Necesario, modificar proceso de elección de ministros de la SCJN: Angélica de la Peña


Intervenciones de la senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la reunión de la Comisión de Justicia para discutir el dictamen sobre la idoneidad de los candidatos a ministro de la SCJN.

 

Angélica de la Peña Gómez, (APG): A ver, yo puedo compartir muchas de las observaciones que han hecho quienes me han antecedido en la palabra, pero nosotros debemos ser estrictos en lo que dice la Constitución.

 

Por ejemplo, para mí en lo personal y para mi grupo, el artículo 95 y el artículo 96 de la Constitución tienen que reformarse.

 

El procedimiento quedó agotado, ha quedado evidenciado permanentemente en las discusiones que hemos dado todos estos meses, desde la crisis a partir de la designación del anterior ministro, que sustituyó a quien falleció, el ministro Vals.

 

Ha habido un cuestionamiento que ha ido in crescendo, donde ese proceso que nos menciona el senador Bartlett del 95, pues hoy ya hizo crisis.

 

Me parece que ahora las cuestiones que quedan inscritas como un asunto de atención irresoluta, de atención urgente, tiene que ser ya. Pero hoy el procedimiento que estamos emprendiendo es este, nuestro marco constitucional, no legal, sino constitucional está inscrito en el artículo 95 y el artículo 96, que lo voy a leer para nombrar, el 95, tiene que ver con los requisitos de idoneidad.

 

Quiero recordar que hay un precedente respecto de la idoneidad, que ya nosotros suscribimos. Es decir, hay un cumplimiento en todos los requisitos que establece el 95 constitucional.

 

No rechazamos la terna anticipadamente. Entonces, ese precedente es importante tomarlo en consideración. Ya hay un precedente donde todos estuvimos de acuerdo que se cumple con el artículo 95.

 

Ahora, ¿qué dice el artículo 96? Para nombrar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia, el presidente de la República someterá una terna a consideración del Senado, el cual, previa comparecencia de las personas propuestas, designará al ministro que deba cubrir la vacante-.

 

La designación se hará por el voto de dos terceras partes de los miembros del Senado presentes, dentro del improrrogable plazo de 30 días.

 

Si el Senado no resolviere dicho dentro de dicho plazo, ocupará el cargo de ministro la persona que dentro de dicha terna designe el presidente de la República. No ha sido el caso. Estamos cumpliendo en tiempo y forma dentro de los 30 días, por lo tanto no estamos en el supuesto de este primer párrafo del artículo 96.

 

El segundo párrafo dice: en caso de que la Cámara de Senadores rechace la totalidad de la terna propuestas, es decir, nos vamos a la votación y en la votación ninguna de las personalidades integradas en la terna que vamos a votar, reúne los dos tercios, ahí estaríamos frente a este supuesto.

 

Entonces, el presidente, previo aviso de que hemos rechazado la terna, el presidente someterá al Senado una nueva, en los términos del párrafo anterior.

 

Si esta segunda terna fuera rechazada, ocupará el cargo la persona que dentro de dicha terna designe el presidente de la República, punto.

 

No hay manera de que podamos ir en el supuesto de que se rechace también la segunda, ir a una tercera terna. La Constitución es muy clara en el artículo 96.

 

Nos dice que al cumplir la segunda terna y no habiendo reunido las dos terceras partes, el presidente tiene la potestad, así dice la Constitución, de decidir a quien él designe.

 

Entonces, yo lo que pongo aquí a discusión es pues el método, este es el método en que estamos ahora, no otro. Hay que cambiarlo, perdónenme, tenemos claro, cuando menos en el caso mío, y muchos así lo han planteado, muchos académicos y académicas así lo han planteado, nos han incluso propuesto de manera clara y precisa, señoras y señores del Senado, tienen que cambiar este procedimiento.

 

Pero hoy, frente a estas dos vacantes que tenemos, tenemos que aplicar la Constitución, no lo que creamos nosotros que deba hacerse, que yo puedo coincidir totalmente en las críticas respecto al procedimiento que ya quedó agotado.

 

Quedó evidenciado, quedó trastocado, quedó ya frente a una, insisto, decisión que desde mi punto de vista no podemos postergar.

 

Pero no va a aplicar para ahora. Debimos haberlo hecho antes, debimos haber modificado la Constitución antes, para que en el caso de estas dos ternas efectivamente hubiese aplicado las reformas que yo comparto totalmente.

 

Es más, yo incluso hasta soy radical. Hay una propuesta de reforma mía en donde le quita la potestad al Presidente de la República; hay otras reformas que no van en ese sentido.

 

Yo soy radical. Esta decisión no la debería tomar el Presidente de la República; no debería mandar terna, ni una, ni dos, ni tres. Esta decisión debería de tomarse de otra manera.

