Discurso pronunciado por la senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, en el encuentro de la Comisión de Derechos Humanos con defensores y defensoras de los derechos humanos.
Angélica de la Peña Gómez, (APG). Muchas gracias por venir a esta Comisión de Derechos Humanos y al Senado de la República a todos y todas las representantes de las distintas organizaciones no gubernamentales, muchas de ellas articuladas en el frente que tiene que ver con las propuestas y planteamientos alrededor de distintas leyes que estamos discutiendo en el Senado de la República, y son por su relevancia de un gran interés de la sociedad y en particular de estas organizaciones no gubernamentales.
El día de hoy esta reunión tiene como cometido escucharles, platicar, discutir y sobre todo que yo pueda recibir de manera abierta, de manera pública sus propuestas e inquietudes alrededor del dictamen de la Ley Reglamentaria del artículo 29 Constitucional, que es importante señalar forma parte de la reforma en materia de Derechos Humanos, que entra en vigor el 11 de junio de 2011, que reforma además del artículo 29 otros 10 artículos.
Este artículo 29 constitucional y el artículo 33 constitucional, que también sufrió reformas, además reciben mandatos expresos en el dictamen de esta gran reforma, lo que hemos definido como un parteaguas en materia de derechos humanos en nuestro país, del 11 de junio de 2011, reciben mandatos en los transitorios respecto de que el Congreso de la Unión legisle una ley reglamentaria en cada una de estas materias.
Es decir, la que tiene que ver con la materia del artículo 33 constitucional y la que tiene que ver con el 29 constitucional.
Brevemente informo a todos ustedes, si me permiten, que el proceso legislativo a partir de que llegamos al Congreso de la Unión en nuestra representación como senadores, como senadoras, encontramos un pendiente que no se pudo concretar en la legislatura pasada, precisamente que recibe el cumplimiento del mandato del transitorio de la Constitución, respecto de otorgaban al Congreso de la Unión un años para legislar, para hacer la ley reglamentaria del artículo 29 y la ley reglamentaria del artículo 33.
Ya estamos desfasados en tiempo y por supuesto nos dimos a la tarea de trabajar, ya que además de esta falta en el mandato constitucional, también era una exigencia de las distintas organizaciones de derechos humanos y por supuesto también de las Organizaciones de Naciones Unidas.
El pasado octubre, en el mecanismo de Evaluación Periódico Universal realizado en Ginebra por la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, distintos países le solicitaron, le recomendaron a nuestro país, que justamente cumpliera con la responsabilidad en legislar en esta materia, tanto en el 33 como en la del 29.
Para entonces ya tenemos un proceso muy avanzado para octubre del año pasado, para octubre del año pasado, de la elaboración de distintas iniciativas.
Destaco por su relevancia la que yo presenté, acompañada por algunas senadoras y senadores, y la que envía el Ejecutivo de nuestro país. El presidente de la República manda también sus propias iniciativas para que sean revisadas y dictaminadas por el Senado como Cámara de origen, tanto la del 29 como la del 33.
Menciono las dos porque el proceso fue conjunto, fue al mismo tiempo, elaboramos las dos iniciativas, discutimos las dos iniciativas, las llevamos a comisiones las dos iniciativas.
Teniendo Cámara de origen, la comisión de origen, en el caso de la del 29 la Comisión de Derecho Humanos y en el caso de la del 33 la Comisión de Gobernación.
Es importante señalar que en el proceso de dictamen integramos ambas iniciativas, la que signamos en el Senado y la del Ejecutivo, de tal manera que logramos consensos muy importantes y prácticamente el dictamen de la reglamentaria del 29 constitucional tenía muchas semanas, varios meses concluida.
Realmente las comisiones el debate lo teníamos en la reglamentaria del artículo 33, con una litis muy importante que motivo tanto al presidente de la Comisión de Justicia y a la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos a pedir que hubiera mayor discusión respecto de algunos preceptos, que tuvimos que entrar a discusión y a negociar para que pudiera tener el consenso de todos los grupos parlamentarios.
Nos parecía muy importante no dejar ningún precepto que pudiera interpretarse de manera incorrecta, que trastocara el principio constitucional, de tal manera que fue muy importante el proceso de discusión de la Ley Reglamentaria del 33.
De tal manera que al llegar a los consensos en un trabajo de articulación muy importante del equipo técnico de las comisiones legislativas que destrabaron la forma cómo estábamos inscribiendo algunos artículos, nos permiten entonces ya concretar con todos los consensos respondiendo a nuestras inquietudes de la Ley Reglamentaria del artículo 33.
Y entonces ya en el proceso conjunto, aun llevando algunas dificultades, por al fechas tuvimos que convocar a varias comisiones, finalmente logramos inscribir los dos proyectos de dictamen prácticamente con un transcurso de discusión muy intenso, muy relevante en las comisiones y al final estos dos dictámenes con pleno consenso.
Por eso, cuando distintas organizaciones ya prácticamente habiendo sido aprobados estos dos dictámenes en primera lectura por la plenaria del Senado de la República, y al recibir de manera formal la solicitud de algunas organizaciones no gubernamentales preocupadas por algunos preceptos que están inscritos en la Ley Reglamentaria del 29 constitucional, decidimos, las y el presidente de las comisiones dictaminadoras, las cuatro comisiones, decidimos bajarlas.
Para que aun cuando se estaba terminando el periodo ordinario de sesiones pasado, nos parecía muy importante definitivamente relevante darnos un tiempo para discutir y sobre todo escuchar las inquietudes y dirimir con ustedes cada una de estas inquietudes y preocupaciones.
De tal manera que el proceso de diseño de la ley, de aprobación de la ley, no se empañe por tener algún vericueto o alguna situación no debidamente aclarada o no tomada en consideración de las organizaciones no gubernamentales, porque justamente la característica de estas organizaciones es una sola., entre muchas, pero en común una sola, que yo creo que es importante distinguir su compromiso con los derechos humanos.
De tal manera que hoy, después de entablar estas reuniones bilaterales y darnos un tiempo a que las propias organizaciones y nosotros concertamos, decidimos hacer esta reunión abierta y pública, por cierto como muchas de las reuniones que realizamos desde la Comisión de Derechos Humanos del Senado, es una característica que desde el principio ha distinguido esta Comisión y hoy no podría ser definitivamente un asunto que no fuese abiertamente planteado con el Canal del Congreso y distintos medios de comunicación y con la presencia abierta de quien quiera entrar a esa sesión porque me parece que ése es el compromiso que tenemos y que tengo yo como senadora de la República y más presidiendo la Comisión de derechos Humanos y más habiendo sido una de las promotoras de un proyecto de iniciativa de la Ley Reglamentaria del 29 constitucional.
Por lo tanto yo agradezco mucho a todos ustedes que hoy estén acá y que sin más ni más, y habiendo dado esta explicación, y al mismo tiempo les doy la bienvenida, voy a enunciar un poco más tarde la presencia de cada uno de ustedes.
Yo quiero darles la bienvenida y por supuesto la disposición desde el Senado de la República para escucharles.
Voy a iniciar las intervenciones, iba a preguntar quién, y por supuesto don Miguel Concha Melo es el primero que me pide la palabra.
Voy a apuntar a cada uno de ustedes como me lo vayan solicitando.
Y por favor, Padre, tiene usted el uso de la palabra.
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