Pide Zoé Robledo garantizar derechos de niños que viven con sus madres en prisiones


Intervención en tribuna del senador, Zoé Robledo A., del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar reservas al dictamen con proyecto de decreto por el que se expide la Ley Nacional de Ejecución Penal; y se adicionan las fracciones XXXV, XXXVI y XXXVII y un quinto párrafo y se reforma el tercer párrafo del artículo 225 del Código Penal Federal.

 

Zoé Robledo A., (ZRA): Muchas gracias, compañeras y compañeros senadores.

 

Primero, sin duda, yo soy de los que celebro este dictamen, el trabajo de las comisiones de mucho tiempo, un trabajo puntual y esmerado.

 

Y lo celebro porque unos de los temas que era importante para senadores, para senadoras, para organizaciones de la sociedad civil, para mucha gente, que es el de los niños invisibles.

 

Los niños invisibles que son todos aquellos menores que o nacieron en la cárcel o tienen menos de tres años y viven en la cárcel con sus mamás.

 

Hoy en esta ley hay un artículo, el 36, que habla justamente sobre mujeres privadas de la libertad con hijas o hijas, eso ya los empieza a hacer visibles.

 

Pero pensemos en esos 549 niños, les repito, la mayoría menores de tres años, que ahí están, que ahí viven en los centros penitenciarios, que acompañan a sus madres que están cumpliendo condenas.

 

Ellos también reclaman derechos, el principal: el derecho de ser niños. Reclaman nuestra solidaridad, reclaman y con justa razón el derecho a ser felices.

 

El año pasado publicamos ese libro aquí en el Senado de la república el Anuario de los Niños Invisibles, que más que un libro es eso, es un anuario, como el que seguramente muchos de ustedes tuvieron en la secundaria, en la primaria, y los retrata así como son: pequeñitos, inocentes, que el destino les jugó la mala pasada de tener que empezar su vida sin conocer la libertad.

 

Y las preguntas al ver estos rostros y estos testimonios son inevitables, ¿cómo vive un niño en la cárcel?, ¿sabrá distinguir un niño entre la libertad y la falta de ella?, ¿sentirá nostalgia por las rejas una vez que salga de ahí?, ¿extrañará la libertad si no la conoce?, ¿cuáles serán sus sentimientos con la sociedad que lo puso en esa situación y muchas veces no le prestó los suficientes medios para su desarrollo en la etapa más importante que es el desarrollo temprano?

 

Al leer algunos de los testimonios que están aquí, como el de Rodrigo, que en un dibujo pone “ese niño soy yo, soy un monstruo de dos cabezas, es una cabeza con otra cabeza porque me voy a dibujar a mí mismo gordito”, “es un monstruo, el grande soy yo porque me visto como monstruo, lo hice para que espante, para que espante hice mis manos grandes”.

 

Niños que no debemos de abandonar y no los está abandonando este dictamen, sí debo de decirlo, los toma en cuenta.

 

Por eso mi reserva es muy simple, lo único que plantea es una modificación al párrafo segundo, cuando dice entre los derechos que tendrán las mujeres privadas de la libertad que tienen hijos, a que su hija o hija disfruten el más alto nivel de salud, creo que todos estarán de acuerdo con esto.

 

La palabra que a mí me incomoda, dice “que su hija o hija disfrute el más alto nivel posible de salud”, miren, no hay más de 27 centros penitenciarios en donde pueden estar estos niños, poderles prestar los más altos niveles de salud sería un momento alto y digno del Estado mexicano.

 

Proteger al más indefenso de los seres humanos que puede haber quizá en México que es un niño que está en la cárcel por circunstancias de la vida hablaría muy bien de nosotros.

 

¿Para qué les ponemos que lo más alto “posible”? si es una cuestión presupuestaria y ya hay un diagnóstico de la Cámara de Diputados que dice cuánto podría costar prestarles servicios de salud, guardaría, en fin, todo lo que necesite un niño, y la verdad es que no es tanto para el Estado mexicano, son 53 mil pesos al año, multiplíquenlos por los 539 niños, son cerca de 24 millones de pesos anuales, gobiernos de los estados se gastan eso en dos días en publicidad gubernamental.

 

Entonces creo que si quitamos la palabra “posible” hacemos un compromiso mayor, no de dejarlos en la indefensión de “lo que alcance”, porque eso significa posible, es “lo que tengamos en Hacienda”, “los recursos que podamos otorgarles”.

 

¿Para qué dejar esa mala señal, esa manchita en un dictamen que ha salido tan bien, que es tan noble, que ha alcanzado tantos consensos?

 

Por eso yo les pediría quitemos la palabra “posible”, hagamos cosas extraordinarias por estos niños, no “posibles”, no nos quedemos en lo “chiquito”, en lo mínimo, vamos a lo mayor.

 

No son muchos, son 500, si no podemos atender a estos niños como si fueran nuestros hijos, entonces algo tenemos que replantearnos en nuestro papel de representantes populares.

 

Yo los invito, quitemos esa palabrita, “posibles”, a mí me incomoda, espero que a ustedes también.

 

Al ser un tema muy relevantes, por lo menos para mí, senador presidente, le pediría con el apoyo de cinco senadores que haga esta votación de tipo nominal para que aparezca en la pantalla el voto de todas y todos.

 

Les agradezco mucho, ojalá apoyemos a estos niños, quitemos una palabra que no le hace daño al dictamen que solamente establece el nivel y la envergadura de lo que queremos hacer con esta ley.

 

Felicidades nuevamente a las comisiones. Es cuanto, gracias.

 

 

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=3ft_9q37y4c

0-0-0