 

Así dice mi propuesta de reforma a esos dos artículos de la Constitución.

 

Y bueno, yo entiendo que esa va a ser una discusión que queda en la palestra para seguirla reflexionando, después de este procedimiento en base al derecho comparado, que es lo que conviene a los nuevos tiempos de nuestro país y no quedar efectivamente a la decisión de una terna que siempre el Presidente en turno va a decidir en función de X o Z cuestión.

 

Podemos especular mucho respecto a ese sentido y podemos estar quizás en la mayoría de los casos, totalmente inconformes por la forma en que decide la terna.

 

Ahora estamos frente a dos ternas: dos ternas que si no obtienen en la votación en el Pleno del Senado se rechaza y el Presidente nos manda otra.

 

Si no nos gusta, el Presidente decide. Así dice la Constitución. Decide el nombramiento directo.

 

Esa es la situación constitucional. Ese es el marco de la Constitución. No hay manera de interpretar la Constitución. Ese es el procedimiento 96 de la Constitución. Qué lamentable, así es. Yo, no me gusta; así es.

 

Entonces hay que ahora resolver en la Comisión de Justicia, porque finalmente la decisión fundamental no la toma la Comisión de Justicia. La toma el Pleno del Senado con una votación que debe obtener dos tercios en la eventualidad de que alguna o alguno de quienes están propuestos, pues pueda reunir las simpatías, pueda reunir la votación o no y entonces estaríamos en la eventualidad del segundo párrafo del 96 hasta que llegue finalmente en que si no nos gusta tampoco la otra terna que mande el Presidente, o las otras dos ternas que mande el Presidente, entonces la designación del Presidente será inmediata, a partir de lo que dice este Artículo.

 

Entonces yo quiero proponer a esta Comisión dos cosas, si me permiten:

 

La primera: Me parece que es necesario que nosotros, efectivamente todas las discusiones de las comparecencias, que fueron muy importantes, que son necesarias rescatar aquí, yo no sé si dé oportunidad a que queden textuales, yo sería de esa opinión, pero creo que hay manera de resolverlo; a partir de establecer cuáles son los links, tanto de lo que quedó grabado en el Canal del Congreso, como lo que quedó grabado en el otro canal de Internet, que tomamos la previsión para que siempre estuviese abierto, para que la opinión pública, la sociedad estuviera siguiendo en vivo las comparecencias, independientemente de que el Canal del Congreso se moviera a alguna otra actividad, como efectivamente sucedió.

 

Entonces yo creo que es necesario rescatar lo que se planteó, lo que la exposición, las comparecencias, y deberían quedar en el Dictamen.

 

Seguramente lo podemos hacer a través de establecer los link que sí creo que son necesarios establecer.

 

Ya la opinión versada respecto de sí o no, yo no creo que podamos hacer en la Comisión una interpretación porque resulta que en las discusiones hubo una diversidad de opiniones; una diversidad de opiniones.

 

No hubo una opinión; yo no veo que podamos decidir ésta fue una opinión que va a unificar a todos, yo creo que no, porque las preguntas, las contestaciones, la opinión que tenemos de cada uno, de cada una de quienes estuvieron en las ternas pues es indistinta. Esa es finalmente la diversidad y pluralidad del Senado de quienes participaron más allá de ser miembros o no de la Comisión de Justicia, que efectivamente ese método fue muy importante y qué bueno que se reconoce el esfuerzo que hicimos para intentar abrirnos dentro del propio cauce que establece la Constitución para que pudiéramos ampliar la discusión, las comparecencias de las personas que están integradas en las dos ternas.

 

Y segundo, me parece que debemos tener un compromiso para que pasando este proceso, ciertamente, lo digo con toda la seguridad, de que no hay manera de que este proceso, este procedimiento constitucional como está establecido en estos dos artículos de nuestra Constitución, sigan estando ya vigentes.

 

Hoy queda más que evidenciado: quedaron totalmente obsoletos, han estado cuestionados estos procedimientos constitucionales desde todos los espacios y me parece que ya no hay manera de que sigamos manteniéndolo así, tal cual. De manera que debiésemos comprometernos a que es necesario modificar la Constitución, es necesario convocar en qué sentido tendría que ser la modificación de la Constitución; porque resulta que hay varias opiniones también de cómo tendría que modificarse la Constitución.

 

Hay diversas opiniones. Nosotros convocamos, el senador Yunes y yo, a un Foro a distintos expertos, con tres mesas de trabajo; y en las tres, cuatro mesas de trabajo todos y todas quienes participaron, lo primero que pusieron en evidencia es: ese método constitucional, ese procedimiento constitucional ya no es posible mantenerlo.

