La reforma penal está inacabada y requiere mayor trabajo legislativo: de la Peña Gómez


Discurso de la senadora Angélica de la Peña Gómez durante la presentación del libro “2016: El nacimiento de la nueva justicia penal en México”.

 

Angélica de la Peña Gómez, (ADPG):Buenos días a todas y a todos.

 

Agradezco la invitación, en primer lugar, para formar parte con un texto en esta obra que encabezó como aquí lo reconoció el Doctor Rafael Estrada, nuestra compañera la Senadora Pilar Ortega Martínez.

 

Ella es, sin duda, una Senadora muy dedicada a estas materias y, entonces, es totalmente lógico que se haya preocupado en tener esta obra que está editada por el Senado de la República y también por el  Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), entonces, en coordinación convenida con el Doctor Estrada, que fue magnífico director del INACIPE –se te va a extrañar- y además también por el Senador Roberto Gil, en su calidad de presidente de la Mesa Directiva, también dedicó todos los esfuerzos para que esta obra pudiera ser publicada, gracias Roberto por finalmente acompañarnos.

 

¿Cómo me adentré yo? Cuando la Senadora Pilar Ortega mi invitó a escribir, yo tuve que tomar también un poco de mi historia; mi formación como defensora de los derechos humanos de la niñez, formada durante todos estos años de mi vida dedicada a comprender y estudiar le hermenéutica de la protección integral, me llevó en LIX Legislatura a continuar una reforma que había empezado en la LVII, es decir, reformar el artículo 18 de la Constitución para reconocer el sistema garantista y derogar el sistema tutelar, que se contraponía con la Convención sobre Derechos de la Niñez.

 

Pero además teníamos en la Legislatura a un maestro muy importante, el Doctor Miguel Ángel Domínguez, ex Ministro, que era compañero Diputado nuestro, que fue la primera iniciativa que yo conocí, que presenta él precisamente para lograr la transición al nuevo sistema.

 

Me parece que, aquí ya se han mencionado las distintas iniciativas, efectivamente hubo de otros legisladores del PAN, del PRI, incluso del propio Presidente Fox, finalmente se logra conciliar hacia el 2018 la reforma; hay iniciativas importantes, yo recuerdo una de la Red Nacional a Favor de los Juicios Orales y Debido Proceso Legal, y otros expertos y especialistas en la materia que seguían pugnando por ya concretar el tránsito de un sistema inquisitorio a un sistema penal mixto y ya irnos directo al sistema garantista.

 

Es decir, México ha entrado poco a poco a un proceso que aún después de que tenemos ya vigente, entrado en vigor desde junio, julio de este año, necesitamos ahora efectivamente como lo señala la obra que estamos discutiendo, seguir platicando, seguir concertando las discusiones doctas que nos lleven a seguir emprendiendo los retos para lograr un nacimiento de la nueva justicia penal en México que realmente esté estructurado.

 

No es fácil, claro que no porque tenemos un sistema estructurado, sistémicamente estructurado desde hace muchísimo tiempo y, por lo tanto, quitar eso y poner las estructuras de este nuevo sistema pues parece que no fueron suficientes los ocho años.

 

No fueron suficientes, y me voy a permitir mencionarlo, entre otras cosas, porque nos faltó, donde estuviéramos, incluidos los ámbitos privados, los ámbitos que tienen que ver con las universidades, con la educación, entrar al proceso de una revisión integral de cómo se están formando a los nuevos profesionales.

 

Ocho años, comentábamos al principio, antes de entrar, la Senadora Pilar Ortega y yo, y efectivamente con el señor Rector que va a tomar la palabra en unos momentos más, si desde entonces las universidades hubieran dejado estos textos en los que siguen formando a quienes buscan una licenciatura -no solamente en la materia de derecho- hubieran ido todos estos textos de estos doctos importantes que han educado durante decenas y decenas de años, ya estuvieran en el archivo de la biblioteca, yo creo que los resultados que tendríamos hoy serían totalmente distintos.

 

Y es parte de las principales problemáticas que se evidenciaron efectivamente durante sistema mixto, pero también ahora a prácticamente a marchas forzadas decretar la entrada en vigor también con muchos pendientes.

 

Y claro que yo formo parte de quienes todavía manifiestan preocupaciones si esa entrada en vigor fue realmente forzada para poder cumplir en tiempo, pero no en forma, cuando menos hay una formalidad, sí, hay textos importantes que complementan, yo recuerdo finalmente la miscelánea penal para lograr hacer adecuaciones al Código Nacional de Procedimientos Penales, la nueva Ley de Ejecución Penal, la nueva Ley única de Nacional del Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, la revisión incluso que ya desde entonces empezábamos a gestar a la Ley de Atención a Víctimas, etcétera, pero todavía quedaban muchos pendientes.

