En México estamos evolucionando hacia una cultura a favor de los discapacitados: Miguel Barbosa


Discurso del senador Miguel Barbosa Huerta, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, durante la presentación del libro “Desiguales, invisibles y excluidos: discriminación presupuestaria y grupos vulnerables 2010-2013”, coordinado por Mauricio Merino. 

 

Miguel Barbosa Huerta, (MBH): Yo soy un discapacitado y no me siento desigual, no me siento invisible y no me siento excluido.

 

En diciembre de 2013 se me amputó la pierna… el pie derecho, el pie derecho. Y asumí esa realidad como una responsabilidad (inaudible).

 

Cuando estuve fuera de circulación por 13 días, fuera de circulación de la vida, no del trabajo sino de la vida misma, cuando desperté lo asumí como una responsabilidad mía.

 

Y me arrojé de toda serenidad, de toda la madurez, de toda la fortaleza para poder enfrentar el día a día.

 

Créanme que lo he hecho así todo el tiempo. Regresé al Senado casi al tercer día que llegué a la casa después de estar en el hospital en diciembre de 2013, un diciembre muy frío, y me puse la meta de no sentirme amputado de nada, discriminado de nada, invisible de nada.

 

Yo he tenido una actitud positiva, así lo asumo, soy tan (inaudible) como cuando tenía el pie derecho y mantengo la alegría por la vida, la alegría por la vida. Créanme que sí.

 

Soy coordinador de los senadores del PRD y a los nueve meses de que me habían amputado la pierna me eligieron como presidente del Senado de la República.

 

Mi realidad es la de un discapacitado, cuando llego yo a mi casa, a la casa de ustedes, me quito la prótesis y todas las cosas que la acompañan y asumo mi realidad. Realidad de discapacitado.

 

El discapacitado sufre y si la discapacidad se asocia a la pobreza, sufre mucho más, mucho más.

 

La verdad es que es una vocación, pero también en una oportunidad. En México estamos evolucionando apenas en una cultura a favor de los discapacitados.

 

No sé si digo bien el nombre o no, cuando yo me asumí como… -dije algo que (inaudible), ¿te acuerdas?, y me dijo: no, momento tú no eres eso, y me dio el nombre correcto-, yo no sé si cuando dije discapacitado estoy en lo correcto.

 

No, ¿cómo debe ser?…Es lo mismo.

 

Entonces, de verdad que seré solidario con todas las causas relacionadas con la incapacidad. He constituido una fundación que se llama “Abriendo el camino”, para poder auxiliar, ayudar a las personas con discapacidades físicas en su rehabilitación, en su tratamiento psicológico, en su reincorporación social, en el pago prótesis.

 

Yo llevo la tercera prótesis, la tercera, y cada prótesis me cuesta lo que cuesta un carro híbrido –ahora que todos nos queremos comprar uno de esos- y hay gente que hace 20 años le pusieron una prótesis y hoy tiene esa misma prótesis, ya se imaginarán cómo está de deteriorada, porque a la persona con discapacidad cada paso duele, esa es la realidad que se enfrenta, cada paso duele.

 

Aprende uno a que cada paso es diferente al otro, porque si no es diferente y lo vuelve uno mecánico, se anda cayendo uno por todos lados.

 

Cada paso es diferente, es un secreto que no te lo dicen los terapeutas, sino que te acostumbras con las realidad que enfrentas.

 

Y hoy me siento de verdad muy orgulloso de acompañar -porque ustedes están acompañando este esfuerzo de este documento, de este libro- de acompañar a un gran amigo, a quien tengo un especial aprecio, con el que construimos el proyecto de reforma del Instituto Belisario Domínguez.
Cuando llegamos acá al Senado el Instituto Belisario Domínguez no era un instituto de investigación legislativa, era un lugar donde se alojaban los operadores políticos de los grupos parlamentarios.

 

Y Mauricio Merino y un servidor hicimos la planeación de lo que hoy es, en lo que se convirtió el Instituto Belisario Domínguez.

 

No aguantó Mauricio las inercias de la democracia político-electorales y me dijo: “yo hasta aquí llego”, pero la reforma ya estaba planteada, está incubada en la mente de Mauricio Merino.

 

Y por eso le tengo un gran aprecio y un gran respeto, y por eso estoy aquí para acompañarlo en la presentación de este libro, y por eso te digo Mauricio Merino gracias en nombre del Instituto Belisario Domínguez por habernos hecho el gran honor de que se presentara este libro y que el Instituto Belisario Domínguez arropara, fuera huésped de la presentación de este documento.
Ha sido un material de consulta para nosotros, si llega a tener la fundación que formé “Abriendo el camino” una biblioteca, sin duda que ahí va a estar para consulta, para toma de decisiones, para tomar posiciones públicas, para todo lo que conlleva un comportamiento público frente a una sociedad a veces insensible para los asuntos de las personas en discapacidad.

 

Les doy la bienvenida, felicito y agradezco la presencia de este importante presídium, destaco la presencia de muchos, -es un problema del formato priísta que si mencionas a uno tienes que mencionar a todos, porque sino alguno se va a enojar- pero gracias por estar aquí a Marta Lamas, (inaudible) con quien he tenido la oportunidad de convivir en unas reuniones reuniones verdaderamente aburridas ahí en la elaboración de la Constitución del Distrito Federal.

 

Gracias a ustedes, a todos, de verdad gracias.

 

Gracias diputado Madero, le prometo que no vuelvo a pelearme con usted en Twitter.

 

Y de verdad muy a gusto en esta tarde, muy apresurados porque tenemos votaciones, como escuchan esos llamados son alarmas, alertas, para ir a votar, pero quise antes que nada decirle a Mauricio Merino gracias, te considero mi amigo y gracias por esta publicación.

 

A ustedes buenas tardes y gracias.

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