Intervención en tribuna de la senadora Lorena Cuéllar Cisneros, durante la comparecencia de la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, en el marco de la glosa del Segundo Informe de Gobierno en materia de política social.
Lorena Cuéllar Cisneros, (LCC): Con su permiso, señor Presidente.
Señora Secretaria sea usted bienvenida, en compañía de su equipo de trabajo:
Usted bien sabe que la política social y la política económica deben ir siempre de la mano. La política social no debe de ser vista como una serie de acciones que llegan para resarcir los estragos de la política económica.
En este contexto permítame recordar lo que este año la CEPAL alertó con respecto a que somos el único país de Latinoamérica donde el salario mínimo real mantiene en la pobreza a los trabajadores, ya que su monto no alcanza para cubrir las necesidades básicas de una persona. Asimismo, dicho organismo también señaló el problema de recuperación del salario mínimo, que en la última década se mantuvo estancado, lo que ha hecho que hoy el poder adquisitivo sea dos veces menor al salario que se percibía en 1980.
En nuestro país tener empleo no es sinónimo de salir de la pobreza. Por ello consideramos que hoy no existe mejor política social que aumentar el salario de los trabajadores, esto mejoraría muchos aspectos de nuestra sociedad, y sobre todo le devolvería su dignidad, que se ve lacerada cuando se calcula una línea mínima de bienestar que afirma que las personas pueden vivir al día con 20 centavos de arroz, 96 centavos de huevo, un peso con 89 centavos de carne, 26 centavos de pescado, 23 centavos de pollo, un peso de frijol, 34 centavos de plátano, etcétera.
En mi opinión estas cifras indignantes, y están completamente alejadas de la realidad. Es importante poner esto en contexto ya que en el mensaje del Segundo Informe el gobierno reconoce estar diciendo: decidido a mejorar el salario y el ingreso de la población.
Asimismo, el indicador 6.1 del Programa Nacional de Desarrollo Social 2014-2018 plantea como meta sexenal incrementar el ingreso medio de las personas que se encuentran por debajo de la línea de bienestar económico en un monto de 53 pesos.
Como puede verse en nuestro país la falta de compromiso con el enfoque de derechos y la ausencia de mecanismos para su exigibilidad ha hecho que las políticas de erradicación de la pobreza estén centradas en el factor monetario. Por ello el salario debe partir de una política de trabajo digno, en donde se cubran las necesidades básicas de seguridad social y se evite, a toda costa, su precarización, sólo así tendríamos garantizada una política social donde el salario sea base para la distribución de la riqueza y la erradicación de la pobreza.
Por lo tanto, mi pregunta sería la siguiente:
¿Estaría usted de acuerdo en que debe darse un aumento inmediato al salario mínimo en un monto que le permita recuperar sustancialmente su poder adquisitivo?
