Error ver a la salud como un negocio: Fernando Mayans


Discurso del senador Fernando Mayans Canabal, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la presentación del libro México: Hacia un sistema nacional de salud, a la que convocó el Instituto Belisario Domínguez.

 

Fernando Mayans Canabal, (FMC): Quiero agradecer al senador Miguel Barbosa Huerta, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, presidente del Instituto Belisario Domínguez, por esta iniciativa y apoyo en esto.

 

Al doctor Rolando Cordera, bienvenido como siempre al Senado de la República, un placer de que esté con nosotros y un reconocimiento al doctor Ciro Murayama Rendón, académico de la universidad, muy bien por esto.

 

Y al doctor Santos, muchas gracias, bienvenido.

 

Mi tocayo, el licenciado Fernando Gutiérrez en representación del Secretario de Salud, director jurídico de la Secretaría de Salud.

 

Y miren, qué bueno que el título me encantó, porque de entrada habla un sistema nacional público, no hay que olvidar eso.

 

Las tendencias que nos han ido llevando durante 30 años es, y hay que empezar por ahí, es desmantelar el sistema del Estado mexicano, ya lo vimos con los bancos, lo vimos con lo energético y nos queda, entre comillas, el sistema de salud y nos queda el sistema de educación, porque hasta el ferrocarril ya se entregó a los extranjeros.

 

Entonces entra la parte en salud del negocio y ahí es donde tenemos que prestarle atención.

 

De entrada comentar que mientras la salud se vea como un negocio, pues ahí todo lo que queramos hacer va a estar mal, mal enfocado; lamentablemente pasamos por la formación de recursos humanos en salud, y tenemos más de 130 escuelas de medicina, otras tantas de enfermería, etcétera.

 

Y entonces aquella vocación hacia los enfermos, el amor al prójimo, todo eso ha ido cambiando y entonces llega el momento de que si no hay un pagaré o un cheque, pues no atiendo al enfermo.

 

Y lo mismo está sucediendo en los sistemas de salud, en el sentido de que estamos privilegiando los niveles privados, porque los hospitales públicos, los sistemas de salud público poco a poco, lentamente, se han ido desmantelando.

 

Yo voy a un hospital privado porque el público no tiene esto, no sirve el aparato, no hay médico de guardia. Entonces tenemos la problemática en salud de esto.

 

Por lo tanto, todavía hoy el 52 por ciento, sin temor a equivocarme, del gasto en salud proviene de los bolsillos del propio enfermo y acaban empeñando todo: casa, bienes, autos, todo con tal de salir adelante con sus familiares, cualquiera lo haría.

 

Y entonces aquí en este sistema nacional público de salud es donde tenemos que garantizar los recursos para financiar nuestro sistema de salud.

 

Pero nos encontramos con otro problema que he estado repitiendo ya dos años, recordemos que el Partido Acción Nacional metió una iniciativa para modificar la Constitución, el 4to Constitucional, en octubre de 2014.

 

Afortunadamente la hemos tenido ahí en stand by, pero si llegamos a hacer esto, de modificar la Constitución, pues se puede permitir igual como pasó con la energética que la imaginación de ustedes pueda dar todo lo que quiera.
Sin embargo, repito, tenemos que prestar la atención a la formación de recursos humanos porque es la cultura del médico.

 

Miren, en historias de vida, el médico atendía a un rico o un pobre en una colonia pomposa o una colonia dispersa y lo hacía con el mismo amor, con el mismo conocimiento, con la misma vocación de médico, y se cobraba bien, tenía que comer el médico, pero si no cobraba pues igual.

 

Y lo hacíamos con amor y cariño, afecto y dedicación. Hoy en día, y se los digo con el dolor del alma, eso se ha ido perdiendo, y vuelvo a lo mismo: si no hay un dinero de por medio luego no hay ese cariño, se ha perdido.

 

Lo médico hacemos un juramente hipocrático y está la declaración de Ginebra que también la juramos; y resulta que se ha deshumanizado para concretar el tema, obviamente hay sus deshonrosas excepciones de instituciones muy importantes.

 

La otra es que se ha invertido la pirámide en salud, esto es lo que venimos repitiendo. La salud, el 80 por ciento de los problemas en salud se deben de manejar en el primer nivel de atención que es muy barato.

 

Ahorita si ustedes leen, y así es realidad, lo que era la medicina francesa, la clínica, deja que el enfermo hable y en el 80 por ciento de los casos te va a decir que tiene.

 

Y ahorita con eso de las demandas médicas, que si me ve feo te demando, pues entonces necesito radiografías, tomografías, resonancias magnéticas, 50 mil estudios para poder dar un diagnóstico a un enfermo, como muy probablemente si tu dejar que hable el enfermo te dirá que tiene.

 

Eso se ha perdido. Igual el médico ya no toca al paciente, ya no lo huele, ya no le ve las pupilas, sino todo es a distancia, medicina a distancia. Y eso es terrible.

 

Por eso hoy, hace rato, presentamos el programa y un reconocimiento al programa “Médico en tu casa”, que es volver a eso que antes hacía el médico: estar cerca del enfermo, la confianza.

 

El 80 por ciento de las demandas médicas son porque no hay comunicación, porque el médico del IMSS; del ISSSTE y a veces de la Secretaría de Salud tiene tres minutos para una consulta, porque hay 50 enfermos en el turno de 8 horas para poder atenderlos.

