Heberto Castillo defendió la libertad y democracia de la cerrazón e intolerancia: Luis Sánchez


Heberto Castillo, un hombre íntegro, un hombre de grandes valores, un hombre de izquierda

Versión estenográfica del discurso del senador Luis Sánchez Jiménez,  del Grupo Parlamentario del PRD durante el homenaje a Heberto Castillo Martínez.

Luis Sánchez Jiménez (LSJ):Buenas tardes a todas y todos ustedes.

Especialmente doy la bienvenida a Laura Itzel Castillo Juárez, presidenta de la Fundación Heberto Castillo y gran amiga.

Así como Heberto Castillo fue un incansable luchador social y promotor de la unidad de las izquierdas es que veo hoy en esta reunión reflejada esa unidad justamente.

Doy la bienvenida también al senador Hermosillo que nos acompaña, gracias por estar con nosotros en esta reunión.

Y también doy la bienvenida a nuestra embajadora de Venezuela, bienvenida, gracias por asistir.

Al embajador de Cuba en México, gracias por venir señor embajador.

El día de mañana Heberto Castillo cumpliría 89 años, por eso la oportunidad de este homenaje, de esta reunión que convoca a muchas y muchos amigos de Heberto Castillo

Este merecido homenaje decidió nuestra fracción realizar, Heberto Castillo  en su memoria, forjador de un pensamiento nacionalista que fue faro para su acción profesional y política.

Quiero decirles que tuve la oportunidad de convivir muy de cerca con Heberto Castillo, hay muchas vivencias, hay muchos conocimientos que me dejó Heberto y compartiré con ustedes algunas de ellas en el transcurso del discurso.

Un 23 de agosto de 1928, el pueblo de Ixhuatlán de Madero, en Veracruz, acogió el nacimiento de quien llegaría a ser Senador de la República por aquella, su entidad natal.

El ingeniero Heberto Castillo como lo dije, fue un incansable luchador social y promotor de la unidad de las izquierdas para la obtención del poder como medio para transformar la realidad económica, social y política de México en beneficio de su pueblo y de la nación.

Heberto amaba a México.

Recuerdo en muchas giras que pude acompañar las muestras de cariño hacia su persona eran por todos lados, cuando lo veían llegar la gente se juntaba, se convocaban entre ellos e iban y acudían.

Heberto era de buen de comer, esto viene a colación porque aunque Tere Juárez le cuidaba la alimentación, le gustaba le gustaban mucho los mangos y un anécdota es que una vez no paramos rumbo a Veracruz para comprar unos mangos y llegaron corriendo de muchos lugares cada quien con su caja y se repetía en muchos lados y guardábamos mangos hasta donde podíamos, le encantaban los mangos.

Heberto Castillo fue un hombre que supo combinar su trabajo profesional como ingeniero, su pasión por enseñar a las siguientes generaciones, junto al compromiso social y político por defender los derechos de trabajadores, campesinos, profesionistas y estudiantes; todo ello con un elevado estándar ético y moral que lo colocaron, muy pronto, como un referente permanente de congruencia y rectitud política.

En algunas de esas giras a las que me refiero, el ingeniero también le encantaban las acamayas, ese langostino y llegábamos al restaurante y me preguntaba: oye, no quieres comer acamayas. Decía: sí,  claro me encantan y pedíamos las acamayas al chipotle, una cazuelota así de grande, yo sigo comiendo las acamayas al chipotle. Yo sigo comiendo las acamayas.

Su permanente impulso por mostrar la verdad colectiva y defender los derechos establecidos en la Constitución, llevó al ingeniero Castillo a unirse a distintas luchas sociales a lo largo de su vida. En los primeros años de activismo político apoyó los movimientos sociales de maestros, ferrocarrileros, médicos y electricistas, incluyendo, también, su participación al lado del general, Lázaro Cárdenas en la construcción del Movimiento de Liberación Nacional.

Cuando la cerrazón y la intolerancia obstaculizaron el camino de la libertad y la democracia que encabezaron gloriosamente miles de estudiantes y profesores, en 1968, Heberto Castillo estuvo ahí, siendo uno de ellos, defendiendo la autonomía universitaria, protestando contra la violencia e intromisión del gobierno de Díaz Ordaz, elevando su voz desde el corazón de la capital del país en aquel histórico discurso del Zócalo, hasta caer, unos meses después, en manos del gobierno represor y ser recluido en el Palacio Negro, de Lecumberri.

Su tesón por construir alternativas plurales de participación política lo llevaron a fundar el Partido Mexicano de los Trabajadores, allá en 1974, el cual una década después, lo postularía y obtendría así una diputación federal, en la LIII Legislatura.

Como parte de su sólida visión nacionalista, -visión nacionalista lo recalco-, Heberto Castillo despertó la conciencia nacional de la defensa del petróleo. Denunció y enfrento los múltiples intentos por desmantelar a Pemex y ofrecer a los intereses extranjeros el producto de la renta petrolera. En los años 70’s y 80’s, denunció la corrupción y las incongruencias de la política energética imperante; rechazó la petrolización de la economía nacional y la explotación irracional de nuestros recursos energéticos; se opuso sistemáticamente a la política de endeudamiento y explotación indiscriminada del sector energético, misma que conduciría al empobrecimiento de los mexicanos y a la progresiva pérdida de la soberanía nacional, Heberto Castillo siempre fue un hombre íntegro.

