Intervención del Senador Armando Ríos Piter durante el debate de la minuta de Ley de Ingresos en la Comisión de Hacienda y Crédito Público


·         Una de las preocupaciones que en lo personal mantengo y que sé que comparten varios compañeros y compañeras del Grupo Parlamentario del PRD, que es el nuevo régimen de incorporación fiscal, este régimen que cambió o que sustituyó al Régimen de Pequeños Contribuyentes. 

·         Estamos hablando de un sector que representa alrededor de 9 millones 132 mil unidades productivas; el tipo de unidad productiva es fundamentalmente de estructura familiar con uno o dos o hasta tres miembros. 

·         Del total de unidades de las que estamos hablando, 70 por ciento no cuenta con ningún registro ante las autoridades hacendarias y sus ingresos en promedio representan alrededor de 112 mil pesos; estamos hablando de que el porcentaje del Producto Interno Bruto que ellas representan, es más menos el 25 por ciento. 

·         Y si uno escucha a gente de la  Central de Abastos o escucha a gente de los tianguis, o escucha digamos, a gente de los distintos sectores organizados en este rubro, es las dificultades que han enfrentado para incorporarse por la carencia de instrumentos tecnológicos. 

·         Nos parecería equivocado solamente dejar la votación del día de hoy, sin anticipar que toda la energía y la capacidad de llegar a acuerdos en términos de innovación legislativa, tiene que ir a eso: combate a la corrupción, renovación del sistema de fiscalización y un sistema nacional de rendición de cuentas que nos permita entender que esos instrumentos, tengan participación de parte de la ciudadanía.

Armando Ríos Piter: Estuvimos en varios foros en varias discusiones, con varias autoridades estatales, en varios contextos del debate nacional que estuvo presente a lo largo del año; yo en todo momento hemos estado en contra de esa intención.

La intención que imperó, que era buscar que se gravara el IVA en alimentos y medicinas, y yo creo que es importante destacar, que ya el dictamen de Ley de Ingresos que hoy tenemos presente no trae esa intención.

Creo que hubiera sido desgastante y obviamente hubiera traído nuevamente un debate complejo, por el impacto que esto significa para las familias de menores ingresos.

Quiero subrayar -como lo hice también en la Comisión de Hacienda, en la reunión en la que vinieron funcionarios de la Secretaria de Hacienda y de la Secretaria de Energía- una de las preocupaciones que en lo personal mantengo y que sé que comparten varios compañeros y compañeras del Grupo Parlamentario del PRD, que es el nuevo régimen, el régimen de incorporación fiscal, este régimen que cambió o que sustituyó al Régimen de Pequeños Contribuyentes.

Me parece que es importante citar algunas cifras del por qué este sector es importante para la economía, pero especialmente para la productividad y para el crecimiento del país.

En México nos hemos acostumbrado a hablar de informalidad; nos hemos acostumbrado a que en el debate se hable de que hay informalidad y me parece que no hemos logrado aterrizar con toda contundencia, con toda claridad, el por qué este régimen tiene que consolidarse, como un régimen que garantice condiciones e incentivos suficientes, para que los actores que hoy prefieren vivir en la informalidad puedan tener beneficios incorporándose al sector formal y no solamente tener beneficios, sino que en ese sentido, la productividad pueda incrementarse especialmente en este sector que es el de los pequeños contribuyentes.

Estamos hablando de un sector que representa alrededor de 9 millones 132 mil unidades productivas; el tipo de unidad productiva es fundamentalmente de estructura familiar con uno o dos o hasta tres miembros -como ya lo decía yo- la mayoría de estos se encuentra en la informalidad y la gran apuesta es precisamente para tener una economía que esté totalmente integrada, que acabemos con el discurso tradicional de que es la misma base gravable año con año y que pasemos de dos de cada tres actores económicos que hoy está en la informalidad pues a que la totalidad está en la informalidad, es indispensable que este régimen de incorporación fiscal genere incentivos y tenga la contundencia que se requiere.

Del total de unidades de las que estamos hablando, 70 por ciento no cuenta con ningún registro ante las autoridades hacendarias y sus ingresos en promedio representan alrededor de 112 mil pesos; estamos hablando de que el porcentaje del Producto Interno Bruto que ellas representan, es más menos el 25 por ciento del Producto Interno Bruto, pero emplean el 60 por ciento de la población.

