El fanatismo y la intolerancia siguen siendo grandes amenazas para la humanidad: Angélica de la Peña


Discurso ofrecido por la senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante el acto de conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto y homenaje a Don Gilberto Bosques Saldívar.

 

Angélica de la Peña Gómez, (ADG): Muchas gracias, bienvenidas y bienvenidos al Senado de la República. A este día que conmemoramos a las víctimas del Holocausto, como cada año lo hacemos en el Senado de la República.

 

Quiero saludar de manera afectuosa al señor embajador Jonathan Peled, bienvenido ahora nos encontramos hoy en el Senado.

 

Por favor, también quiero agradecer de manera particular al señor Alberto Sarfati Cohen, que  es el vicepresidente en curso del Comité Central de la Comunidad Judía en México, con quien siempre nos ponemos de acuerdo en la conmemoración de este día, año con año; y ya forma parte de las actividades formales, oficiales, que el Senado de la República realiza.

 

Tengo que también saludar también de manera afectuosa a don Isaac (Inaudible), que representa la comunidad Jack Bashel en México, bienvenido.

 

Y por supuesto, también agradezco la presencia de la señora Excelentísima Embajadora de Polonia Beata Wojna, gracias, bienvenida al Senado.

 

También al Excelentísimo señor Eduard Malayán, embajador de Rusia, muchas gracias por haber aceptado nuestra invitación.

 

Y al señor encargado de negocios de la Embajada alemana, el señor ministro Wagner (Inaudible), también y muchas gracias por asistir.

 

Quiero agradecer de manera particular a quien nos acompaña representando todo el legado que ha sido para nuestro país, de un mexicano del cual nos sentimos muy orgullosas y muy orgullosos, siempre digo cada año, ojalá que pueda ser el ejemplo emblemático de niñas y niños en nuestro país, pero nadie me hace caso en la Secretaría de Educación Pública, para dedicar un capítulo de lo que debe ser el ejemplo para nuestra infancia, don Gilberto Bosques, nosotros acá tenemos el centro de estudios internacionales que lleva su nombre y nos honra mucho recordarlo siempre en todo lo que surge de producción de este instituto, y recordar a este gran mexicano del cual ya refirió la senadora Diva Hadamira Gastélum.

Hoy está aquí su nieta, Eréndira Bosques que le doy también la bienvenida.

 

Es para mí, como siempre, un gran honor y por supuesto un privilegio tener nuevamente la oportunidad de coincidir con ustedes en este importante acto que celebramos en el Senado y en mi calidad como presidenta de la Comisión de Derechos Humanos.

 

Tengo que recordar que el año pasado, esta conmemoración que ya está inscrita como un acuerdo de la Asamblea General de Naciones Unidas y estos actos se realizan en todo el mundo, tengo que recordar que el año pasado estuvo precedida por los condenables atentados terroristas perpetrados en París en contra del semanario Charlie Hebdo.

 

Sin embargo, hoy nos encontramos nuevamente con una situación terrible de aquella fecha, hoy otra vez en París, y además en otras partes del mundo, al ser testigos de los lamentables actos del fundamentalismo y la barbarie.

 

Esto nos demuestra que el fanatismo y la intolerancia siguen siendo grandes amenazas para nuestras vidas, para nuestras naciones, sigue siendo una gran amenaza para la humanidad.

 

Y nos obliga a fortalecer los esfuerzos para salvaguardar la libertad, la igualdad, la pluralidad, el respeto a la diversidad, a las creencias religiosas pero también a no tenerlas.

 

La libertad de expresión, no la anónima  libertad de expresión, sino aquella que identificamos plenamente que no abusa del anonimato para seguir haciendo apología del delito como aquí ha quedado evidenciado y lo constatamos todos los días en las redes sociales, donde se siguen fomentando estas actitudes terroristas, nazistas y además, cuestionando incluso al propio resultado del Holocausto. Es verdaderamente terrible lo que estamos viendo.

 

Afectan de manera contumaz la coexistencia pacífica y por lo tanto de ese tamaño debe ser nuestra respuesta, y por lo tanto también tengo que felicitar a Alemania, lo que ahora mismo las 100 obras que son realizadas, esta exposición de 100 obras realizadas por prisioneros y víctimas de campos de concentración.

 

El arte del Holocausto, que significa confrontar y tener un nuevo acercamiento de este triste episodio en la historia de la humanidad para que las víctimas no solamente no sigan recordando conmemorando año con año, sino también para que las nuevas generaciones vean lo que puede ser el resultado del horror de personas plenamente identificadas por la historia pero que hoy los tenemos en muchas partes del  mundo, vestidos de otra manera, con otro tipo de religiones, que están perpetrando hechos y que han venido perpetrando hechos, como los que conocimos  anteriormente en otras partes del mundo y como yo decía el día de ayer, no dijimos absolutamente nada frente a lo que estaba aconteciendo.

 

Esta muestra inevitable y conmovedora, al igual que el extraordinario recital que hoy hemos escuchado del violinista Abraham (Inaudible) que realmente fue conmovedor seguir la melodía de su violín, de su arte, sobre todo a partir de entender que es lo que estaba significando.

 

Pero no basta con conmovernos, no basta con sentir el sentimiento volteándonos el estómago y estrujándonos el corazón, tenemos que replicar este tipo de eventos, y en ese sentido, voy a recordar si me permiten lo que la UNESCO ha planteado:

 

La prevención del genocidio comienza en los pupitres de las escuelas, yo le agregaría también en las familias, la educación puede contribuir a la prevención del discurso del odio y socavar los prejuicios al debilitar los pilares de la ignorancia, promover el aprendizaje de la convivencia y fomentar el respeto hacia todas las personas.

 

En un mundo, continúa la UNESCO, donde lo local está separado de lo mundial, apenas por la pulsación de una tecla, necesitamos un compromiso renovado en lo tocante al diálogo, la tolerancia, la reconciliación y la comprensión, yo agrego, el respeto de todos los derechos, entendiendo, que todos los derechos son derechos humanos.

 

Por eso hoy, estamos conmemorando en el Senado de la República que este día como nos lo orientó en su resolución la Asamblea General de Naciones Unidas.

 

Quiero terminar recordando, por cierto, uno de los principios que estuvieron en la discusión de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: la libertad de vivir sin temor, entro otros principios, quise destacar ese de las discusiones que este grupo donde Eleonor Roosevelt tuvo una gran participación, justamente uno de esos principios, la libertad de vivir sin temor, motivo a que quedara la Declaración con los prefacios y los artículos que hoy conocemos.

 

Bienvenidas y bienvenidos al Senado de la República, y dentro de un año esperemos dar cuentas distintas entendiendo que todos debemos coadyuvar donde estemos y hoy desde nuestro espacio tenemos que hacer esta aportación, este granito de arena para recordar este día, conmemorar de manera clara y precisa a estas víctimas del Holocausto, de este horror del nazismo, pero alertarnos de que tenemos amenazas terribles en la humanidad, y hay que trabajar y esforzarnos más para detenerlas, para prevenirlas, para identificarlas a tiempo, no dejarlas crecer y en eso por desgracia no hemos hecho lo suficiente.

 

Muchas gracias a todos ustedes por su participación aquí en este evento.

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