A 10 años de la promulgación de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, es momento de tomar nuevos bríos y seguir pugnando por la plena igualdad sustantiva entre géneros, sostuvo la senadora Angélica de la Peña Gómez.
Al hacer un balance de la Ley General para la igualdad entre Mujeres y Hombres, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República destacó los obstáculos y carencias que tuvo que enfrentar dicha ley desde su promulgación.
La legisladora del PRD lamentó que no se hubieran podido establecer compromisos explícitos desde el inicio y señaló que hubiera sido muy importante haber planteado cuotas afirmativas y haber determinado compromisos medibles por parte de los distintos ámbitos gubernamentales y de la iniciativa privada.
Sin embargo, reconoció, la Ley fue un parteaguas en la vida de las mujeres del país, sobre todo a partir de la reforma de 2012 donde se obliga a los congresos estatales y el de la Ciudad de México a etiquetar recursos para implementar acciones específicas para concretar la igualdad entre mujeres y hombres.
Subrayó que otro gran avance fue el establecimiento del permiso por paternidad inscrito en la legislación de la Ciudad de México y que permite a los padres ayudar a sus compañeras en la atención de las niñas y niños recién nacidos.
Reiteró que a 10 años de la promulgación de la Ley, vale la pena recordar todos los vericuetos y pendientes que quedaron y en los que pareciera que no se ha podido avanzar.
Angélica de la Peña comentó que en materia de derecho todavía existe un enfoque patriarcal que sigue siendo un obstáculo para lograr la igualada plena desde el enfoque de los derechos humanos que mandata la Constitución.
“Siempre que hablamos de los derechos de las mujeres decimos cómo nos faltan cosas por hacer”, concluyó.
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