 

Y entonces mientras hagamos eso también con los médicos, pues no pueden; el médico empieza a atender a un enfermo a la primera hora con mucho cariño y ya cuando son cuarto para las doce, tengo que irme a otra institución porque ya con lo que gano no me alcanza para comer y para darle el sustento a mi familia y si llego tarde me ponen falta y si tengo 3 faltas me corren.

 

Y entonces el médico se volvió burócrata, es otro problemón, y tiene que trabajar en dos o tres instituciones. Imagínense a un médico que trabaja en la mañana, en la tarde y en la noche guardias y no duerme.

 

Por eso vienen los errores médicos.

 

Entonces esa pirámide invertida, estamos invirtiendo en el segundo y en el tercer nivel de atención la mayor parte del dinero del sistema nacional de salud, para lo cual tenemos que invertir la pirámide.

 

Hay que invertir en el primer nivel de atención, donde el 80 por ciento –y reto a quien quiera que me lo diga, el 80 por ciento de los problemas de salud de este país se deben de resolver en el primer nivel de atención, que además es muy barato.

 

Un ejemplo, un paciente diabético llega a un primer nivel de atención, si lo atendiéramos ahí se queda, no pasa de ahí; sin embargo pues a veces uno piensa mal:”Es que ahí no hay negocio”, entonces lo dejamos que se complique un poquito, pase al segundo nivel de atención y luego pase al tercer nivel de atención y hay que hacerle un trasplante o hay que hacerle una cirugía de retina, o una cirugía vascular porque tiene problemas de circulación por la diabetes.

 

Lo mismo pasa con la hipertensión arterial, que son los grandes problemas. La obesidad es un problema de educación, pero no han venido a cambiar el sistema.

 

Miren, yo, no sé ustedes que están más chamacones, pero en mi época yo no conocía el McDonalds, no voy a hacer comerciales, pero McDonalds, Pizza Hut, Burger King y todo ese tipo de comida que nos han cambiado nuestro puchero, nuestro mondongo, nuestro caldo de gallina; o sea, y entonces ese es el tema por el cual tenemos los problemas de obesidad, aunado a que antes uno salía a las 3 de la tarde que llegaba de la escuela y se iba uno a jugar béisbol, fútbol, a correr o nadar y ya regresaba uno a las 9 de la noche para que la familia no se preocupara.

 

Y ahora con tanta tableta, computadora y celulares y la inseguridad los niños están encerrados en un cuarto, ese es el problema de la obesidad y no hay que subirle el precio a los refrescos, eso es una barbarie, eso es una mentira que subiendo el precio de los refrescos y que la Coca Cola engorda, claro que no.

 

Y aunado a que le hacemos recordatorios a Hacienda de que los 17 mil millones, 22 mil son ya, millones que en la ley se acordó que lo que se recaudara de aumento de impuesto a los refrescos iban a hacer bebederos de agua y se han hecho de la vista gorda, quién sabe dónde está ese dinero que se ha recaudado.

 

Entonces, como ven tenemos que invertir la pirámide, ser más eficientes, mucha educación y tratar de que si vamos a una universalización de los servicios de salud sea eso, completa, no un cuadro básico de 4 enfermedades que de eso te voy a atender y el resto tienes que comprar un seguro, porque las aseguradoras están encima que quieren el negocio, parte del dinero.

 

Y los hospitales privados que ya no es el hospital de Don Juan o del doctor Pedro que era médico y dueño, no.

 

Ahorita los hermanos, por ejemplo, Vázquez, que se dedicaban a vender colchones, son los que tienen la gran cadena de hospitales, o sea el Grupo Ángeles, que ustedes saben que ahí; antes, repito, era el médico que se hacía hospital y ahora son los vende colchones.

 

Entonces eso les vale, la salud, la medicina, lo que quieren es el dinero, están encima del sistema nacional de salud los hospitales privados, Carlos Slim, Star Médica; es la realidad, eh.

 

Y por eso nosotros aquí no queremos  dar ni un paso y modificar la Constitución, porque ya sabemos cómo se las gastan esas gentes.

 

Y entonces te voy a decir, mira, hipertensión, diabetes, atención del parto y alguna otra enfermedad, 4 para todos, pero ya lo demás tienes que comprar un seguro, porque el seguro popular no alcanza.

 

Porque ni es popular ni es seguro.

 

Y luego los hospitales privados ¿ustedes creen que no quieren los recursos públicos?  Pues claro.

 

Entonces se va a hacer ahí un problema terrible y único que va a seguir padeciendo es el obrero, el campesino que no van a tener la forma de acceder a estos recursos de salud.

 

Entonces la verdad es que muy bien aquí el libro con un sistema nacional y que sea público, público, público.

 

Nada de que andemos repartiendo los pocos recursos. Porque también hay una realidad, México es el 3.2 por ciento del PIB es lo que invertimos en Salud, cuando Costa Rica invierte 7, Estados Unidos el 14,y ahí nos vamos.

 

O sea, México, de toda América, es el país que menos invierte en salud, porque piensan los tecnócratas que es un gasto, cuando sin salud no hay nada y hablamos de salud mental también, que son los que están más enfermos que nosotros.

 

Muchas gracias por su atención y felicidades.

 

 

 

 

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