Por fin se hará justicia a la Ciudad de México: Mario Delgado


Mario Delgado

Intervención en tribuna del Senador Mario Delgado Carrillo, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar a nombre de la Comisión del Distrito Federal, para presentar dictamen con proyecto de decreto por el que se reforman, se adicionan y se derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de reforma política de la Ciudad de México.

 

Mario Delgado Carrillo, (MDC): Gracias Presidente, con su venia.

 

Compañeras, compañeros:

 

En muy pocos casos en el mundo ocurre que una ciudad le da nombre a un país, como en nuestro caso.

 

El día de hoy, acudimos a una reforma histórica y muy importante para la ciudad capital de todos los mexicanos.

 

Por fin se hará justicia con esta ciudad, y se le dará su autonomía, incluso en una cuestión que parece de forma pero que tiene mucho fondo, deja de existir el Distrito Federal para darle paso a la Ciudad de México, sede de los poderes de la Unión y capital e la República; una entidad con derecho políticos plenos, como sucede en las demás entidades federativas.

 

Ya ha explicado aquí el senador Burgos las principales características de esta reforma. Una reforma que ha tardado mucho años en llegar.

 

Esta ciudad que siempre ha sido el motor de la democratización de nuestro país, se había quedado rezagada en algunos aspectos políticos que hoy se subsanarán.

 

El Jefe de Gobierno del Distrito Federal será ahora el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, se reconoce expresamente a la ciudad como integrante del Pacto Federal con carácter libre y soberano.

 

Se desaparecen, bueno se abre por fin la posibilidad de que al ser una ciudad autónoma tengamos propio Congreso local, y por lo tanto que las reformas constitucionales en nuestro país, la ciudadanía de la capital pueda opinar; no como ocurría actualmente que la Ciudad de México no podía opinar sobre las reformas constitucionales al no formar parte del Constituyente Permanente.

 

Es uno de los derechos políticos que quedan subsanadas con esta reforma.

 

Hay, de los temas principales que siempre se habían marcado como una inequidad: el tema de la seguridad pública, que el Presidente de la República era el encargado de nombrar al encargado.

 

El Presidente conservará el mando de la fuerza, pero el Jefe de Gobierno nombrará directamente al Secretario de Seguridad Pública.

 

El Senado de la República ya no podrá remover al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, lo cual era un residuo del intervencionismo del poder federal sobre la ciudad.

 

Se mantiene la excepción que tienen los inmuebles de la federación ubicados en la Ciudad de México para el pago del predial; se mantiene el esquema de deuda pública para la Ciudad de México, donde la deuda de la ciudad es deuda federal, porque fundamentalmente el esquema de deuda pública ha cambiado en nuestro país; y donde el resto de las entidades federativas pueden gozar de la garantía federal, por la Constitución que recientemente ha sido modificada en tal sentido.

 

Me parece que en el tema de la deuda se podía ir un poco más allá, para que la ciudad tuviera completamente esa atribución y pudiera adquirir la capacidad de planeación, que no tienen al no controlar su financiamiento.
Se reconoce la condición de capital de la República Mexicana, en el artículo 44; y en el 122 se mandata al Congreso a Considerar un bono de capitalidad, reconocer que tienen costos para esta ciudad el ser la capital de la República y que ese financiamiento tiene que ser compartido por la Federación.

 

Tendremos la primera Constitución de la Ciudad de México, la primera consecuencia de esta autonomía es que necesitaremos una Constitución.

 

Esta ciudad que siempre ha sido gobernada bajo un régimen excepción, tendrá que dar paso a elaborar el documento más importante en la historia de esta ciudad capital: nuestra propia Constitución.

 

¿Pero, cómo se hace un Constitución en estos tiempos? ¿Cómo se hace una Constitución en la ciudad mejor comunicada, más politizada, más participativa de todo el país?

 

¿Cómo logramos un Congreso Constituyente que sea representativo de lo que es actualmente nuestra ciudad, una ciudad viva, participativa y muy politizada? ¿Cómo logramos una representación en medio de esta crisis de representatividad que tienen los partidos políticos?

 

Desde noviembre del 2012 propusimos que hubiera un Constituyente especialmente electo para tal fin. Que la Constitución de la Ciudad de México no podría tener el trato de una ley más, que de tal forma que la Asamblea Legislativa tuviera facultades extraordinarias de Constituyente y que la iniciativa del Jefe de Gobierno fuera procesada como una ley más.
Necesitábamos tener un Congreso Constituyente electo especialmente para tal fin.
Qué bueno que se ha optado por esa fórmula, habrá en junio de 2016, si es de aprobarse esta reforma, una elección para que de manera directa sean los ciudadanos quienes elijan a los Diputados Constituyentes.

 

Un Congreso Constituyente, una Asamblea Constituyente es el poder originario. Y el poder originario reside en el pueblo; por lo tanto esta Asamblea tiene que ser muy representativa de la gente.

 

Se ha, además de los Diputados electos, se ha optado por una fórmula de designaciones. Nos parece muy desafortunada esta designación, donde 15 senadores serán elector por el propio Senado y 15 por la Cámara de Diputados, más 5 representantes del Jefe de Gobierno y 5 del Presidente de la República.

 

Me parece que una representación que no se gana de manera directa en las urnas no la puede dar la Cámara de Diputados, ni el Presidente de la República, ni el Jefe de Gobierno, porque se distorsiona el concepto de Asamblea originaria, de Congreso Constituyente.

 

Vamos a presentar una reserva en este sentido.

