Peña Nieto invitó al enemigo de México: Dolores Padierna


VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN EN TRIBUNA DE LA VICECOORDINADORA DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD EN EL SENADO, DOLORES PADIERNA LUNA PARA FIJAR POSTURA SOBRE LA REUNIÓN ENTRE ENRIQUE PEÑA NIETO Y DONALD TRUMP.
Sen. Dolores Padierna Luna: Con su venia presidente.
Peña Nieto invitó al enemigo de México, lo recibió cuando él quiso, lo dejó tomar la batuta de la conferencia de prensa conjunta, el desastre perfecto.

La recepción de Peña Nieto al candidato republicano Donald Trump ofendió a las y los mexicanos; ofendió a nuestros connacionales en Estados Unidos, pero también ofendió a la embajada norteamericana en México; comprometió al Gobierno Federal a una posible intervención de Washington en nuestra propia política interior y denigró la investidura de la Presidencia de la República, por donde se le vea fue una pésima decisión.

Lo peor no sólo fue la decisión del gobierno de Peña Nieto de intervenir en la contienda presidencial interna de Estados Unidos, sino la humillación de Donald Trump a los mexicanos quien no modificó un ápice su posición antiinmigrante, xenófoba y represiva en contra de los mexicanos y de nuestra nación.

En su discurso en Phoenix, Arizona, horas después de su encuentro en Los Pinos con Peña Nieto, Trump reiteró que “México pagará por el muro al 100 por ciento”, aunque entrecomillo: “los mexicanos no lo saben todavía”. Esta declaración fue una bofetada, una burla abierta, una humillación y un menosprecio al Presidente de México.

Trump dio a conocer su “decálogo” para una política antinmigrante. En ningún punto modificó, matizó o suavizó sus posiciones insultantes para los mexicanos y para los centroamericanos. Por el contrario, reiteró que aplicará una política de “cero tolerancia” a los inmigrantes, sin importarle la violación de los derechos humanos.

Presumió que construirá un “precioso muro” y reiteró su oposición al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El mensaje de odio y polarización de Trump simplemente se agravó tras el encuentro con Peña Nieto en México.

Lo peor fue que el primer mandatario mexicano siguió en su discurso autocomplaciente.

Peña Nieto fue incapaz de desmentir a Donald Trump, en público y ante el pueblo mexicano, que nosotros no vamos a pagar un solo centavo de este delirante muro; que tampoco fue capaz de exigirle al magnate que se disculpara por los insultos que ha emitido desde el inicio de su carrera a la Casa Blanca.

En entrevista televisiva, Peña Nieto ofendió una vez más la inteligencia de todos los mexicanos al señalar que “sí apreció un cambio de tono en Donald Trump” y que “el diálogo es la ruta para encontrar acuerdos”. ¿Cuál diálogo? ¿Cuál acuerdo?, Trump simplemente utilizó la foto con Peña Nieto para endurecer su discurso, fortalecer su campaña. No se puede dialogar con quien niega la dignidad del pueblo mexicano.

Dos ex embajadores recientes de México en Estados Unidos criticaron duramente la decisión de recibir al candidato republicano en Los Pinos.

Miguel Basáñez escribió en su cuenta de Twitter: “Nadie como Trump ha puesto tal nivel de peligro en la relación de México y Estados Unidos en los últimos 50 años. Lamento profundamente la invitación”.

Arturo Sarukhan redactó: La invitación “legitima a Trump y su xenofobia y legitima a Trump y a sus fobia y envía un mensaje de que no hay costo de atacar a México y a los migrantes mexicanos”.

Lo peor es que el gobierno de Peña ni siquiera fue capaz de escuchar a sus propios ex embajadores.

Ante estas situación que consideramos de suma gravedad y debo de mencionar que Peña Nieto también está violando los principios normativos de nuestra Constitución, la autodeterminación de los pueblos porque permite el injerencismo, la solución pacífica de las controversias, no andar a las trompadas, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales cuando Donald Trump se la pasa amenaza tras amenaza; la igualdad jurídica entre los Estados.

El Estado Mexicano está en igual de condiciones que el Estado norteamericano; por ello nosotros decimos que el Senado de la República debe hacer un extrañamiento al titular del Ejecutivo Federal por la nula defensa del país ante los ataques de Donald Trump; al tiempo de exigirle a él mismo, a Enrique Peña Nieto una disculpa pública al pueblo de México por haber recibido y por respaldar implícitamente a un antimexicano y la postura contra México de ese personaje.

El Senado de la República también se debe de deslindar de la decisión del Ejecutivo Federal de inmiscuir al país en la contienda interna de los Estados Unidos de América.

También, pedir la comparecencia inmediata de la canciller Claudia Ruiz Massieu ante el pleno de esta soberanía para que nos explique la decisión los acuerdos privados que discutieron el Ejecutivo federal y el candidato republicano antimexicano a la presidencia de Estados Unidos. Me están mocionando el tiempo, quería mencionar cuatro cosas más, pero ojalá estos tres pedidos se hagan eco por dignidad del Senado de la República y en la defensa del pueblo de México se hagan caso de estos tres pedimentos que hace el PRD.
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