es lo primero que tenemos que asumir, es un asunto del interés público; y si bien en materia de competencia económica debiéramos retomar lo que ya retomamos y establecimos, no solamente en la reforma constitucional sino en la Ley de Competencia Económica en cuanto a que quitarle preponderancia debe establecerse por el área de servicios y no de sectores.
La otra cara del problema de la competencia, la pluralidad y la democracia (inaudible) tiene que ver con el pleno desarrollo de los medios públicos que deben de tener, efectivamente, independencia editorial, autonomía de gestión y recursos suficientes; y también así la otra parte que son los medios sociales, comunitarios e indígenas que deben de acceder a la garantía de un porcentaje básico del espectro radioeléctrico y a la posibilidad de contar con recursos para fortalecer su proyecto.
Y el tercer eje tiene que ver con fortalecer y dotar de verdadera competencia y autonomía al Instituto Federal de Telecomunicaciones. Que este sea un verdadero órgano con autonomía constitucional, el órgano único que vigile los contenidos y el ejercicio de los derechos de los ciudadanos, eliminando pues las ingerencias indebidas de la secretaría de Gobernación y la de Comunicaciones y Transportes.
Yo creo que son los tres temas, de los 21 puntos que aquí están planteando que nosotros tenemos que dar prioridad.
Que bueno que está aquí Alejandra Barrales, es la presidenta de la Comisión de Radios, Televisión y Cinematografía, para ir tomando esta discusión y reencausarla para tener un proyecto de dictamen que nos dé de verdad certeza.
Yo he estado hasta en las negociaciones (inaudible) y seriedad, y aún no ha quedado claro cuál es el acuerdo y entre quiénes está el acuerdo. Ahorita se los digo con toda claridad, si hay un avance con el PRD,. Si hay con el PAN; lo cierto es que es esta negociación, ahora sí usando el término (inaudible), el factor preponderante, que los dijo muy bien Daniel Giménez Cacho, son los poderes fácticos que están atrás de la aspiración de mantener no solamente los privilegios, sino el control de los medios y de la radiodifusión en nuestro país.
Yo sé que, lo dijo bien Giménez Cacho, no se tiene confianza en la Cámara de los Diputados y los Senadores, se legisla, lo hemos visto (inaudible) diario en favor de los poderes fácticos.
Pero si quiero decirles con toda claridad que nosotros no vamos a quedar en una relación de complicidad, ni como opositores nos vamos a diluir en una negociación, por el contrario nosotros vamos a refrendar no sólo el compromiso que tenemos con el frente, sino la convicción que expresamos en la reforma constitucional.
Queremos medios de comunicación abiertos, plurales, democráticos, que se rompa el monopolio no solamente en la concentración de las concesiones, sino que se rompa el monopolio de la opinión pública, para que los mexicanos podamos acceder a la información necesaria para formar nuestro propio criterio, tomar nuestras decisiones y participar en los asuntos públicos del país.
Y a eso nos seguimos comprometiendo más allá de los que se discuta en otras partes.