 

¿Qué es lo que provoca una especie de zarandeo que motiva a que esta preocupación sea todavía mucho más puntual, mucho más, con mucho más reclamo? Pue sin más ni menos que la reforma del 2011 en materia de derechos humanos, es decir, aun cuando se tenía un tránsito importante desde 2008, la reforma en materia de derechos humanos claro que llega por supuesto a remover mucho más lo que la propia reforma de 2008 concretó; y particularmente me refiero a dos figuras, el arraigo que sigue quedando como un pegote, que se contrapone totalmente con el nuevos sistema garantista, donde se sigue reconociendo al mantener el arraigo las dificultad, la inoperancia de las nuevas ciencias criminalísticas; y por supuesto, también el otro tema que preocupa que es la prisión preventiva.

 

Es decir, todavía hay pendientes, sí los hay, hay que seguir discutiendo si efectivamente tenemos que tener un solo código sustantivo penal, tenemos que seguir discutiendo, bueno, hoy vamos a aprobar una reforma importante en materia familiar que nos va a permitir tener un solo instrumento general en esta materia, yo creo que va  ayudar, pero necesitamos seguir trabajando para complementar lo que nos falta.

 

No hay manera, aquí lo mencionó el Doctor Estrada, de que tampoco visualicemos entre estos pendientes la exclusión de la discusión de lo que tiene que ser la Fiscalía General de la República; en ese sentido, afortunadamente hay una corrección del transitorio de esta reforma que nos obliga, o nos obligaba, espero que se concrete pronto esta corrección en la Constitución, a que prácticamente quien está asumiendo como Procurador al entrar en vigor la nueva Ley, simplemente se corría a asumir como el nuevo Fiscal.

 

Yo creo que eso es simplemente escuchar los reclamos de la sociedad, en ese sentido también tenemos que insistir que los reclamos de la sociedad nos están diciendo  a ver, no es verdad que ya entramos de lleno a un nuevo sistema; tenemos una gran cantidad de dificultades; tenemos que revisar cómo sigue funcionando el Poder Judicial, cómo se tiene que transformar también el Poder Judicial hacia adentro; nos parece importante que el Consejo de la Judicatura Federal cumpla un papel distinto al que tiene, igual, en primer lugar que no sea presidido por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o en el caso de los Consejos de la Judicatura a nivel local igual no sean presididos por los presidentes de los tribunales, y yo creo que tenemos que darle un papel distinto, muy distinto para que permita también la vigilancia hacia adentro de los propios jueces y juezas.

 

Es decir, hay una gran cantidad de temas que todavía están pendientes para lograr que este nuevo sistema se refleje realmente en la cotidianidad de las personas, que se noten los cambios en la forma de garantizar la justicia, en la forma como finalmente las personas comunes pueden decir efectivamente ya siento el beneficio del cambio judicial, que cuando yo tengo que entrar, cuando tengo que participar, cuando puedo llegar en cualquiera de los dos aspecto, como víctima o como victimario que haya una plena justicia a partir de los principios fundamentales en los que se caracterice este nuevo sistema garantista.

 

De tal manera, yo solamente cerraría en que les es invite a leer cada uno de los textos de quienes participaron en esta obra, me parece que coincido totalmente con el Senado que me antecedió en la palabra en el sentido de que no debe ser un libro para una biblioteca sino ser un libro de consulta, los textos de cada una de las personalidades que escriben aquí, algunas se encuentran aquí, complementan desde distintos enfoques, desde su particular experiencia, lo que significa entrar a este nuevo sistema y, sobre todo, rescatar las preocupaciones que también plantean en cada uno de sus ensayos y que necesariamente tenemos que atender.

 

Por mi parte, yo diría que el Senado de la República está dispuesto y más que puesto para seguir poniéndonos de acuerdo en cómo podemos seguir una gran reforma, y a eso es a lo que yo invitaría, una segunda reforma que complemente a partir de la experiencia puntualmente las correcciones que tenemos que hacer, pero sobre todo resolver los pendientes que todavía están, insisto, tomando en consideración también el llamamiento que esto lo tenemos que emprender, también incluyendo, por cierto, a las universidades privadas y públicas del país.

 

Muchas gracias por su atención.

 

 

-o0o-