Ley de Seguridad Interior es para cuidar las instituciones, no a los ciudadanos: Luis Sánchez


Ciudad de México, miércoles 13 de diciembre de 2017

 

INTERVENCIÓN

 

Ley de Seguridad Interior es para cuidar las instituciones, no a los ciudadanos: Luis Sánchez

 

Intervención del senador Luis Sánchez Jiménez, coordinador de Grupo Parlamentario del PRD, durante la reunión de comisiones unidas para analizar y dictaminar la minuta enviada por la Cámara de Diputados sobre Ley de Seguridad Interior.

 

Luis Sánchez Jiménez (LSJ): Compañeras y compañeros.

 

Se perfila el resultado de esta sesión de comisiones unidas, se perfila para aprobar esta minuta enviada por la Cámara de Diputados, modificada aquí en nueve artículos, sobre una ley que se llama de seguridad interior.

 

Llegamos a esta discusión, a este momento, después de reconocer un fracaso, un fracaso de 11 años, un fracaso sobre una responsabilidad que da la Constitución al Estado, al Gobierno Federal, a los estados, a los gobiernos municipales, sobre la seguridad pública o como seguridad ciudadana –como se empieza a tratar de cambiar y después ojalá lleguemos a la seguridad humana-.

 

Este fracaso nos lleva a hacer un mayor abuso de las fuerzas armadas, nunca se dio temporalidad, allá en el 2007, cuando se dio la orden a las fuerzas armadas de salir a las calles a realizar funciones de seguridad pública.

 

Y hoy tampoco se está dando esa temporalidad; aun cuando se diga que por un año y que puede ser ampliado ese plazo, no, se da un tiempo que no sabemos cuánto tiempo pueda durar.

 

Y lo peor es que desde el 2000, antes del 2007, desde el 2005 se han implementado en algún momento tibios esfuerzos por ir a reforzar la seguridad pública, desde el 2005 se tiene en el presupuesto recursos específicos para aplicar en estados y municipios en materia de seguridad pública.

 

Y muy pocos estados y muy pocos municipios han hecho uso de esos recursos, o casi –podría decir- que ningún estado y muy pocos municipios han hecho uso eficiente de esos recursos.

 

No han acatado en los estados y los municipios la normatividad que se ha pretendido implementar para el reforzamiento de sus policías, pero no solamente es el tema de las policías municipales o estatales; volteemos a ver qué sucede con las procuradurías en los estados o las Fiscalías –los que ya las tienen- y es un verdadero desastre.

 

Y si revisamos por rubro de sus responsabilidades, se darán cuenta que muy pocos tienen voluntad de ir a atacar a la delincuencia organizada. Si revisamos sus áreas antisecuestros se van a dar cuenta que prácticamente no existen. Si revisamos otras áreas de ellos de inteligencia, no existen o son pobres.

 

Y simple y sencillamente no atienden las necesidades. Pero no solamente es eso, si vamos a la administración de justicia nos encontramos con un desorden total en los estados.

 

No hay voluntad verdadera de ir a enfrentar a los delincuentes, se han deshecho de esa responsabilidad y por eso es, por supuesto, tan cómodo pedir que las fuerzas armadas hagan ese trabajo.

 

Aquí nadie está en contra, yo no he escuchado que alguien hable mal de las fuerzas armadas o estén en contra, lo que tenemos es la preocupación justamente de cómo les damos protección, de cómo les damos un marco jurídico, de no seguirlas exponiendo, porque también son vulnerables a la corrupción y lo hemos visto y ahí están muchos ejemplos de cómo ya tocó la corrupción a la Marina.

Apenas hace unos días aquí mismo en la Ciudad de México se da a conocer uno de esos casos. Pero en otros momentos también, cómo ha tocado la corrupción al propio Ejército, ellos mismo lo han dicho –ya aquí se mencionó en otros momentos- han dicho: nosotros no estamos formados para policías, lo han reconocido y piden no estar en estas actividades.

 

Y les respondemos con una Ley de Seguridad Interior donde se les pretende dar supuestas garantías.

 

Con esto no se resuelve absolutamente nada de lo que se dice se pretende resolver.

 

Miren ustedes lo que dice el artículo segundo de esta ley.

