Perspectivas y escenarios / Siempre


 IZQUIERDA HOY

El 2015 llega en un contexto complicado

El 2104 fue un año complicado. Un año que tal vez muchos no desearían recordar. Para explicar esta complejidad basta recordar la crisis de Iguala y la desaparición de los 43 integrantes de la normal rural de Ayotzinapa, la devaluación del peso frente al dólar, que lo ha ubicado por arriba de los 15 pesos, el estancamiento económico y el escándalo en el entorno familiar del titular del Poder Ejecutivo, la adquisición de la llamada “casa blanca”, con sus correspondientes consecuencias en los niveles de credibilidad.

 

El 2015 llega en un contexto complicado. Entre las principales variables que marcan el inicio de este nuevo año se encuentra el curso de las investigaciones en torno a la ubicación de los normalistas desaparecidos y de los movimientos de apoyo que se han generado en su entorno, la cuesta de enero en medio de la devaluación del peso y del descenso en los precios del petróleo, las elecciones federales del 7 de junio, el recrudecimiento del conflicto en Michoacán entre los grupos de autodefensa y la fuerzas federales.

 

En suma, se trata de un año de retos: mantener vigente el Estado de derecho, estabilizar la economía, propiciar el crecimiento económico y realizar las elecciones en condiciones de normalidad democrática.

 

Este año pondrá a prueba las instituciones, no sólo en su capacidad de resistencias, sino principalmente en su potencial para generar confianza y credibilidad en la sociedad.

 

Las movilizaciones de los familiares y compañeros de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa continuaron en este fin de año. Quienes apostaron a que las fiestas decembrinas provocarían el fin de la inconformidad se equivocaron rotundamente. Después de más de tres meses, la exigencia sigue y en enero tomará nuevamente impulso. Lo importante está en que este nuevo año marque un quiebre en los esfuerzos institucionales para llegar a fondo en las investigaciones. Los principales involucrados ya están presos o arraigados y los estudios en el extranjero están a punto de concluir. Existen las condiciones para que las autoridades den una respuesta de fondo de cara a la opinión pública nacional e internacional.

 

Desde la arena legislativa, se debe concluir la construcción del sistema anticorrupción, como parte del reconocimiento a la gran reforma estructural pendiente; así como la designación del fiscal especial en la materia. En 2015, el gobierno federal y los gobiernos locales tienen la oportunidad de demostrar a la población que poseen la voluntad necesaria para combatir la corrupción.

 

Desde mediados de la década de los años noventa, la economía ha estado estancada o ha registrado crecimiento de dos o tres puntos porcentuales en promedio, lo cual ha provocado la permanencia de la pobreza entre la mayoría de la población y un incremento significativo en la desigualdad.

 

En materia económica se debe dar un cambio sustancial. Desde hace años, en distintos foros académicos, centros de toma de decisiones y estancias gubernamentales, se sabe que el modelo de crecimiento se agotó. Algunos de los pensadores económicos de mayor proyección internacional, han expuesto como un proyecto exitoso en términos sociales pasar por el combate a la desigualdad y una distribución más equitativa de la riqueza. El año que comienza debe marcar el inicio de un viraje en el proyecto económico, en el cual se acentúe el aspecto social y en este nuevo rumbo debe enfatizarse la necesidad de la creación de más trabajos y mejores remuneraciones, tal y como lo establece la Constitución. El debate que empezó en 2014 y que no se concluyó, debe continuarse y concluir con resultados específicos en 2015.

 

Las elecciones de junio de 2015 tienen una relevancia especial por varios motivos. Se realizan con nuevas reglas electorales, como mayores niveles de fiscalización y transparencia electoral, y en un contexto de conflictividad social en varias regiones del país, como en Guerrero y en Michoacán, mientras que en otras regiones se vislumbran escenarios de un elevado abstencionismo.

 

En Guerrero, grupos cercanos a los normalistas desaparecidos han declarado que no permitirán la realización de los comicios mientras no aparezcan los integrantes de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre y el PRD ha suspendido sus procesos internos.

Más allá de estos fenómenos regionales, en este proceso el sistema electoral mexicano enfrenta uno de sus mayores retos: blindar las elecciones de la infiltración del crimen organizado. Los partidos políticos, en los procesos de selección de candidatos, que ya ha comenzado, deben demostrar que son capaces de mantenerse ajenos a los embates de las bandas delincuenciales. Lo que está en juego no es solamente un conjunto de gubernaturas y la integración de la nueva legislatura de la Cámara de Diputados. Lo que está en juego es la credibilidad en los partidos y en las instituciones de la democracia mexicana, un proceso de transformación política de más de un cuarto de siglo.

@MBarbosaMX

Presidente de la mesa directiva del

Senado de la República