La Causa y lo Causado: El cuarto Informe y la salud de la República / Milenio


¿Qué enviará este año el presidente Enrique Peña Nieto al Congreso de la Unión y qué leerá en su mensaje público? ¿Habrá alguna buena noticia que comunicar? ¿Tendrá la honestidad de aceptar los errores de su gobierno o reconocerá, por lo menos, alguno de los costos que la sociedad ha tenido que pagar por las decisiones en la primera mitad de su sexenio? ¡Cuánto hace falta al país un Informe veraz respecto a la situación que vivimos!, porque solo conociendo la realidad nuestro país podrá encontrar soluciones a sus problemas.

El Presidente ha dicho que este año será diferente. La innovación anunciada ya en un video consiste en subir un resumen ejecutivo y el contenido total de su Informe, así como establecer un diálogo directo con jóvenes. ¿Quiénes serán esos jóvenes? ¿Hicieron casting para estar en el evento presidencial? ¿Serán jóvenes afines a su partido y a su gobierno? ¿Vestirán camisetas rojas? ¿Serán estudiantes de universidades públicas o de escuelas privadas? ¿Podrán expresarse libremente o se sujetarán a un guion definido por la Oficina de la Presidencia de la República? ¿Invitarán a algún normalista de Ayotzinapa o de alguna otra normal rural? ¿Habrá entre los asistentes algunos de nuestros representantes en los recientes Juegos Olímpicos?

Este primero de septiembre sería bueno que la sociedad conociera las causas de por qué el Presidente no fue a fondo en el combate a la corrupción y se conformó con cambios a medias, que informara por qué nuestro país sigue estancado en su crecimiento económico, por qué el alza en el precio de los combustibles, de la gasolina y la electricidad, cuáles han sido los motivos del deslizamiento de nuestra moneda. Conocer las causas y los efectos de la violencia y por qué ha permitido que instituciones como la Policía Federal viole los derechos humanos, como los hizo en Tanhuato, Michoacán, de acuerdo con la observación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

El Estado mexicano no ha encontrado el modelo adecuado para que el Informe a la nación que el Poder Ejecutivo entrega al Congreso de la Unión sea eso: un verdadero informe sobre el estado que guardan la nación y la administración pública federal, que sea un diálogo entre Poderes de la Unión, un ejercicio de contrastes y de valoraciones objetivas entre el gobierno y la oposición sobre los problemas del país, un espacio útil para identificar los retos que enfrenta el país y para definir las prioridades que contendrá la agenda nacional en el siguiente año.

Lo que tenemos ahora es un evento dividido en dos partes. En la primera, el Presidente de la República envía por escrito su Informe, ante lo cual los grupos parlamentarios fijan sus posiciones, después siguen las comparecencias y las preguntas parlamentarias. La segunda parte consiste en un mensaje público del Presidente que continúa siendo una ceremonia de autoalabanza. Permanecen las superproducciones en escenarios suntuosos, es un evento para las élites políticas, económicas y sociales del país. En suma, seguimos sin tener un método que permita al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo un análisis serio y crítico de la situación del país cada año. m

Coordinador parlamentario del PRD en el Senado de la República.

Twitter: @MBarbosaMX