Hacienda no reconoce que estados y municipios tienen un tren de gasto insostenible que no es posible financiar: Mario Delgado


Intervención del senador Mario Delgado Carrillo, del Grupo Parlamentario del PRD, para hablar en contra del dictamen que contiene proyecto de decreto por el que se expide la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios; y se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de las Leyes de Coordinación Fiscal, General de Deuda Pública y General de Contabilidad Gubernamental.

 

Mario Delgado Carrillo (MDC): Con su venia presidente.

Yo creo que esta Ley debería llamarse Ley para Flexibilizar la contratación de venta de estados y municipios.

 

Les voy a contar una triste historia, de las muchas que tenemos, de abusos de deuda pública.

 

El estado de Colima que es uno de los últimos casos de escándalo que tenemos, pues nada más para demostrarle, que el caso de Colima podría expandirse, si se aprueba esta ley hoy, el día de mañana sin ningún problema. Un caso muy parecido al de Tabasco y a otros estados, a Sonora, también.

 

En junio de 2013, el Congreso del estado de Colima modifica su legislación para hacer una definición a modo de deuda de corto plazo, donde dice que las deudas de corto plazo tendrán que pagarse en el mismo ejercicio fiscal pero pueden reconocer obligaciones financieras en operaciones de deuda pública cuando se destinen a inversión pública productiva.

 

Es decir, puedes contratar deuda de corto plazo, pero si la destinas a inversión pública productiva, entonces puedes refinanciarla y la mandas a largo plazo, por ejemplo, qué dijeron en Colima, que el gasto en cadenas productivas y pago a proveedores se convirtieron en inversión pública productiva, se mandaron a 25 años, eso fue en el 2013.

 

Fitch Rating, sistema de alertas e información, decía que la calidad crediticia del estado se estaba deteriorando, tenían un gasto operacional creciente y un pago no fondeado de pensiones y jubilaciones.

 

Llegó 2015, se vuelve a alertar sobre la situación del estado de Colima, todo va muy bien, hay la elección de junio y explota la bomba en julio, pues resulta que ya había un elefante debajo de la alfombra que era imposible de ocultar, incumple el estado con el pago de dos créditos por un monto de 343 millones de pesos, un crédito de 200 millones con BBVA Y 143 con HSBC.

 

Qué hace el Gobierno del estado, contrata un crédito para pagar estos dos créditos con interacciones, pero si debía 343 millones, por qué no pedir 638 millones de pesos, y que se incluyo adicional, porque 343 y 638, pues el costo del incumplimiento y el costo del refinanciamiento y una reserva extra por ahí. Total que fueron 638 millones de pesos.

 

Después en septiembre, un mes después, el 21 de septiembre a días de que terminara el Congreso de la Legislatura, se pide una contratación de deuda de mil 728 millones de pesos, se hizo para dos cosas: para reestructurar el crédito por 638 millones de pesos y mil 90 millones de pesos para el financiamiento de inversión pública productiva.

 

A ver, septiembre, el gobierno terminaba el primero de diciembre, inversión pública productiva a tres meses de terminar el gobierno.

 

Cuando se supone que la inversión pública productiva es para infraestructura y demás; y en una perspectiva histórica se estaba duplicando la deuda del estado que ha esa fecha era un monto menor al que se estaba autorizando. Casi se duplica la deuda histórica.

 

Con esta legislación qué sería diferente, nada, por qué, porque hay un gran error en este diseño, el artículo 73 constitucional y el 117 no existía la palabra reestructura ni financiamiento, a qué obligaba eso, a que todas las reestructuras y todos los refinanciamientos siempre tuvieran un costo menor, por qué, porque no había la posibilidad de que un refinanciamiento le terminara costando más a los contribuyentes, ¿Había refinanciamientos?, claro que había refinanciamientos.

 

Por ejemplo, el gobierno de la Ciudad hizo un refinanciamiento de toda su deuda histórica en agosto del 2007, y tuvo un costo menor, entonces se pudo hacer un gran refinanciamiento de una deuda histórica, por qué, porque se demostró que no te endeudabas más, al contrario, aprovechabas las condiciones favorables del mercado para desendeudarte, entonces reestructura significaba siempre o refinanciamiento significaba siempre desendeudamiento, al permitir endeudarse por reestructura, o refinanciamiento y además incluir en la deuda los gastos y costos relacionados con esta contratación, pues se pierde esa restricción que se tiene.

 

Qué pasaría ahora si mañana entrara en vigor, pues que va a continuar este mecanismo de simulación donde el endeudamiento de corto plazo ahora que está incluso a nivel constitucional, se utiliza para tener, meter ahí el gasto corriente, o los balances que se tienen no cubiertos, se disfrace de inversión pública productiva, porque todo es inversión pública productiva, aún en esta nueva definición pudiera entrar gasto corriente porque se destina a inversiones sociales o al funcionamiento por ejemplo de los servicios de salud, o el pago de cadenas productivas, como lo consideró el estado de Colima, y se registra como deuda pública a corto plazo hasta que se vuelve tan grande que entonces si se reestructura y se hace un refinanciamiento y se pasa a deuda de largo plazo.

