Lo que la elección nos dejó / Siempre


Diez lecciones de este proceso electoral, más allá de ganadores y perdedores, que vale la pena revisar:

1. Ausencia de consulta popular. Ésta pudo haber sido la primera jornada electoral en las que los ciudadanos votaran consultas populares. Sin embargo, la Suprema Corte resolvió que todas las preguntas propuestas eran inconstitucionales. La regulación de la consulta popular tendrá que ser modificada para evitar que este mecanismo de participación sea letra muerta.

2. Candidato transparente. Hasta el 2 de junio, 366 candidatos habían publicado su #3de3; es decir, su declaración patrimonial, de intereses, y fiscal. Este esfuerzo del IMCO y Transparencia Mexicana sentó, más que un precedente, un nuevo paradigma en materia de transparencia.

3. Candidatos independientes. La posibilidad de votar por candidatos que no fueron postulados por algún partido es un avance para tratar de oxigenar el sistema político mexicano. Pero quedan temas pendientes: bajar las barreras de entrada –a nivel federal compitieron 4,496 candidaturas postuladas por partidos y sólo 22 independientes–; y revisar su financiamiento.

4. Debate sobre anulismo. El legítimo debate sobre anular o no el voto, que tuvo su cenit en 2009, volvió a aparecer. El argumento principal de los anulistas: el sistema de partidos y de representación están mal y no van a cambiar votando. Los que hacen un llamado a votar argumentan que el voto es un mecanismo útil de premio-castigo y de fragmentación de poder.

5. Spotización. Durante el proceso electoral se transmitieron alrededor de 24 millones de spots de 30 segundos. Hay que discutir la utilidad y efectividad de estos mensajes ante el electorado, pues son muchos y muy breves. Sobre todo hay que entender algo: el spot no puede sustituir al debate.

6. Encuesta ciudadana. Muchos perciben que las encuestas fallan para manipular a la opinión pública. Por ello, surgió una iniciativa ciudadana, impulsada por Selene González, para lanzar la primera encuesta independiente que sea financiada por la gente a través del crowdfunding.

7. Sanciones al PVEM. El Partido Verde violó la ley. El INE decidió aplicar sanciones: amonestación pública, multas, reducción de financiamiento e interrupción en la transmisión de spots. Pero hubo una iniciativa, promovida por académicos como Denise Dresser, que solicitó la quinta de estas sanciones, que se rigen bajo el principio de progresividad: retirar el registro.

8. Espionaje telefónico. Debemos condenar la intervención de las comunicaciones entre particulares. La transgresión a las comunicaciones de la autoridad electoral puede llevar a que otra información, más delicada, sea conocida por los delincuentes que grabaron y divulgaron la llamada.

9. Amenazas de boicot. Abstenerse o anular es legítimo; amagar con boicotear unas elecciones no lo es. Impedir que otros voten es un acto de exclusión e intolerancia. Los maestros, que siempre habían sido un motor de la democracia en México, no pueden ser enemigos de las elecciones. Por cierto, también se debe condenar la suspensión del proceso de evaluación de docentes.

10. Desencanto democrático. Los mexicanos están insatisfechos con la democracia: sólo el 37% opina que es preferible a cualquier otra forma de gobierno (Latinobarómetro, 2013). Lo cierto es que, aún con sus problemas, la democracia sigue siendo el mejor método para elegir representantes. No sé si tenemos el gobierno que nos merecemos, pero, como dice José Woldenberg, “tenemos el gobierno por el que votamos”. XXX TWITTER: @zoerobledo