 

Claro, hubo otras cuestiones, que está en la decisión personal de atenderlas o no. Yo recuerdo que decíamos: le pedimos al Presidente que mande dos ternas de mujeres, por ejemplo, y el Presidente decidió mandar  una de señores y una de señoras. Ahí planteamos dos ternas de señoras, y el Presidente, en su potestad, decidió mandar una de señores y una de señoras. Ya no se cumplió.

 

Creo que hay muchas cosas que corregir de la Constitución y es el momento en que signemos públicamente en esta Comisión de Justicia, signemos públicamente nuestro compromiso de atender lo que nos han propuesto, pero también atender las distintas iniciativas que están en la Comisión de Puntos Constitucionales, para que procedamos a actualizar, a mejorar, a transparentar, a tomar de paz el derecho comparado también, el derecho comparado como está en otros países, cuál puede ser el mejor procedimiento para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación quede integrada de otra manera.

 

Yo no veo, perdónenme, yo no veo hoy la manera de que nosotros hagamos aquí una interpretación de estos artículos de la Constitución para modificar el procedimiento. Lo único que nos queda es lo que dice el 96: nos vamos a la votación y en la votación podemos votar o no para reunir las dos terceras partes o no, y entonces pasar al segundo párrafo del mismo artículo 96.

 

En esa situación nos encontramos, presidente.

 

Es cuanto.

 

SEGUNDA INTERVENCIÓN

 

APG: Gracias.

 

A ver: me parece que estamos aquí tomando, estamos en una discusión que tiene un problema de fondo y tiene un problema de forma.

 

El problema de fondo es que tenemos un marco constitucional en el que tenemos que apegarnos; no hay manera de decir yo me interpreto a la Constitución, como creo que tiene que ser. Eso me parece que no hay manera de que nosotros nos podamos substraer.

 

El problema de fondo es un asunto que hay que verlo a mediano plazo. No lo podemos resolver hoy.

 

Por cierto, quiero recordar que cuando llegamos a esta legislatura, bueno, la legislatura pasada, cuando llegamos quienes estamos aquí hoy como senadoras y senadores, tuvimos una experiencia; una experiencia de dos ternas que rechazamos en el Pleno. Fue noviembre de 2012.

 

Inmediatamente se la regresamos al Presidente, y el Presidente nos manda otras dos, el 15 de noviembre 2012.

 

En alguna de ellas, por cierto, repetía quien finalmente tuvo los dos tercios y hoy está en funciones, que es el Ministro Alberto Gelasio Pérez Dayán.

 

Y en el caso de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, surge de la segunda terna que se nos envía.

 

Por cierto le aclaro senador Bartlett, y lo digo con toda puntualidad:

 

La siguiente terna, después de estas dos, ya no nos toca a nosotros porque sería en diciembre del 2018, para sustituir al Ministro José Ramón Cossío. Le toca a la siguiente legislatura; ya no nos toca.

 

Estas son las dos últimas que nos toca a quienes hoy estamos como senadoras y senadores. Estas dos.

 

Ahora, qué es lo que yo creo:

 

Podemos repetir lo que ya hicimos, ¿sí? Regresar las dos ternas.

 

Yo tengo un problema, ¿eh?, porque en las dos ternas anteriores había mujeres que no fueron tomadas en consideración. Regresaron ternas y tampoco tomadas en consideración de las mujeres.

 

Ustedes saben que yo tengo una posición muy clara y precisa respecto que en la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene que haber más mujeres.

 

A mí me preocuparía que hoy de facto estemos descalificando a la terna que viene del Poder Judicial.

 

Yo no estoy tan de acuerdo que tengamos que descalificarlas. Son tres señoras que podamos simpatizar, sí o no; nos parecerá buena o mala o mediana, cada una de ellas, otra mejor que la otra, qué se yo; pero no estoy de acuerdo en descalificar la terna de las señoras que vienen del Poder Judicial.

 

La otra, la otra, miren, habría que ver, yo no estoy tan de acuerdo que tengamos que descalificarla igual, para que nos manden a quién sabe quién, francamente no me parecería que la dinámica de la discusión, que no se quiere ventilar de manera franca y precisa, es que pareciera que todos estamos diciendo que las ternas no sirven.

 

Yo quiero preguntarles a cada uno de los que están aquí, si están coincidiendo en esa situación. Aquí hay una diversidad de opiniones y las opiniones, me parece, que también están en función de que algunos senadores, algunas senadoras pensamos que a lo mejor no son las mejores, eso es otra cosa.

 

A ver, la cuestión de forma: se hacen críticas respecto de cómo se ha llevado el procedimiento. El procedimiento me parece que ha sido correcto por parte de la Comisión de Justicia, ha sido impecable en garantizar que haya una discusión amplia, una discusión que permita incluso escudriñar a quienes vinieron en las comparecencias, en situaciones verdaderamente complicadas.