 

“La Seguridad Interior es la condición que proporciona el Estado mexicano que permite salvaguardar la permanencia y continuidad de sus órdenes de gobierno e instituciones, así como el desarrollo nacional mediante el mantenimiento del orden constitucional, el Estado de Derecho y la gobernabilidad democrática en todo el territorio nacional.

 

¿Dónde se menciona aquí a la sociedad? ¿Dónde se menciona aquí a la población? ¿Dónde se menciona aquí a las personas, al cuidado de las personas? Esta ley y hay que decirlo como es, dice para cuidar a las instituciones. ¿Qué es eso?

 

Hablemos con la verdad, esto no tiene que ver con la seguridad de las personas.

 

Las propuestas que se hacen para tratar de ajustar esta ley, estas modificaciones a 9 artículos, por favor, una tomadura de pelo.

 

Son básicamente algunas adecuaciones técnicas, algunas remisiones a la Constitución, no cambian absolutamente nada el sentido de esta ley.

 

Al margen de los inconstitucional, que aquí ya también se ha abordado el tema, de lo inconvencional que es esta ley, al margen de esto, compañeras y compañeros, no estamos haciendo una ley para ir a resolver el tema de la seguridad pública. No es esta la vía para hacerlo.

 

Y creo que el Gobierno Federal renunció ya a esa responsabilidad por dos cuestiones:

 

A ver, aquí trabajamos por más de dos años una propuesta de mando mixto, no la propuesta de mando único que nos mandó el Ejecutivo Federal, porque discutimos durante dos años –muy despacio, por cierto- cuál sería la mejor posibilidad para ir a tender el tema de la seguridad pública.

 

Y en esas discusiones decíamos que el mando mixto es la opción y fue de consenso, aquí fue de pleno consenso, todas y todos votamos el mando mixto.

 

Y supimos apenas hace unos días en voz del Secretario de Gobernación, que él fue dijo no, no sirve y entonces no sale; cuando debimos habernos sentado incluso con la Secretaría de Gobernación a discutir qué no le gusta de esa ley.

 

Ah no, pues no le gustó y entonces no sale. Un trabajo de dos años, de todas y todos nosotros a la basura por una decisión así.

 

Y hace unos días la votaron en contra después de estar congelada por dos años o más, la votaron en contra en la Cámara de Diputados. Y no tenemos nada de la seguridad pública, ninguna alternativa que nos estén planteando en este momento, esto no lo hace.

 

Pero además, el mando único, esta necedad del mando único, señoras, señores, el mando único está implementado en varios estados, de facto está así, ¿y qué se ha resuelto? Nada, absolutamente nada se ha resuelto, y al contrario, sigue agravándose el fenómeno de la delincuencia.

 

Los delincuentes han ganado esta guerra hasta este momento.

 

Y se ha demostrado fehacientemente que más fuerza no es la solución, no es más fuerza la solución. El Ejército está en las calles y se coordina con la policía federal y se coordina con las policías estatales y el índice delictivo sube todos los días.

 

¿Pues qué no nos damos cuenta? ¿Por qué somos necios en esto? No es la solución mayor fuerza en las calles. ¿Cuánto tiempo más el Ejército para encontrar una verdadera solución?

 

Yo no veo que con esto lo hagan, no veo que con esto lo logren, pero sí podrían estarse afectando más los derechos humanos.

 

Hay ejemplos en verdad, hay ejemplos en los municipios donde si hay avances en materia de abatir el índice delictivo, se puede constatar, son los números del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los que registran avances o retrocesos en esta materia en los estados o en los municipios.

 

Ahí hay ejemplos de cómo se puede atender esta materia en beneficio de la sociedad, pero no los queremos ver.

 

Quiero decirles que, bueno, al margen de ir discutiendo cada uno de los artículos, que lo haremos en el Pleno, creo que no vale mucho la pena desgastarse aquí con ello, porque…

 

Bueno, si quieren le sigo aquí, por supuesto.

 

Bueno, es una mayoría la que me pide abreviar.

 

Atendiendo a esa mayoría quiero decirles que el Grupo Parlamentario del PRD aquí en el Senado de la República presentamos y entrego en este momento un voto particular en contra de esta ley.

 

Muchas gracias.

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