En las zonas más pobres del país es donde niños padecen los peores efectos de la desnutrición y obesidad: Armando Ríos Piter


Discurso del senador Armando Ríos Piter, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la presentación del documental “Dulce agonía”, en el marco de la mesa “Las bebidas azucaradas en el contexto de las enfermedades crónicas. La experiencia en México”.

 

Armando Ríos Piter, (ARP): Bueno, muy buenos días.

 

Alguien me dijo “buenas tardes”, sí es un poquito tarde a lo que queríamos empezar, lo bueno es que ya estamos en la oportunidad inmediata de arrancar. Yo le agradezco mucho a todos los que están aquí presentes; obviamente a Alejandro Calvillo con quien hemos tenido la fortuna de ir andando esta batalla que tiene que ver con, no solamente con discutir la parte de los impuestos a los alimentos chatarra, a las bebidas endulzadas, sino el ir buscando que esto se ponga en conocimiento del pueblo de México, de los mexicanos y las mexicanas –yo soy del estado de Guerrero y siempre me gusta comentar un poco por qué el interés de meterme a este tema.

 

No es un tema fácil de remontar, siempre cuando arrancas una discusión alrededor de los impuestos, pues siempre y especialmente cuando se gastan mal los impuestos como es el caso de México, donde el Gobierno mexicano no ha sido efectivo y contundente en cómo gasta, no solamente los impuestos de los refrescos, sino todos los impuestos en general, pues siempre es difícil porque existe la percepción de que cada peso que sale del bolsillo de los mexicanos termina yéndose a comprar casas blancas u otras cosas que mucho tienen que ver –desafortunada y tristemente- con la corrupción y con el mal gasto en servicios y bienes públicos.

 

Pero esto, digamos, es un triángulo frente a este tema, se lo comento porque como se dijo yo soy del estado de Guerrero, tuve la oportunidad de ser Secretario de Desarrollo Rural hace algunos años, y en Guerrero, especialmente en la montaña, en las zonas náhuatl, en las zonas amusgas de la Costa Chica, digamos en ese caleidoscopio de visiones y de lugares que desafortunadamente se caracterizan por ser las zonas más pobres del país, la montaña ha sido históricamente uno de las zonas más marginas de nuestro país.

 

Me encontré, cuando yo era Secretario de Desarrollo Rural, con una situación muy preocupante, alarmante –no sé qué adjetivo-, pero yo creo de las más preocupantes que me han tocado ver en mi vida.

 

En estos lugares, donde nosotros estábamos buscando implementar estrategias para la seguridad alimentaria, nos encontramos con niños y niñas que tenían una doble característica y que son la representación de muchos niños y niñas que están en esa región, pero que no solamente es ahí, sino que es uno de los problemas que hoy representan la marginación y la pobreza de México.

 

Niños con una doble condición, una condición de tener manchas, estas manchas que son características de la desnutrición, manchas de anemia y al mismo tiempo obesidad.

 

Entonces tener en estas zonas a niños con desnutrición y con obesidad es la tormenta perfecta, estar teniendo niños y niñas, mexicanos y mexicanas, que tienen la peor condición en término de cómo pueden tener un mejor proyecto de vida si su condición de salud, su condición de vitalidad está afectada al no tener nutrientes y al no tener una estabilidad estable a futuro en términos de lo que significa la obesidad.

 

Y es parte de lo que buscamos con estas exposiciones, poner en alerta y en conocimiento de la gente que la obesidad tiene que ver con diabetes, con las enfermedades más terribles, para los cuales precisamente estos lugares que son los más marginados son los que menos adaptados están, enfermedades de tercer nivel que tienen largos periodos de duración, que tienen una condición dolorosa, preocupante, costosa para quien sufre de estas cuestiones: amputaciones, pérdida de la vista, digamos, estas escenas dantescas, pues hoy preocupantemente en donde el universo demográfico más está presentando estas condiciones, son precisamente en las zonas más pobres.

 

Y esto lo quiero traer a colación, porque cuando era Secretario dije: “algo hay que hacer al respecto”, entré como diputado federal, empezamos a tomar esta lucha, nos conocimos con Alejandro más o menos desde entonces, y ahora tengo la fortuna de ten aquí a mi lado a Amaranta, quien hizo este documental y, bueno, pues ha sido una batalla.