Esa es la dimensión de este sector del que estamos hablando. Y ha sido un sector con el que nos ha tocado trabajar a lo largo de este año; hay una inconformidad muy puntual que nos parece indispensable dejar, una vez que pase la revisión general, para una discusión muy puntual, específicamente en este régimen, que es la molestia, la preocupación, las dificultades que enfrenta este sector de la población productiva para participar en el nuevo régimen.

Y si uno escucha a gente de la  Central de Abastos o escucha a gente de los tianguis, o escucha digamos, a gente de los distintos sectores organizados en este rubro, es las dificultades que han enfrentado para incorporarse por la carencia de instrumentos tecnológicos.

El costo que les significa desde la computadora, hasta la contabilidad que se requiere en términos digitales, hasta el tema del pago del internet, son cuestiones que al hablar de unidades productivas, de una a tres personas, pues juegan en el margen y que no deberíamos de dejar como un asunto menor.

Si lo que queremos es que este régimen se convierta en el aprovechamiento tecnológico para pasar de la informalidad al sector formal, pues hace sentido que plateemos una dinámica donde el Servicio de Administración Tributaria, donde los instrumentos que pueda tener el presupuesto, den facilidades para que a este régimen, y para que a estos instrumentos tecnológicos, puedan tener acceso estas unidades productivas.

Es una posición muy puntual, la planteamos en la ocasión anterior, y un segundo rubro que yo no quisiera dejar pasar de lado porque ya estamos en el debate del dictamen, habrá de venir la discusión en el pleno. Pero el debate hacendario, el debate fiscal no acaba con el paquete fiscal. No acaba en este caso con la Ley de Ingresos, y no debería de acabar para el Senado de la República, con el debate de Ingresos.

Llevamos de haber aprobado una comisión de Combate a la Corrupción, prácticamente un año; están leyes reglamentarias que tienen que ser discutidas y espero, aprobadas, en las próximas semanas, que sería el complemento de la autonomía que se le ha dado al Instituto Federal de Acceso a la Información, pero cuando discutimos y debatimos la reforma hacendaria, señalamos que una de las partes más importantes, era todo el régimen o todo el sistema de rendición de cuentas, que significa mejorar las condiciones entre la Auditoría Superior de la Federación, pueda llevar a cabo la revisión de cómo se hace el gasto público.

Y en ese sentido incluso también, pues poder encontrar instrumentos para darle mucho más eficiencia al Presupuesto de Egresos de la Federación.

Hoy que tuvimos un mayor presupuesto en el año 2014, encontramos que la capacidad del gasto público, como impulso de la demanda agregada, todavía fue muy limitado ¿Por qué? Porque el efecto multiplicador que puede tener el gasto público en un contexto como el mexicano, depende de la eficiencia que pueda tener cada peso por parte del gobierno, gastado en infraestructura productiva, en distintos instrumentos, depende de que con cuánta eficiente y con cuánta oportunidad se hace.

Y ahí está un gran pendiente, un gran pendiente que para los diputados sin duda alguna tiene que ser una prioridad, pero que para nosotros como senadores, tiene que significar –y esa es la posición que a mí me gustaría fijar- tiene que significar que en los próximos días y en las próximas semanas, antes de que acabe este periodo ordinario, tengamos una revisión muy puntual de lo que falta hacer en materia de combate a la corrupción, de las iniciativas, especialmente la minuta que tenemos aquí, y que tiene que ver con mayores instrumentos para la Auditoría Superior de la Federación en cuanto a la revisión del gasto público y el eficientizar la revisión que el gasto público pueda hacer cada año, y obviamente el Sistema Nacional de Rendición de Cuentas, que es el que hemos venido impulsando.

Me ha tocado escuchar de parte de distintos partidos políticos, de los que están aquí integrados, posiciones  al respecto; hubo una revisión hacendaria, hoy se está votando una ley fiscal, una ley de Ingresos.

Nos parecería equivocado solamente dejar la votación del día de hoy, sin anticipar que toda la energía y la capacidad de llegar a acuerdos en términos de innovación legislativa, tiene que ir a eso: combate a la corrupción, renovación del sistema de fiscalización y un sistema nacional de rendición de cuentas que nos permita entender que esos instrumentos, tengan participación de parte de la ciudadanía.

Sería la posición señor presidente.