 

Miren, yo recuerdo una de estas personas llegó solamente con su cuadernito y ahí apuntó. Otro llegó solamente con su Constitución; y otro llegó con un poco más de apoyos. Es decir, me parece que no venían poco preparados, no hubo cuestiones a las que dijéramos no enfrentaron: las enfrentaron como pudieron, unos mejor, otros con más herramientas; siempre comparecer en un foro y sobre todo el formato que decidimos en la Comisión de Justicia, perdónenme, no es tan fácil.

 

Desde preguntas que tuvieron casi 30 minutos de exposición con las preguntas; hasta contestaciones que tomaron el tiempo que tuvieron que tomar para contestar. Creo que eso llevó a un ejercicio muy importante, un ejercicio que permitió ver cómo están cada una de las personalidades; y entonces creo que hoy estamos frente a una cuestión en la que francamente volver, decidir en el Pleno que se regrese, porque aquí no lo podemos decidir; esta Comisión no puede decidir que las dos ternas no pasan, no lo pueden decidir, insisto, porque tenemos un precedente.

 

Un precedente de idoneidad acotado, no para calificar en esta Comisión. La Constitución es clara: quien tiene que decidir después de que todas las senadoras y todos los senadores tienen los elementos que da el cumplir cada uno de los pasos que tuvieron que cumplirse hasta las comparecencias; que tuvieron un formato amplio, acorde a las inquietudes que hemos expresado, para que tuviéramos posibilidad de preguntar lo que quisiéramos preguntar; de que contestaran tomándose todo el tiempo que quisieran tomarse para contestar quienes aquí estuvieron, eso nos permite de alguna manera tener mayores elementos que no tuvimos, por cierto, en las ocasiones anteriores.

 

Creo que lo que tenemos que hacer aquí es seguir el procedimiento y allá, en el Pleno, tomarán, tomaremos las determinaciones que tengamos que tomar. Eso no lo vamos a resolver en esta Comisión, esa es una cuestión de forma a la que yo me quiero circunscribir en mi intervención.

 

Y perdónenme, pero aquí en esta Comisión no podemos, porque estamos dando un debate medio bizantino; si me permiten decirlo; y no es que esté yo a favor de las compañeras y los compañeros de los otros grupos parlamentarios, simplemente me circunscribo a la Constitución y al Reglamento del Senado.

 

Hay un procedimiento que nosotros decidimos como Comisión de Justicia, ampliarlo en el margen que nos permite el propio Reglamento, para que la Mesa Directiva le propusiera a la Comisión de Justicia tomar un método de discusión amplio de participación de quienes no eran integrantes de la Comisión, para que lo hicieran cuantas veces lo hicieron, con toda libertad.

 

Ahora hay una cuestión que tenemos que llevar hacia el Pleno. Y más allá de que si están arreglados o no están arreglados, bueno, cada quien tiene su criterio.

 

Perdón, yo llamo mucho la atención, pudiendo quizás estar francamente coincidiendo con quienes reclaman, pero yo sí junto con los reclamos sí quiero aducir que aquí somos personas adultas, y como personas adultas, sí, es verdad que cada quién se mueve en función de cómo lo cree, somos una pluralidad y una diversidad que no todos coincidimos.

 

Yo creo que el acotamiento de cómo está la Constitución no nos permite ir más allá, más que aplicando el primer párrafo del 96, y en el supuesto de estar en el segundo párrafo del 96.

 

Y después el presidente, yo hago críticas al Presidente que no tomó consideración de lo que le pedimos, sí.

 

¿Qué nos garantiza que los va a tomar en las siguientes ternas? Pues nada, nada. Así como usted senador, por cierto, se lo digo a usted, cuál le tocó siendo senador y no cuestionar este método, creo que para elegir a Cosío; no me acuerdo. En fin.

 

Ahora sí ya después de todos estos años y después de haber tenido experiencias tan terribles como la de Medina Mora, estamos obligados a cambiar el asunto de fondo.

 

El asunto de fondo es: Hay que reformar la Constitución.

 

¿Ya no nos va a tocar aplicarla a nosotros? No, pero sí tenemos que perfeccionar el método porque en esta transición tenemos que ir avanzando a perfeccionar nuestro marco jurídico fundamentalmente el constitucional, pero ahora ya tenemos que tomar una decisión, cualquiera que vayamos a tomar en el marco de lo que puede hacer esta Comisión de Justicia y llevar el asunto allá.

 

Si allá no se logran los dos tercios en cualquiera de las dos o en las dos, entonces ya estamos en el supuesto del segundo párrafo del 96.

 

 

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