 

Uno de cada tres mexicanos, si no cambiamos los patrones de consumo, en los próximos 20 años corre el riesgo de tener diabetes, corre el riesgo de tener alguna enfermedad crónico-degenerativa relacionada con la obesidad.

 

Y eso significa, pues, si hoy somos 120 millones de mexicanos y mexicanas, pues que 40 tenga esa condición, no es un dato menor, y que tal vez 40 estén ubicados y colocados en esas zonas que son las zonas más marginadas.

 

Lo quiero poner en tesitura porque siempre cuando existe esta discusión especialmente y obviamente en la industria es una discusión muy acalorada, no es fácil promover un impuesto que hace que caiga el consumo y que por lo tanto caigan los ingresos de compañías que tienen una fortaleza en el país y a nivel internacional muy contundente, pues no es precisamente una discusión fácil de subsanar.

 

Pero yo creo que es una discusión alrededor del tipo de país que queremos tener, qué tipo de país queremos tener, ¿un país donde uno de cada tres de nuestros compatriotas, de la gente que nos rodea, tenga esta condición y que especialmente en estas zonas marginadas pues sean las zonas que más deterioro tengan?, ¿o un país con bienestar, con salud, etcétera?

 

Y lo digo porque siempre que viene esto, dicen “es que estás poniendo impuestos a los más pobres”, “es un impuesto que le afecta a los más pobres”.

 

Creo que hay que cambiar la pirámide del debate. Estamos buscando que el consumo ahí donde está la pobreza termine porque es precisamente ahí donde se está generando más el problema y donde el Estado mexicano tiene menos capacidades para enfrentar el problema.

 

Los incrementos en términos de gasto son exponenciales. Recuerdo, me puedo equivocar de memoria, pero si en el 2004 eran 8 mil millones de pesos, después ene l 2008 fueron 36 mil millones de pesos, después en el 2014 fueron 80 mil, digamos, son gastos exponenciales.

 

¿De qué manera estamos entendiendo cómo combatir esto si el discurso fácil es decir “es que es un impuesto a la pobreza”?, ¿por qué? porque hemos dejado a esas áreas pobres abandonadas para que no tengan agua potable; para que los niños, especialmente en esas escuelas, no tengan acceso a otra forma de tener un líquido; porque hemos como país definido que como ellos son pobres, pues están condenados a eso, a tener el riesgo de tener una enfermedad de esta naturaleza.

 

Creo que esa reflexión es una reflexión que como mexicanos tendremos que dar y es una batalla que tenemos que dar.

 

Y por eso estar hoy presentando Dulce agonía, que es un instrumento, me parece que potente culturalmente capaz de movernos fibras, que es precisamente de lo que se trata este debate.

 

Éste no es un debate de pesos y centavos, no es un debate de cuánto pierde y cuánto gana una empresa; claro, hay que cuidar a las empresas, a los empleos que representan, pero también tenemos que entender del otro lado de la cancha cuántos niños, cuántas niñas ocupan la triste representación de México como primer lugar en obesidad infantil y sobre todo en diabetes infantil.

 

Entonces ése es el país que tenemos hoy y es el país que tenemos que cambiar. ¿Los impuestos van a ser suficientes?, no, pero hay que tener una política pública integral que reciba recursos de este impuesto de manera clara, transparente, contundente, que no haya distorsiones, que no haya quien se preocupe “oye, no se está usando bien ese dinero”, y que con toda contundencia digamos “tantos bebederos, tantas tinas de agua potable” para los próximos tres, seis, nueve, doce años, para que nuestro país esté perfectamente mapeado.

 

México ha renunciado a su capacidad de planeación y a su capacidad de decir “esto no puede seguir, cambiemos la ruta y evitemos que nuestros niños tengan las condiciones preocupantes en materia de salud en las que los tenemos ahorita”.

 

Entonces de eso se trata esta presentación. Yo me siento contento de que estén ustedes aquí; le quiero dar la palabra a Alejandro y después, obviamente, a Amaranta para que ella nos comente de manera particular sobre este interesante documental.

 

 

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