Allá en el 94, Ernesto Zedillo Ponce de León  le ofreció hacerse cargo de la dirección de PEMEX, algo que Heberto rechazó, y yo le pregunte si usted ha estado parte de su vida preocupado por la defensa del petróleo hoy que tiene la oportunidad de dirigir a PEMEX porque lo rechaza y me dijo “porque no soy ingenuo”, porque en el momento en que yo quiera aplicar una de mis doctrinas, de mi pensamiento en ese momento seguramente el sindicato se va a huelga y es una trampa, por eso Heberto rechazo esa oferta.

Convencido de la necesidad de hacer frente al régimen presidencialista con instrumentos políticos más sólidos y efectivos, Heberto Castillo impulsó la confluencia y fusión de varias fuerzas políticas de izquierda, como consecuencia lógica para aspirar a una mayor penetración y convencimiento entre las distintas capas de la sociedad mexicana.

Con tal intención, contribuyó a la formación del Partido Mexicano Socialista, del que fue candidato a la presidencia en 1988, en cuyo proceso declinó a favor del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en un acto de valor y congruencia que sigue siendo referente para la clase política mexicana en especial para la izquierda, porque antepuso cualquier interés personal y de partido, ante la coyuntura precisa de vencer al PRI y su gobierno.

Dos hechos que les comparto, dos hechos poco conocidos.

Antes de que el PMS,  lo postulara a la candidatura presidencial, -estamos hablando allá en 1987-, Heberto buscó a Cuauhtémoc Cárdenas, ya como líder de la Corriente Democrática en el PRI Cuauhtémoc lo busco para convencerle de que encabezará la lucha desde la izquierda se postulara desde el PMS a la candidatura,  Cuauhtémoc lo rechazó. Ya como candidato Heberto Castillo, Cuauhtémoc Cárdenas se lanza como candidato del PARM (partido pro gobiernista),un partido mucho menos que el PMS y pues ligado al gobierno,  un partido de oposición o un partido progobiernista, después vino la declinación.

Heberto Castillo fue orgulloso fundador del Partido de la Revolución Democrática, del que fue candidato a la gubernatura en Veracruz, en 1992.

Después en el 1994 fue senador de la República.

Aquí el PRD obtuvo 8 posiciones, se encontraba Guillermo Ortegón por Campeche, Irma Serrano por Chiapas, Félix Salgado por Guerrero, Cristóbal arias por Michoacán, Ernesto Navarro por Nayarit, Héctor Sánchez por Oaxaca, Hernández por Tabasco y por supuesto, Heberto por Veracruz. Lo más lógico era que el hombre más experimentado de ellos,  de todos estos pues era Heberto y lo más lógico es que el fuera el coordinador de aquella bancada, pero no pudo ser porque Cuauhtémoc convenció al resto para que votaran por Héctor Sánchez, solo había un voto distinto el de Cristóbal Arias,  por Cristóbal Arias, pues así se llevaban esto hay que recordarlo porque es parte de la historia poco sabido.

También participó activamente en la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), instancia que cobró peso y dimensión gracias a su trayectoria política y valiosas contribución para el establecimiento de acuerdos para la paz.

En el Senado de la República en esa legislatura, había dos grandes hombres, a los cuales se les escuchaba, se les hacía caso en los consejos o en sus participaciones dos grandes hombres,  no sé si decirles dos grandes viejos,  pero dos grandes hombres sí,  Luis H. Álvarez y  Heberto Castillo, y el PRI,  y el PAN los escuchaban y les hacían caso.

En 1996,  Herberto Castillo tiro a dirigir al Partido también, por supuesto no lo dejaron tampoco lo dejaron.

En su vertiente profesional, el ingeniero Heberto Castillo realizó una aportación significativa a la ingeniera nacional, al concebir y desarrollar un sistema tridimensional de estructuras mixtas de fierro y concreto, que fue toda una innovación por la resistencia alcanzada y por la liviandad de los materiales empleados. Se le llamó Tridilosa.

Su invento patentado, permitió la construcción de losas con un 66 % de menos material utilizable, lo que significaba por supuesto ahorro y eficiencia.

Voy a omitir la parte de escritor de Heberto por obvias razones de tiempo.

El 5 de abril de 1997,  fallecé el entonces senador Heberto Castillo Martínez.  Ese mismo año, el 3 de octubre, recibió, post mortem, la máxima distinción otorgada por el Senado de la República: la Medalla Belisario Domínguez.

Para mí,  Heberto se fue prematuramente, se fue en su mejor momento, Heberto Castillo nunca creyó en el mesianismo, no creía en el poder unipersonal, luchó contra el presidencialismo, nada de líderes únicos.

Heberto Castillo si fue muy crítico de Cuauhtémoc Cárdenas y tampoco estuvo de acuerdo con muchas de las posturas de Andrés Manuel, ahí están sus críticas en los medios de comunicación.

Heberto Castillo, al que este grupo parlamentario rinde este homenaje por su trayectoria y ejemplo de vida, insisto, un hombre íntegro, un hombre de grandes valores, un hombre de izquierda.

Muchísimas gracias.

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