 

Entonces va a continuar la simulación, no va a ser una solución y hay un contrasentido también muy grande, abre la posibilidad esta ley de que las obligaciones que se generen de las asociaciones público privada, que es contratación de servicios pueden ser registrados como deuda, esto es una broma de muy mal gusto.

 

Por qué, porque las asociaciones público privada lo que hacían era, o el concepto fundamental es que el Estado se asocia con un privado y le contrata un servicio para que no sea deuda, y ahora en esta ley permite que las obligaciones de los servicios contratados en asociaciones público privadas puedan registrarse como deuda, pues entonces llamémosle deuda, no contratación de servicio, no hay tal.

 

No hay asociaciones público privadas, eso es un cuento entonces, es deuda pública, y además, los proyectos financiados a través de apps van a ser mucho más baratos que financiar los valores de deuda porque sembrarían todo el costo del servicio que está dando el privado.

 

Otra cosa, se permite con esta ley que los fideicomisos contraten deuda, le abren otro canal, otra posibilidad a los estados para que registren deuda.

 

Por ejemplo, el metro hizo un fideicomiso para poner los dos pesos adicionales y utilizar ese fideicomiso para contratar deuda a largo plazo sin cargo al herario.

 

Finalmente qué es, es deuda. Entonces por qué no se prohíbe la creación de estos fideicomisos o que los autoricen los Congresos de los estados para que no haya sorpresas.

 

Entonces por eso digo e insisto, que esta ley sin duda que le hace falta al país mayor control, mayor vigilancia, transparencia, mayor disciplina financiera, pero el tema fundamental de esta ley, donde está el gran desorden es en el tema de la deuda, y el modelo de deuda que se está proponiendo es una flexibilización mayor y esto no es casualidad.

 

Por qué se está planteando esto, porque Hacienda se quiere desentender del problema fundamental, lo que no quiere ver es que ya estados y municipios tienen un tren de gasto insostenible que no es posible financiar con las participaciones federales, ni con las aportaciones ni con todas las transferencias que hace el Gobierno federal.

 

Y se va a agravar este año, porque por más que lo sostenga Hacienda, que se va a cumplir la meta de crecimiento y se van a cumplir con el monto proyectado de participaciones, solamente ellos se lo creen.

 

Y vamos a tener un reconocimiento de estos ajustes que no crece el PIB y que no se van a cumplir las metas de participaciones hasta septiembre octubre, obligando a los estados a endeudarse ahora que ya tienen un menú más amplio de posibilidades para contratar deuda, lo que estamos haciendo es posponer el tema fundamental de que ya no alcanzan los ingresos que reciben los estados para financiar el tren de gasto que tienen y que esta ley debería ser utilizada para cambiar los incentivos, para que los gobiernos de los estados estuvieran preocupados y les interesara recaudar, salir a cobrar los impuestos que tienen disponible y que no lo hacen.

 

Tener un mejor gasto, más transparente, más eficaz, que tampoco lo hacen, se van al despilfarro. Tener proyectos de inversión que si generen un impacto en la calidad de vida de la población que gobiernan.

 

Los proyectos ahora se hacen más bien por qué empresario lo va a tener y si se puede plantear esto a largo plazo e incrementar su costo.

 

Y el incentivo fundamental aquí va a ser pues tener una buena relación con el secretario de Hacienda, no importa si gastas bien, si gastas mal, si recaudas o no recaudas, si es buen proyecto o no es buen proyecto. Es cuál es tu relación política con el secretario de Hacienda para que te dé la garantía a tú crédito.

 

Adiós, al federalismo fiscal, no existe más, si hay un poder en serio de sometimiento a los estados, a los municipios es el económico, nada genera más dependencia y nada distorsiona más la relación entre el Gobierno federal y estados y municipios, quienes hemos estado en gobiernos locales lo sabemos.

 

Estamos empoderando como nunca antes a la Secretaría de Hacienda que va a ser, va a tener un control, me parece excesivo, del financiamiento de las entidades federativas.

 

No es una ley que nos vaya a servir para generar los incentivos que necesitamos en este país, no, no es una ley que vaya a generar un fortalecimiento de las finanzas públicas de abajo hacia arriba.

 

Es una ley que simplemente amplía el menú de posibilidades de endeudamiento como una falsa salida a esta insolvencia que tenemos ya en nuestro sistema de coordinación fiscal.

 

Y no puede ser de otra manera, cómo le vamos a pedir a los gobernadores, a los presidentes municipales que no se endeuden, que no sean irresponsables cuando le ejemplo lo está dando el propio presidente de la República.

 

El nivel de endeudamiento que ha tenido en esta administración rebasa lo que teníamos como deuda histórica acumulada hasta el 2008, ya lo dijeron por aquí, más de 10 puntos del PIB.

 

Estamos en un gobierno que se endeuda irresponsablemente por eso prevalece esta visión en esta ley, porque para ellos comprometer el futuro de las generaciones no les importa, porque no están dispuestos a revistar su gasto, porque no están dispuestos a apretarse el cinturón como lo hacen las familias mexicanas.

 

No es una ley que vaya a tener los resultados aquí esperados como se ha dicho, creo que se va a quedar a la mitad del camino y lo vamos a ver muy pronto en este mismo año.

 

Muchas gracias.

 

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