 

Pero quisiera seguir hablando de los aspectos más importantes de esta reforma, lo que tienen que ver con la gente, en qué va a cambiar la relación  de la gente con su gobierno.

 

El tercer nivel de gobierno, el que es más cercano a la ciudadanía, el que conocernos ahora como delegaciones políticas, es un modelo obsoleto de gobierno, es un modelo que genera falta de representatividad, falta de equilibrios y sobre todo mucha ineficiencia en la administración de los servicios públicos.

 

Se modifica para llegar a una figura de alcaldías. Durante años tuvimos el debate de si la Ciudad de México se convertía en el estado 32 o no. Un debate que se agotó por ser claramente insuficiente, por tratar de meter en la camisa de fuerza de un estado y de los municipios a esta gran ciudad.

 

Teníamos que optar por una figura que no cayera en esta trampa del municipalismo, necesitamos una figura que fuera distinta y adecuada para esta gran ciudad.

 

Se están proponiendo las alcaldías. Las alcaldías van a sustituir a las delegaciones, van a tener una representación política muy parecidas a lo que hacen actualmente los cabildos.

 

Las alcaldías ejercerán de manera autónoma su presupuesto, tendrán derecho a recibir recursos de los fondos y ramos federales en términos de la Ley de Coordinación Fiscal.

 

Se mantendrá la unicidad de la hacienda pública local, de tal manera que estas alcaldías no podrán contraer deudas ni obligaciones.

 

La elección de las alcaldías será acompañada por concejales, planillas entre 7 y 10 candidatos que darán lugar a un consejo de entre 10 y 15 concejales que serán un contrapeso al alcalde, serán un contrapeso a la hora de tomar decisiones y en una de las funciones más importantes, le tendrán que aprobar su presupuesto.

 

Ésta mayor representatividad provocará que estos concejales estén más cerca de los barrios y colonias de la ciudad, y que las necesidades de estos barrios y colonias estén en la mesa de la toma de decisiones.

 

Por supuesto, que para que este modelo de gobierno funcione no sólo en la parte de representación política, sino también en el lado de eficacia de gobierno a la hora de ofrecer servicios públicos en la Constitución de la Ciudad de México, y eso es algo en lo que ya no podemos nosotros intervenir, porque sería una paradoja de querer darle autonomía a la Ciudad y ponerle desde la Constitución una camisa de fuerza.

 

Tendrá que definir con mucha claridad cuáles son las atribuciones de estas alcaldías y cuáles son las atribuciones del gobierno central para que haya un cambio importante en como administramos y se gobierna esta ciudad.

 

Hay por supuesto grandes líneas a este respecto en esta Reforma, pero no se puede ir a un detalle porque sería un contrasentido.

 

Se establece también que en la Constitución local deberá definirse una fórmula y criterios para la acción del presupuesto de estas alcaldías y los ingresos que le correspondan por participaciones federales y puestos locales e ingresos por la prestación de servicios a su cargo, se les va a dar certeza en materia presupuestal a estas alcaldías.

 

Otra reforma que es otro cambio que es muy importante en esta reforma, es que por primera vez se sientan bases constitucionales para la coordinación metropolitana, somos un país donde la mayoría de la población vive en ciudades; sin embargo toda nuestra estructura político-administrativa está hecha en municipios, estados y federación, está basado en esos conceptos y el concepto de ciudad no existe en la Constitución.

 

Sin embargo los mexicanos vivimos el 80 por ciento  en ciudades y la gran mayoría de ellos ya conforman zonas metropolitanas.

 

Esta reforma, el impacto de esta reforma que tiene como origen la ciudad, va a tener un impacto en el resto del país, porque habrá bases para tener legislación y coordinación en las zonas metropolitanas no sólo en la zona centro del país, del Valle de México, sino el resto de las zonas metropolitanas en materia, pues, de aceptación a asentamientos humanos, protección al medio ambiente, transporte, tránsito, agua potable, drenaje, desechos sólidos y seguridad pública; todos temas evidentemente metropolitanos.

 

El tema de las alcaldías, se propone que sean electas a partir del 2018 y un tema que había generado mucho ruido, que se había metido de manera inadecuada en el proyecto de dictamen que estaba del 14 diciembre del 2014, es el tema de los trabajadores de la Ciudad de México, que estarán sujetos al régimen que la legislatura local configure dando, y no que se defina desde la Constitución.

 

Tendremos que hacer  algunas leyes secundarias, la Ley de Coordinación entre Poderes Federales y Poderes de la Ciudad de México y la Ley sobre Coordinación Administrativa entre los diferentes órganos de gobierno conurbados.

 

Vamos a hacer finalmente también una propuesta en materia de referéndum de que la Constitución de la Ciudad de México, que sea aprobada por este Constituyente antes de ser publicada por el Jefe de Gobierno, la gente tenga la posibilidad de votar.

 

Es una buena reforma para la ciudad, sin duda es un avance importante para los capitalinos, destaco también el contexto político en el que ocurre, un contexto  donde quien gobierna la ciudad, las fuerzas mayoritarias de la ciudad no tienen la mayoría en las Cámaras Federales para poder impulsar una reforma de mayores alcances.

 

Pero en una evaluación, en una perspectiva histórica, considerando que esta ciudad siempre ha vivido en un régimen de excepción me parece que hoy estamos logrando una muy buena reforma.

 

Por supuesto que alertamos sobre el tema de la Asamblea Constituyente, sobre el tema de referéndum y algunos otros más, donde igual presentaremos reservas, pero qué bueno que por fin hay la madurez política para que se siga adelante con esta reforma para nuestra ciudad.

 

Muchísimas gracias.

 

 

 

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