Intervención de la senadora Angélica de la Peña Gómez, durante el Foro: La justicia transicional y el combate a la impunidad por violaciones graves a los derechos humanos. La experiencia de Argentina, Brasil y Perú.
Angélica de la Peña Gómez, (APG): (Inaudible)… es increíble que Guatemala nos enseñe tantas cosas. No está todo terminado en Guatemala, tampoco cantemos victoria. Están un proceso de elección que hay que seguir a ver qué pasa con su país.
Pero bueno, me parece que nosotros tenemos nuestra propia ruta. En México, definitivamente, la ruta marcada inexorablemente por los acontecimientos en Iguala, en Guerrero, la noche, madrugada del 26 y 27 de septiembre del año pasado y que ha quedado demostrado en la revisión de la propia investigación de la PGR, no es que haya habido una investigación paralela, sino en la propia investigación que realizó la PGR, la revisión que hizo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, eso es importante señalar.
Y es, efectivamente, como José Antonio dice, la muestra en esa investigación lo que se encontró este grupo es una serie de irregularidades que demuestra que estamos muy mal, muy atrasados en todos los procesos en los que tendríamos que estar ya prácticamente instalados a partir de poco menos de un año que tendremos en que entre en vigor la reforma constitución en materia penal y que tiene proceso penal que está en la Constitución desde 2008, la gran cantidad de irregularidades en el proceso de levantamiento de los policías ministeriales, la investigación pericial verdaderamente lamentable.
Es decir, hay una serie de cuestiones que efectivamente muestran que nuestros funcionarios, nuestras funcionarias no están debidamente capacitados. Y el gran monstruo que tiene que enfrentar está clarísimo, es ¿van a investigar a funcionarios?, cuando llegue el momento de la investigación y tengan que pisar callos, como lo mostraste de manera didáctica, (inaudible) sabemos que eso es lo que pasa casi siempre, por desgracia, en nuestro país.
Y en este caso lamentable, pero en también en otros casos concretos que vive la gente normalmente cuando llevan algún proceso civil o familiar, es realmente patético.
Es decir, México tiene muchas cosas que hacer, pero hoy tenemos que dedicar esta reflexión, nuestra búsqueda de voluntades para que lo que diseñemos desde el Senado efectivamente le sirva al país, le sirva a la nación, contribuya a avizorar el camino de la paz, de la tranquilidad, de la certidumbre de que México y su democracia ciertamente tienen que refrendarla todos los días, no podemos actuar como si no estuviéramos en ella como también nos lo mencionó perfectamente David.
Y a entender que estos procesos necesariamente se construyen en base a la voluntad política y que estar en una democracia no es garantía.
Hay que construirla todos los días, y si no tiene esta democracia presente que tiene que tener un enfoque desde el ejercicio garantía de los derechos humanos, como ya la Constitución mexicana lo establece en su Artículo Primero, pues entonces simplemente se queda como una letra muerta.
Nos parece que hemos aprendido mucho en el continente de las experiencias de Brasil, hay leyes importantes en donde Brasil, yo recuerdo, fue pionero en el Continente Americano, en nuestra región, de repente competía con Costa Rica, pero fueron países donde en algunos temas fueron precursores.
Las instituciones cambian cuando se tiene en el marco, en gabinete, una instancia dedicada a los derechos humanos, que es algo que también es importante recordar. Y han dado su batalla y siguen dando su batalla.
Y obviamente el caso de Argentina pues también nos ha enseñado que finalmente lograron concretar en esa batalla contra la impunidad en no borrar la historia, sino tenerla presente para no repetirla, y que también siguen trabajando en la construcción de su democracia y de la justicia, que es el reto de reunión de hoy.
Y, por supuesto, yo agradezco mucho su participación, nos deja muchas lecciones, nos motiva a no descansar, el reto es muy, muy grande y esperemos que lo compartamos con todos los grupos parlamentarios, porque si no es así no se puede concretar.
Espero que la fiscalía, las fiscalías que estamos construyendo en el Senado, tomen a consideración lo que aquí se ha refrendado, de lo que nos han señalado familiares de los normalistas desaparecidos, que efectivamente hemos planteado son decisiones que se tiene que tomar en consideración en coadyuvancia con ellos y también con las organizaciones de la sociedad civil especializadas que han acompañado a estos padres y madres, para que pueda haber en las decisiones que se tomen certeza.
Yo no sé, no me atrevo a dar una opinión ahora de si es plausible o no seguir trabajando en una comisión de la verdad con estas características como la mencionabas.
Parece que independientemente de mi simpatía, México tiene, no es fácil las cosas, no abundo más, sabemos los tipos de gobierno que tenemos, los problemas son muy duros y yo esperaría que tuviéramos al frente de (inaudible) a quien efectivamente se dé cuenta del tamaño de la bronca y pudiera tener la voluntad política para, como lo hizo en su momento el Presidente Kirchner, de Argentina, tomar la decisión que toma y que dio un vuelco en este caso.
Y termino, les doy las gracias, que tengan un buen fin de semana. Y por supuesto reitero la satisfacción de haberlos tenido en el Senado de la República y tener la certeza de que volverán.
Buen día.
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