La lucha por lograr el matrimonio igualitario está más vigente que nunca, pese a la negativa de algunos: Angélica de la Peña


Intervención en tribuna de la senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan los artículos 1º y 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicano, en materia de matrimonio igualitario.

 

Angélica de la Peña Gómez (APG): Gracias, presidente.

 

En el siglo XVII, un hombre con base en sus observaciones, en sus cálculos matemáticos, en lo que la incipiente ciencia le demostraba y su intelecto le develaba, sostuvo que la tierra no se encuentra estática; afirmó que la tierra no es el centro del universo y que ésta se mueve alrededor del Sol.

 

Astrónomos y filósofos  se escandalizan ante tal información, incapaces de demostrar con argumentos las falacias de la teoría de Galileo acuden a los jerarcas de la Iglesia Católica Romana para que pongan orden y desdeñen cuanto antes semejante teoría contraria a lo establecido en las escrituras, en las Sagradas Escrituras.

 

¡Cómo podía la razón desafiar al dogma!, imposible, qué herejía; y es entonces que citaban en el Vaticano y tras la amenaza de ser torturado, Galileo se ve obligado a retractarse y acepta que lo que dice la Biblia es cierto: que la tierra se encuentra al centro del Universo, inmóvil, estático.

 

Pero lo que había hecho este hombre no tenía marcha atrás, había creado una revolución no sólo científica, su mayor insurrección, su mayor acto de rebeldía consistía en pensar.

 

En pensar el razonamiento para cuestionar el dogma.

 

Hoy a cuatro siglos después de aquél episodio, pensar, razonar, recapacitar sigue siendo una actitud de rebeldía. Desafiar el dogma sigue siendo revolucionario especialmente cuando este se contrapone a la igualdad, a la dignidad y a la libertad de las personas.

 

Señoras y señores, es el caso de las siguientes iniciativas en el tema de matrimonio igualitario que han abierto un debate en nuestra sociedad, pero lo que observamos es que quienes se oponen fundan su oposición en dogmas y no en argumentos jurídicos o científicos.

 

Dogmas religiosos y también dogmas económicos. Viste mucho venir a esta tribuna a hablar sobre desarrollo económico sustentable, y está muy bien hablar de eso y discutirlo y aprobarlo, pero para ello hay que dejar claro que sustentabilidad es un proceso integral.

 

Un sistema que incluye dimensiones culturales, éticas, políticas, ambientales y sociales, y no sólo económicas.

 

Que la igualada y la democracia son pre-requisitos para que haya sustentabilidad, porque ¿de qué sirve que México se encuentra ya entre los países del G20? ¿De qué la sirve a la gente que nuestro país sea la décima octava economía del mundo?

 

De nada, de nada señoras y señores, de nada. Si eso no se traduce –y hay que decirlo de manera puntual- en igualdad, en igualdad de oportunidades, en igualdad de derechos, en la igualdad básica y primigenia que indica que todas y todos somos iguales.

 

Y que es inadmisible que el texto de la ley discrimine a unos por lo que son o por lo que no son.
El matrimonio civil igualitario es resultado de una lucha por la igualdad y la no discriminación; es un reflejo del reconocimiento de derechos humanos y eso, por eso y con base en eso nosotros hemos entendido que debe ser una prioridad en nuestra agenda legislativa.

 

Y permítanme enumerar algunas cuestiones:

 

Primero, el derecho al matrimonio es un derecho humano. La carta fundacional del concierto de las Naciones Unidas, la declaración Universal de Derechos Humanos establece que los hombres y las mujeres a partir de la edad núbil tienen derecho sin restricción alguna a casarse y formar una familia y disfrutarán, dice, de iguales derechos durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

 

Dos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha determinado que la exclusión de las parejas del mismo sexo al matrimonio es discriminatorio, eso ya lo ha determinado la Suprema Corte de Justicia de la Nación

 

Tres, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha determinado que la mera existencia de legislación discriminatoria en el orden jurídico de un país miembro viola la Convención América sobre Derechos Humanos.

 

Señoras y señores, senadoras y senadores, hoy presentamos ante este Plenos dos iniciativas con proyecto de decreto para reformar en primer lugar los artículo Primer y Cuarto de nuestra Constitución y en segundo diversas disposiciones del Código Civil Federal en materia matrimonio igualitario.

 

Estas iniciativas cuyo origen es la lucha histórica de un movimiento social y ciudadano, nacidas de la exigencia de personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero, travesti, intersexuales y también heterosexuales, tienen como objetivo el reconocimiento de la igualdad y por lo tanto de la dignidad humana.

 

Retoman en gran parte las iniciativas presentadas por el titular del Ejecutivo Federal, el pasado 17 de mayo, en el marco de día internacional contra la homofobia.

 

Porque estas iniciativas –también hay que decirlo- son producto de la lucha de los colectivos LGBTTTI que fueron quienes la impulsaron, estas iniciativas, por cierto, no son las del Ejecutivo, no son las de Angélica de la Peña, no son las de Miguel Barbosa, no son las de Alejandro Encinas, no son las iniciativas que hoy signamos todos los que las signamos.

 

Son las iniciativas en materia de matrimonio igualitario de la sociedad civil. Hay quienes se han empeñado en decir que estas iniciativas no son prioridad, que no hay consenso para discutirlas, que no están en la agenda legislativa de los grupos parlamentarios.
La verdad es que difieren su discusión y es porque no tienen argumentos que la defiendan frente a la gran embestida de estos grupos religiosos que se quieren imponer al estado laico.

 

No hay consenso, dicen, que no están en la agenda legislativa. Pero la verdad están basados en dogmas y también en prejuicios para oponerse a ellas.

 

Lo cierto, creo, es que tiene miedo infundado –también, por cierto- de un castigo del electorado, y la sociedad mexicana –también hay que decirlo- es mucho más madura de lo que ustedes creen.

 

Hay quienes también piensan y se obstinan de que esta lucha por lograr el matrimonio igualitario está muerto a partir de esta determinación, sobre todo, particularmente por parte de los grupos parlamentarios del PRI en Cámara de Diputados y el PAN.

 

Yo les digo: que sin embargo se mueve.

 

 

 

0-0-0